VIGILAR, REGISTRAR, MANIPULAR
JUAN
CLAUDIO ACINAS
1
Antropoides
Entre 1913 y 1919, la Academia de las Ciencias
de Prusia estableció en la isla de Tenerife el primer centro, con sede en la
Casa Amarilla (Puerto de la Cruz), dedicado a estudios primatológicos. Uno de
los científicos que estuvo trabajando en el centro fue el psicólogo Wolfgang
Köhler, quien, en 1917, publicó una monografía titulada La inteligencia de los chimpancés, en la cual describía sus
experimentos con los antropoides. Sin embargo, en todos ellos, como J.M. Coetze
ha entendido bien, se animalizaba demasiado a los animales. Es decir, estos se
veían obligados a aceptarse como organismos simplones sólo preocupados por satisfacer
unos cuantos apetitos básicos y, por ello, en apariencia incapaces de
preguntarse por lo que tal vez sí se preguntaban: “¿por qué se comportan los
hombres así?” o “¿dónde está mi hogar y cómo puedo llegar hasta allí?”. Algo
que quizá sea común a otros seres vivos como el canguro que se escapó de un zoo
de Berlín (2012), la orca Morgan en el Loro Parque de Tenerife (2016), el
chimpancé de la imagen antes de ser devuelto al zoo de Yagiyama (2016) o los
dos delfines que intentaron escapar de su tanque en el acuario de Kyoto (2017).
2
Homo videns
Es imagen-céntrico: con dificultades para comprender
abstracciones y entender conceptos, dado que el estímulo visual (de cosas)
tiende a convertirse en un sustituto del pensamiento (sobre ideas). El homo
videns vive en un mundo donde: a) el hecho de ver prevalece sobre leer y hablar:
el texto es secundario respecto a la imagen, el relato depende de las imágenes;
b) la pluralidad de pantallas y canales se combina con una homogeneidad de
contenidos determinada por la lógica comercial (cuotas de mercado,
concentración de anunciantes, audiencias a las que agradar); c) el énfasis se
pone en el espectáculo, el exhibicionismo, lo que impacta, la respuesta
emocional rápida y la mera diversión a cualquier precio; d) la simplificación,
la urgencia y el rendimiento económico, lo menos exigente y más vendible:
favorece las opiniones superficiales, desactiva la reflexión crítica, frustra
cualquier proyecto estético mínimamente rupturista u original; e) se pasa del
entender sin necesidad de ver al ver sin necesidad de entender. En suma, se
olvida que la imagen no da, por sí misma, casi ninguna inteligibilidad, debe
ser explicada para entenderse, necesita un texto, un contexto, un encuadre
amplio… Además, tanta imagen puede ser un mareo. Basta con un trayecto medio en
una guagua de TITSA (Tenerife). Nos encontraremos con una o dos pantallas que
(por ser modernos o llenar el tiempo) te bombardearán con una secuencia de unos
10 o 20 segundos que se repetirá (siempre la misma) en un bucle ininterrumpido
durante todo el trayecto… No creas. Cuesta lo suyo abstraerte, leer un poco o
desconectar.
3
Ciudad
El PIN tiende a desaparecer. En su lugar, se
imponen la huella dactilar, la voz y, sobre todo, el reconocimiento facial. En
China, tres cámaras por clase (“asistentes del profesor”) monitorizan a las
alumnas y alumnos del Instituto de Secundaria Número 11 de la ciudad de
Hangzhou. Los clasifican según siete emociones: feliz, triste, decepcionado,
molesto, asustado, sorprendido y neutro. Asimismo se aplican algoritmos para
medir su nivel de concentración. En el 2020, el Gobierno chino ampliará la
vigilancia a todos los ciudadanos (con cientos de cámaras y escaneos cada 30
segundos) centralizando los datos en relación con un carnet que quitará y dará
puntos de buen ciudadano, detectará delincuentes, disidentes y vigilará a las
minorías. En Occidente, la cantante Taylor Swift ya ha recurrido a un sistema
de reconocimiento facial que aplicó a los asistentes (sin que lo supieran) a
sus conciertos con la excusa de vigilar a los acosadores. De manera similar, las
compañías aéreas con overbooking tienen que reducir pasajeros, por lo que
siempre dejan a alguien fuera del avión, supuestamente de forma aleatoria, pero
en realidad tras aplicar un algoritmo que calcula las probabilidades de que esa
persona ponga una demanda… Ya falta poco para que se aprueben los sondeos mentales
de lealtad así como una ley contra los pensamientos y sentimientos subversivos.
De ahí la advertencia de aquel policía ideado por Philip K. Dick: “No llames
jamás la atención de las autoridades. No nos intereses nunca. No hagas que
deseemos saber cosas acerca de ti”.
4
Vertical y
horizontal
La información que diseminamos mediante nuestros
ordenadores y teléfonos móviles se crea pero no se destruye: se almacena en nubes
de datos en servidores deslocalizados pero sometidos a la inspección de las
autoridades del país del que son propiedad. Cada vez más el espacio público se
está convirtiendo en un espacio vigilado de miradas verticales (cámaras de
vigilancia) y horizontales (portátiles, tablets, móviles). Los datos pueden
utilizarse como armas para instaurar un estado de vigilancia masiva sin
precedentes. Porque consciente o inconscientemente proporcionamos huellas o
fragmentos de información (solicitudes, compras, aficiones, hábitos, contactos)
que son insignificantes por separado, pero que agrupados y cruzados dibujan
nuestro perfil psico-social: identifican un estilo de vida, predicen pautas de
comportamiento, informan a las empresas de todo ello. Por ejemplo, 28/12/2015: el
FC Barcelona emitió un comunicado pocos minutos después de las 10 de la
noche para anunciar que había decidido rescindir el contrato que había firmado
por la tarde con el jugador mallorquín Sergi Guardiola. El Barça B prescindía
del delantero tras comprobar que, un par de años antes, había publicado tuits
ofensivos contra el barcelonismo: “puta cataluña y siempre HALA MADRID!!!”
5
Mercado
Barbara Kruger
Toda oferta crea su propia demanda: lo primero
que hay que producir es el deseo de consumir. Es un error tratar de averiguar
qué quiere el consumidor para darle lo que necesita, porque en realidad no lo
sabe. Sólo sabe que “la meta es estar en la cumbre, ser el rey de la colina:
ganar. Cada persona mira a la que está debajo, pensando que en cierto modo está
en una situación mejor, pero siempre hay alguien que presiona desde abajo o te
mira desde arriba. No hay manera de ganar” (A.M. Homes). Y para compensarlo: a)
dispone de la reputación basada en la comparación e imitación sociales, por las
que comprar un producto equivale a comprar una identidad antes que una utilidad
(“no quiero ser el único que no tenga eso”); y b) existe el neuromarketing, que
se dirige a resortes irracionales del público mediante técnicas muy racionales
(observación de reacciones cerebrales a olores, sensores que registran el ritmo
cardiaco ante ciertos colores, gafas que detectan en qué zona fija la pupila el
comprador, vídeos de cámara oculta, horas tomando nota del mínimo gesto de los
compradores en las tiendas, etc.). De modo que cuando nuestros deseos no están
definidos, el mercado se anticipa para señalarnos cuáles son y qué productos
(innecesarios) nos resultan imprescindibles. Esto es, proliferan necesidades
ficticias (superfluas) que suelen derivar del prestigio de una marca que ofrece
alguna sutileza distintiva que hace sentir al consumidor que su vida mejorará
al comprarlas.
6
Guerra
“La
verdad es la primera víctima de la guerra” (Esquilo, s. V aC). Se dice que el primer
reportero de guerra moderno fue William Howard Russell. En sus crónicas de la
guerra de Crimea (1854 y 1855), el periodista de The Times denunció el sufrimiento de los soldados británicos, diezmados
por el cólera, la malaria y la desidia de sus oficiales. Era la primera vez que
un diario contaba tan nítidamente una derrota británica hasta el punto de
enojar a la reina Victoria y que la cúpula militar prohibiera a los soldados
que hablasen con Howard Russell o le dieran comida… En adelante, lo que habría
sería censura y manipulación… Por ejemplo, la guerra de Vietnam se inició
“oficialmente” con la agresión al destructor “Maddox” por parte de tres lanchas
torpederas norvietnamitas. En 2005, se desclasificaron los documentos sobre el
incidente, descubriéndose que las declaraciones sobre el ataque vietnamita
fueron falsas: una invención de la CIA para justificar una intervención militar
que supuso la matanza de 1 millón 100 mil soldados vietnamitas, 2 millones de
civiles y la muerte de 58.193 soldados de EEUU… Y recordemos, porteriormente,
la invasión de Iraq, pues no se podía permitir el riesgo de dejar a Sadam
Hussein en posesión de unas armas de destrucción masiva que, sin embargo,
siempre se supo que nunca existieron… Por lo demás, en caulquier circunstancia
hay que contar con una operación de camuflaje lingüísticco, como en el reciente
conflicto entre Rusia y Ucrania, donde ambas partes discrepaban absolutamente
en todo lo que estaba sucediendo. En todo, excepto en una cosa (en la que coincidían):
el adversario de turno era un auténtico nazi.
7
Enseñanza
Adaptación de una infografía de Jaime Serra
Al contrario de lo que ocurre con los atajos de
la pantalla global (ámbito del homo videns), esta infografía apela la deducción
personal, plantea unos hechos de los que se derivan unas eventuales
consecuencias que el propio lector puede evaluar. Fácil de interpretar, creo.
Juan Claudio Acinas
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