TRAMA DE ANALOGÍAS
FILÓSOFO
El milenio nos
ha enseñado que todo es fugaz, hasta el ‘nunca más’. El crimen contra el hombre
siempre es un crimen perpetrado por el hombre. Todo es viable en el espacio de
la aventura humana, en el orden de la bestialidad, que como nunca se
desencadenó, sin miras de cambiar su rumbo. A menos que todos, en un preciso
instante, resistiendo, actuemos en sintonía simultáneamente, en todas partes
contra el mundo del libre mercado y de sus operadores.
Debemos correr
el riesgo de ser muy precisos al verificar la realidad, a pesar de provocar un
cierto malestar inicial. El camino de la resistencia sería hoy el único
referente lúcido para preservar el futuro, nuestro futuro. Hoy se impone hablar
francamente, sin dobleces. Sentir, pensar y decir, es la consigna. Mantener la
lucidez, no desesperar y soportar con dignidad este tiempo de transición. No
dejándose llevar por la embestida del aparato represor del capitalismo que,
repito, triunfó hoy sin dudas en esta aldea global. Al igual que su política de
exterminio de todo lo maravilloso que tenía la vida en términos de naturalidad
y principios éticos de relación.
¿Cómo ‘leer’ la
historia de este milenio en plena crisis de identidad, que borra unas fronteras
para trazar otras mucho más rígidas y excluyentes?… El mapa actual del poder
hegemónico de los peores, “los mercachifles”, diseñadores del modelo
neoliberal, dejan al descubierto a sus ‘nuevas’ víctimas… cuerpos desplazados,
como signos de la nueva visibilidad de la pobreza, la indigencia y un orden
‘legal’ que en el intento de clausurar etapas de la historia, a través, por
ejemplo, los DNU del caprichoso presidente de Argentina, Macri Offshore y su
deleznable circunstancia. Del avasallamiento, devienen la eliminación del
disenso, la instalación de la violencia social y la ignorancia absoluta de este
grupo de improvisados gerentes, que pretenden eliminar la historia reciente,
regulando, penalizando a quienes no se ajusten al ‘nuevo orden en plena
vigencia y funcionamiento. Disfuncional: todo determinado por intereses
financieros para unos pocos… los de siempre, sin dudas.
Pareciera que
la Verdad, a estos mercaderes, incluidos, los periodistuchos “estrella” ‘todo
terreno’ (tan degradantes y degradados), los desvela, los hostiga, los
obsesiona, muchas veces no saben qué hacer con ella, solo eliminarla de sus
actos… se han acostumbrado a subestimarla -sobreestimarla o maltratarla-, pero
siempre a manejarla abusivamente… algún día, quizás, ya en su último suspiro, descubrirán
su sentido total al transitar por las laderas crípticas de sus sílabas… pero
por ahora no es más que un anhelo y frecuentemente una desesperación.
Pródiga en
ejemplos de sujeción y sanción a la palabra develadora, como lo fue en
Argentina, la de Rodolfo Walsh, Macedonio Fernández, Haroldo Conti y tantos
otros visionarios, la historia argentina ha nutrido a la ficción y se ha
nutrido de ella, desde 1810, la “grieta” se ha instalado en esta tierra:
Castelli, Rosas, Facundo Quiroga, Juan Bautista Alberdi, Yrigoyen, Eva Perón,
Frondizi, Ernesto “Che” Guevara, son inseparables en nuestro imaginario
histórico de las ficciones que se han escrito sobre ellos, pero a la vez, los
escritores argentinos de tiempos más inspirados que los de hoy, abrevan de ellos
el itinerario de gran parte de sus sueños y su pesadillas.
Y, me pregunto:
¿qué se escribirá de este pasajero de la Casa Rosada, Macri y su entorno
siniestro? si, alguien puede atreverse a llevar a cabo semejante empresa de
ficción, con éxito garantizado de pendular entre el simulacro y lo falaz… ¿qué
puede decirse del rol de los medios corporativos argentinos, que desdibujan la
realidad o la ocultan, acerca de la manipulación de lo transitado y acontecido
en este tiempo, donde la ficción se ha apoderado de la vida de millones de
seres?
Ante la
urgencia del tiempo por el que transitamos, intento, permaneciendo en él,
concebir el doble propósito de explorar la trama de analogías que resignifican
el presente, tan impertinente, que algunos soportamos, como espacio de lectura
del pasado y la afirmación de la escritura, como lugar legítimo de
conocimiento.
Heredero de la
modernidad, fraguada en encuentros y desencuentros, pero siempre fiel a la
tradición de manifestarme en verdad y libertad, indispensables para llevar a
cabo una concienzuda investigación del pasado reciente, tan arbitrario y
mezquino en quienes debieron en tiempo y forma, escribir sobre él… soy un
contemporáneo de esta actualidad crítica y de riesgo extremo, donde pareciera
que todo se ha fundido en un pantano, eliminando los principios éticos, que
hacen a al ser y la comunidad… impedir que quienes han estafado, robado,
asesinado, violado, mentido, desde sus funciones ejecutivas, legislativas,
utilicen la palabra “Justicia”, en torpes y oportunistas discursos de mesa de
dinero, simulando un simulacro de gobernabilidad, que no es tal.
Nietzsche
sostiene, que el ser humano es tal en la medida en que puede usar el pasado
para el presente, y llama “hombre histórico” a aquel cuya visión del pasado lo
conduce al futuro… queda por peguntarnos: ¿cuál es nuestro anhelo para el
futuro?… y además como ya fue escrito, lloverá siempre, siempre.
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