DESTRUIR CANARIAS
ANGHEL
MORALES
Gran Canaria arde y
entre todos los gobernantes la están quemando, lo que está ocurriendo allí no
es producto de la casualidad, ni un accidente por parte de un soldador
incompetente. Lo que está ocurriendo en Gran Canaria -también en Lazarote había
un incendio- no es producto del azar, todo es producto del abandono, de la
decidía de quienes nos han gobernando en las últimas décadas, no se puede ser
mas inútil y no se puede planificar peor. Se declara Risco Cáido Patrimonio de
la Humanidad a Tejeda se le considera el pueblo mas bonito de la colonia y de
la metrópolis y unos pocos días después todo cae bajo el pasto de las llamas.
Por cierto, que en Tejeda había un Parque de Bomberos, esos que estos días
hubieran hecho falta y al Cabildo lo cerró, quizá hubieran hecho mucha faltan
en estos días, ya sabemos que las flores son muy bonitas, pero los bomberos son
necesarios para proteger nuestros montes y ciudades y que se les pague un poco
mejor, porque se juegan la vida en cada intervención. Los Parques comarcales de
bomberos se han ido eliminando, olvidándose que la cercanía y la inmediatez en
los incendios es algo primordial, al fuego cuanto antes se le ataque mucho
mejor no demorar sus llegadas y que estas sean tardías. Nuestros políticos lo
basan todo en malditos y lentos protocolos, que van pasándose la pelota. Cada
vez que hay un incendio en Canarias pasa lo mismo, no hay medios, se tarda en
intervenir y soportamos un desastre tras otro desastre. Hace 20 años cuando un
incendio en Tenerife, un piloto canario acometió una recogida de firmas para
que se instalara una base permanente de hidroaviones en las islas, pero todo se
ha ido en putas escusas y seguimos esperando la llegada de hidroaviones desde
la metrópolis. Creo que ya va siendo hora de exigir responsabilidades a los que
manda, si todavía escuchamos a políticos de alto rango cuestionar la
utilización de los hidroaviones ¿entonces para que los mandan llamar? Tardan
días en llegar y en este o en estos incendios de Gran Canaria uno llegó
averiado. Si tuviéramos una base en las islas estas cosas no pasarían. Me
podrán decir que sale caro mantenerlos, pero mas caro nos va a salir recomponer
todos los daños de la destrucción del fuego. En los últimos años y por las
mismas fechas se vienen produciendo incendios de forma parecida en los mismos
lugares de Gran Canaria. De que son provocados a nadie nos queda la menor duda,
¿por qué no se extrema la vigilancia para que estas cosas no pasen y para
detener los delincuentes? Hubieron varios días de incendios, las autoridades
anunciaron que estaban controlados, aunque alertaban por el calor y los
rescoldos que quedaban. El domingo por temas de necesidad tuve que subir a
varios pueblos de los altos de Gran Canaria y me extraño cuando subíamos y así
se lo dije a los compañeros, la falta de retenes de bomberos preparados para
una intervención rápida si fuera necesario. De verdad que hay cosas que no
entiendo. En El Hierro, los días de calor no se deja pasar la gente de la Cruz
de los Reyes y hay retenes estrategicamente situados para intervenciones
rápidas. Vale mas prevenir que curar. Estando en las cumbres de Gran Canaria el
domingo vimos los primeros resultados del nuevo incendio, con toda seguridad
provocado y seguramente por alguien que conoce como funciona esto de los
incendios, ya que se inicia en lugares donde hay difícil acceso y donde se
programa con mayor rapidez. La propagación fue rápida y los resultados ya los
conocemos todos, muchos pueblo afectados, miles de personas desalojadas, un daño
muy grande para Canarias, pero especialmente para la población de Gran Canaria.
La mano destructora es implacable, hace daño a conciencia, pero depende de
nuestra sociedad, de nuestros gobernantes el no ponerse lo fácil y para ello
hay que tomar medidas de todo tipo, no podemos dejar a nuestra gente a nuestros pueblo a merced de
cabezas descerebradas que disfrutan haciendo daño. Nuestros campos están
abandonados, ya no hay cabaña ganadera, por los tanto los pastos se van
acumulando de años y son verdadera gasolina por la que circula el fuego con
rapidez. Los montes no se limpian, la pinocha no se recoge, todo lo ponemos a
favor del fuego y de los que lo provocan. Hace décadas nuestra cabaña ganadera
era de 200 a 300 mil cabezas, que devoraban unos 2.000 kilos de pasto al día.
Hoy la cabaña ganadera no llega ni a 25.000 cabezas, por lo tanto el pasto que
se comen es bastante poco, hay especies invasoras como el rabo de gato que
también es una buena mecha. Todo parece ir contra nosotros, desde los gobernantes
que no protegen a nuestros montes y a nuestra gente hasta los indecentes que
encienden la mecha y que nos condenan a todo. Hace falta limpiar nuestros
campos, hace falta mantener limpios los cortafuegos y los caminos transitables
para los camiones de bomberos. Hace falta una base de hidroaviones en nuestras
islas, que se enteren de una vez, que estamos en África, que la metrópolis
queda lejos y que en los incendios sino se actúa con rapidez ya hemos perdido
la batalla. Hacen falta parque de bomberos comarcales y situados en lugares
oportunos para intervenciones rápidas. Hacen falta retenes permanentes en
nuestros montes, sobre todo el los meses de verano, no podemos esperar para
intervenir cuando las llamas se vean desde el Cabildo de Gran Canaria o el de Tenerife.
Intervenciones rápidas y contundentes. También hace falta mas vigilancia para
detener a los hijos de puta que provocan los incendios. No podemos permitir que
entre los incendiarios y nuestros gobernantes destruyan nuestras islas con el
fuego de su incapacidad
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