“LA REPRESENTACIÓN
Y SU SOMBRA”
FILÓSOFO
Mi sistema de
creencias y descreencias, operan de manera gravitante en este editorial, siendo
de una importancia fundamental, dentro de mis propios límites, a los que no
preciso respondan implacablemente, pues el relato de nuestra vida, siempre es
el ‘saldo de una causa’, que doy a conocer, desde el sentir y pensamiento,
contaminados por lo ‘real’.
En el mundo, la
mayoría de los habitantes del planeta, está absolutamente desvinculada de la
política… no nos extrañemos, entonces, que a los pueblos, no les interese
permanecer en esta simulada democracia fingida y excluyente, ‘sombra de la
representación’… “cleptocracia” “plutocrática”, reina y destruye el ser y estar
en la tierra.
En Argentina,
es demasiado notorio, de qué manera, ante el ‘estado de las cosas’, el gobierno
conservador y excluyente de Macri, empobrezca y reprima a un pueblo, el argentino,
donde las convicciones respecto a una vida en verdad y libertad, sean solo, un
recuerdo de mejores tiempos, o, un horizonte al que jamás se ha arribado… es
así, no nos engañemos más, puede ser pernicioso para nuestra salud… ¿y el
affaire Panamá Papers?, ¿no es materia para que los medios mercenarios,
comiencen a investigar sobre los evasores y lavadores?… ¡pero no! el
inestimable socio de financistas y gobernantes, el blindaje mediático, protege
a los que atentan a la legalidad, hoy desvirtuada y manipulada.
Las
convicciones, solo resultan creíbles cuando se fundan en una trayectoria… no
ignoró jamás que el riesgo al silencio es infinitamente mayor que el riesgo de
la palabra, que no debe desaparecer en su función vital de “decir algo”, a
pesar de todos los obstáculos y riesgos que ello implica en este mundo,
violentamente afectivo. El asumir, desde los “bordes”, la función, de ser
portavoz casual y espontáneo de los sin voz, en conocimiento, de causas y
efectos, en momentos críticos del devenir histórico de la especie y su
circunstancia, no dudo, es de vital importancia… Mantener el equilibrio en
distancia y lograr cierta objetividad subjetiva, se impone, ante la desmesura
triunfalista que se palpita, en el optimismo, que irradian los comunicadores de
medios socios y en los fans de Macri y compañía, con desparpajo y grosería
indisimulada, de provocar y confrontar.
Los adversarios
de la autodeterminación e independencia de los pueblos, hace años, están
representados, en ‘relato espejo’, por los medios económico corporativos
maniqueístas, que blindan los delitos y corruptelas de disfuncionales
funcionarios y sus cómplices, de democracias fingidas. Medios, que otorgan
blindaje a todo lo que tiene de degradante este tiempo de traiciones, pactos,
mentiras, robos, asesinatos, confrontaciones de todos contra todos, cumpliendo
el rol de jueces y fiscales de instancias fabuladas, víctimas y victimarios de
un teatro insano y bufo.
Medios que se
expresan en perversión de segundo grado, instalando una “trampa permanente”
para la verdad y la libertad de expresión, un derecho humano inalienable…
medios, que lanzan cortinas de humo sobre lo esencial, que no se dice, no se
explica, no se muestra, a fuerza de juicios y parcialidades, la verdad se
oculta… la verdad, principal víctima, del fraude existencial al que estamos
expuestos… medios, conformados por informantes rentados con tendencias
dogmáticas anoréxicas, que junto al aditamento de lo falaz, articulan la
escritura psicopática, perversa y pervertida, apuntalada por demasiados
aliados, demasiados recorridos seguros dentro de las distintas ciudadelas del
poder… sin riesgo alguno en ser excluyentes y difamadores, aún en detrimento de
sus fieles lectores, colonizados e imbuidos de la influencia de la “gran
mentira” de las democracias fingidas.
La plasmación
de los valores que predicaba la democracia, solo son “sueños de libertad”,
guardados en la memoria de la historias, que jamás se han cristalizado en acto.
Y estos valores
han sido causa de grandes luchas políticas en busca de su implementación. Pues
bien, asistimos a un cambio sustancial del concepto de democracia, ella dejó
paulatinamente de lado ese núcleo vital de valores a preferir, para reducirse a
una maquinaria de gobierno, a una democracia procedimental-fingida.
Ya no más
predicación de valores, lo que supone preferir lo sustancial y posponer lo
aleatorio. Para esta democracia fingida, solo vale que el procedimiento sea
coincidente con el sistema de normas. La corrupción que pulula por todas partes
se produce cuando el sistema normativo cae en desuso. Nos hemos transformado en
sociedades anónimas… nos gobiernan gerentes, que obedecen a directores de
corporaciones fantasmas… ¿cabe alguna duda?
Todo un desafío
responder a esta pregunta, para un hombre del tercer milenio, acompañado de la
sensación de tener de alguna manera, razón en resistir a toda la trampa del
sistema, que inhibe, incluido el procaz lenguaje, que impone la violencia de un
metarrelato, demasiado consustanciado con este tiempo con futuro calculado,
pero con rumbo seguro a impulsar, un giro inesperado a un espacio de verdad y
libertad, donde se ‘medite con huellas’, sin otorgar espacio alguno a los
especuladores y negociadores de la vida… un a priori incesante.
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