DAVID BOLLERO
El despido de Ignacio Escolar como tertuliano de la
Cadena SER no me apena especialmente por él, sino por la profesión. No me
entiendan mal, pero a Escolar no le va a faltar lugar en el que seguir
realizando sus análisis políticos. De hecho, él pertenece a esa clase de
periodistas que siempre me han dejado atónito: ¿De dónde saca el tiempo para
dirigir un diario entre tanta tertulia, y tanto evento salpicados por decenas y
decenas de tuits?
Lo que me da pena es que un periodista sea despedido
de un medio por haber publicado algo que es verdad. Lo que me parece una
atrocidad es que Juan Luis Cebrían esté detrás de este despido
porque eldiario.es ha sacado a la luz su relación
directa/indirecta con paraísos fiscales. Es terrible que el presidente
ejecutivo de Prisa, que puede tener el título de Periodista pero que hace años
que no sabe qué es el periodismo, se atreva a vetar a un profesional en su
grupo mediático como venganza personal. Eso me da pena.
Pero, ¿saben qué otra cosa me revuelve el estómago?
¿Saben qué es lo que debería haberse preguntado Escolar
en su columna? Pues muy sencillo, que¿dónde están
ahora Pepa Bueno, Carles Francino, Iñaki Gabilondo, Gemma Nierga, Javier del
Pino, Montserrat Domínguez, Àngels Barceló… y ese largo etcétera de
estrellas mediáticas que se pueden permitir el lujo de plantar cara a Cebrián?
Que Cebrián era un miserable ya lo sabíamos. Lo
sabemos desde que en plena oleada de despidos y con pérdidas, su
retribución en metálico se disparó un 35%, cómo sumando lo que cobraba
en metálico, más la entrega de acciones, más los títulos del grupo, su
compromiso de permanencia, etc. se embolsaba 14 millones de euros.
Y mientras, la SER a cuadros porque pasó una inspección y estaba
plagada de becarios haciendo trabajo de plantilla… y él con su bonus
por jubilación de 1,2 millones anuales.
Como digo, que Cebrián es un miserable ya lo sabemos,
pero ¿en qué lugar quedan esas estrellas mediáticas si no expresan públicamente
su solidaridad con Escolar?No porque sea Escolar, otra estrella mediática,
no; sencillamente porque es periodista. ¿Qué opinión debemos llevarnos de
ellos si, ya no digo que informen de este atropello (que tampoco lo hacen),
sino que hagan un comentario en defensa de la libertad de prensa,
cuya celebración se aproxima?
Escolar, esa pregunta, quizás, debería hacerla a sus
colegas porque ellos son pesos pesados de los que Cebrián no puede prescindir
y, si lo hace, no les costará encontrar casa en la que seguir desarrollando su
labor. Esperar solidaridad de compañeros anónimos (y para gente como Cebrián,
de usar y tirar) es sencillo, de las estrellas mediáticas, parece que no lo es
tanto.
Y me pregunto yo, si no manifiestan solidaridad
pública, ¿qué les dirá la conciencia a estos colegas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario