EL PLAN INFALIBLE DEL ‘SPIN
DOCTOR’ DE SÁNCHEZ
JUAN CARLOS ESCUDIER
En un brindis por
la incoherencia, casi al mismo tiempo que se anunciaba este martes el acuerdo
de PSOE y Podemos para formar gobierno en la Rioja, los socialistas entornaban
la puerta –lo de cerrarla sigue siendo aventurado – a la oferta de los de
Iglesias de una coalición similar a la que pudo concretarse en julio y se dejó
malograr. Dice el PSOE que la música de las propuestas les suena muy bien pero
que lo de formar parte de la orquesta es otro cantar porque la desconfianza
mutua y lo discordante de las notas en temas de Estado, tal que Cataluña, lo hace “inviable”. Sugiere en su lugar que
su aliado preferente se siente en el patio de butacas y aplauda algunas de sus
composiciones cuando se interpreten mientras prosigue sus reuniones con
distintos colectivos sociales que, a la hora de buscar votos para la
investidura, es una forma de tan buena de perder el tiempo como cualquier otra.
Amanece, por tanto,
un nuevo día de la marmota, un bucle idéntico a lo ya vivido si no fuera por el
convencimiento que se traslada desde el Gobierno en funciones de que en esta
ocasión conseguirá doblar el brazo de su socio ante la perspectiva del adelanto
electoral. Estamos, según parece, ante una nueva estrategia infalible del spin
doctorde Sánchez, que, tras un primer enroque, ha visualizado un mate en tres
jugadas sin contar con que los demás también mueven ficha.
Como se aventuraba
aquí tras el ridículo de la investidura fallida, el inquilino en funciones de
la Moncloa se ha convencido de que puede conseguir la rendición de su socio
fomentando la división entre los suyos, y se dispone a dar alas a quienes en el
entorno de Podemos se inclinan por un acuerdo de legislatura sin entrar en el
Gobierno. Se pretende agitar el supuesto caos interno en combinación con una
oferta programática irrechazable, de tal manera que Iglesias se muestre como un
enajenado de los sillones sin otra alternativa que enarbolar la bandera blanca
o someterse a unos nuevos comicios que se lo llevarían por delante.
Optar por la
humillación en vez de por el acuerdo tiene sus riesgos. El fundamental es que
se llegue a la repetición electoral y que el hastío de los votantes culmine en
un triunfo del bloque de la derecha, algo nada descartable a tenor del
espectáculo que se sigue ofreciendo a la ciudadanía. También podría ocurrir que
el resultado fuera, diputado arriba o abajo, un calco idéntico de la situación
actual y que el día de la marmota comenzara de nuevo. Si alguien, además de
Tezanos, piensa que el PSOE obtendría una mayoría suficiente para gobernar en
solitario haría bien en cambiar de alucinógenos.
En medio de las
incertidumbres políticas y económicas, con la amenaza de una recesión a la
vuelta de la esquina, dejar al país aparcado en el arcén varios meses más es de
una irresponsabilidad manifiesta, la muestra de que el interés general importa
un pimiento. Ahora bien, si podemos sobrevivir con los Presupuestos de Rajoy
prorrogados haríamos bien en erigir un monumento a nuestro registrador de la
propiedad favorito o pedirle que vuelva para que haga otros y que la izquierda
pueda seguir jugando al ajedrez por tiempo indefinido, que es su deporte
favorito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario