TIENDA DE ACCESORIOS
EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA.
El porvenir, las
palabras de esperanza, solo me inspiran desconfianza. No aprecio demasiado las
dulces promesas del porvenir... El porvenir es para los demás; para mí el
presente desde siempre, sobre todo luego de leer hace unas horas una entrevista
en medio gráfico, hecha a un proxeneta, presentado como experto descubridor de
bellas niñas y mujeres, las que ofrecerían todo para ser portada de pasquín
semanal y video porno, en el mejor de los casos... Proxeneta travestido de
empresario de la moda, que con la excusa de que las chicas, modelos algunas,
publicitaran cualquier objeto, serían ofrecidas por unos dólares a blindados
empresarios y politicastros corporacionistas que todo lo abarcan y destruyen.
Un
"chanta" que impulsó de manera compulsiva a estas chicas a ofrecer su
"carne", asimiladas a lo pautado por este delincuente en negociados
con el poder de turno, a entregar en ceremonia sacra, desde las pasarelas a las
chicas o en fiestas VIP en balneario uruguayo que conozco desde niño. Incluso
ha extendido este delivery de entrega de las modelitos a lo largo y ancho de
Argentina y países vecinos... La pesadilla de la denominada "trata"
se articula a los ojos de los funcionarios de todo rango, cómplices del
amasijo.
Algunas de estas
modelos, hoy "señoras" de algún imbécil “extra large” con bolsillos
profundos, elevadas a símbolo del "deber ser”, de lo que nunca debe haber
sido, decido abordar el antiquísimo tema de la prostitución, dado que se perpetúa
y seguirá perpetuando, como ley de vida, un hito en la historia de la
humanidad, aniquilando la vida de decenas de miles de niñas y jóvenes mujeres,
que, por tendencia, vocación o desesperación, en el marco de lo existencial y
de la “vida fácil” que el infecto sistema ofrece, tiene un costo altísimo en
las generaciones que se irán renovando como mercadería de ocasión según pasen
los años.
Generaciones
degradadas en el camino del éxito y la fama, del mundo del espectáculo de un
tercer milenio para pedófilos, del “Cabaret” espectacular que desde los medios
de comunicación, cómplices indiscutidos del estado de cosas, estimula el
triunfo a cualquier costo por llegar... Y llegan, sí, llegan, a una muerte
prematura en vida, esclavizando el cuerpo a los antojos de una clientela
compuesta, insisto, en la denominada prostitución VIP de políticos,
mega-empresarios y “ricos y famosos”. A no olvidar la frase acuñada en la era
menemista que se perpetúa de manera alarmante. No es broma.
He tenido
relaciones casuales con algunas de estas pobres chicas, pasiones inocultables
que he sabido disfrutar, pero desde la naturalidad del encuentro casual, con
goce y deseo consumado, con final feliz; y en diálogos que hemos mantenido con
estas hoy famosas me han relatado de manera clara y concisa el accionar
extorsivo de estos trepadores apolillados.
Hago extensivo este
decir a los/as caretas todo terreno que ponen la cara en cuanto programa de TV
existe, intentando decir algo sobre política, cultura, gastronomía y nuevas
tendencias de lo que sea, con lenguaje procaz, grosero, que no dice bien lo que
desearían expresar. Hay que hablar y punto... hoy son "k", mañana
aman al machirulo, sin poder resistir archivo... y pasado desean ser
legisladores/as. Total, se prestan a cualquier servicio que el sistema les
asigna, están habilitadas por el establishment.
Mientras tanto,
quienes tienen todo por decir y hacer son remitidos al Gulag pampeano, pero
nada que hacer, todo ocurre a los ojos de una comunidad permisiva y con
patologías inocultables de rendirse a los pies de cualquier nada o nadie. Es
vintage, ¿no?... y vivimos en una ¿democracia?, mugrienta y empantanada, pero
democracia, como vociferan las bestias que conducen programas para tullidos,
hundidos en la desesperación.
En el fondo,
cuestiones banales de un mundo en franca caída, Sodoma y Gomorra en vidriera de
prostíbulo habilitado, sin necesidad de forzar nada, todo está ahí, ante
nuestra mirada, al alcance de las manos de cualquiera que solo haga silencio y
se sume a la hueste de infelices que ha aplaudido a una señora, que, sin
pertenencia a ningún espacio, salvo al depósito de chancros, disparó días
pasados con las peores intenciones una declaración vulgar y ordinaria de guerra
de guerrillas, frente a un auditorio compuesto por autistas metafóricos.
He aprendido a leer
los presupuestos, a no creer en la palabra de nadie, a contemplar de inmediato
lo más profundo de los pactos a oscuras, a rehacer todas las restas, a
enfrentar al hombre o mujer estafador/a, hasta el final... y salir de la bruma
antes de que me envuelva también.
Y he aquí lo
esencial: cuando a un país, por poco que quede de él, por indigentes que se
encuentren sus habitantes, después de algún gran desastre, de inmensas
pestilencias, se le propone hacer sacrificios, aún a riesgo de la vida de esa
comunidad hambreada, no se trata de política, sino solo de la construcción de
un genocidio meditado. Una cualidad inevitable de los psicópatas, de los
miserables de pensamiento inmediato: los que imponen esclavitud y obediencia.
Aparentemente, un callejón sin salida para un pueblo en el límite de sus
fuerzas y sus ideales moribundos.
(*) Filósofo y
poeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario