VERDADES COMO PUÑOS
ANGHEL MORALES
Cuando mi compañera
y yo hablamos de amor, yo siempre digo lo que se, pero estoy seguro que mi
compañera sabe mas de lo que dice.
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No me gusta estar al
servicio de nadie, ni siquiera en caso de extrema necesidad.
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Hay personas que
razonan tan bien, que hasta parece que tienen la razón.
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Mi libertad comienza
donde termina la de mi suegra.
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Quien delante de ti
critica de otros, seguramente delante de otros critica de ti.
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Aquel hombre usaba
la cabeza para algo mas que para llevar el sombrero.
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Tenemos ojos, pero
el verdadero arte consiste en saber mirar.
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No soy enemigo de
nadie, pero no puedo evitar tener enemigos.
Cuando niños
anhelamos ser mayores, pero de mayores queremos ser niños.
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La mayoría de las
leyes son la negación de la justicia.
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Vivimos en ciudades,
que son solamente tumbas de muertos para los vivos.
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Los hombres se
agrupan solo por temor.
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Alegría y tristeza
son inseparables, sin la una no reconocíamos a la otra.
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El amor es una senda
por la que pocos pasan.
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Las estrellas son
las ventanas del cielo.
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Un pueblo sin
conciencia es un balón que los líderes políticos mueven a su antojo.
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Del llanto de unos
se ríen los otros.
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