EL VUELO DE LA PARDELA
¿NECESITAMOS UN NUEVO DICCIONARIO?
Graciliana Montelongo Amador.
Todos los días escuchamos y leemos noticias a las que si les dedicamos un tiempo y analizamos lo
que dicen, llegas a pensar que los diccionarios están equivocados u obsoletos.
Si los utilizamos para aclarar dudas o
entender todas esas palabras y hechos que están sucediendo, el resultado no se
identifica con la realidad. Por ejemplo:
La palabra ladrón: Se aplica al que
roba. Robar: Quitar una cosa de valor a su dueño con violencia o engaño, lo
cual constituye un delito. Hiperbólicamente
cobrar demasiado caro por una cosa o un
trabajo o engañar a alguien en un negocio (Esto me recuerda a las comisiones
abusivas de los bancos y al presunto caso de
la infanta) Mentira: Cosa que se dice sabiendo que no es verdad, con la
intención de que sea creída. Mentiroso: El que tiene por costumbre mentir. Delito: Acción penada por las leyes.
Democracia (Aun por definir) pensábamos que conocíamos su significado, pero lamentablemente
descubrimos lo contrario. Partidos
políticos (Esto no está en el
diccionario, lo que voy a escribir) En este país tenemos de derechas, de centro, de izquierda. Luego hay varias
ramas o ramajes, que son: Los de
centro derecha, centro izquierda… Y así suma y sigue. Entonces la pregunta es ¿Y las
esquinas, los de delante y los de atrás? Esas no son ramas, no son nada. Pero
da la casualidad de que ahí, es donde
está el resto de la población. La
mayoría de los afectados, los que
soportamos la carga de esta hecatombe, provocada por una minoría, que domina y controla todo. Si no
logramos ahora que se aproximan nuevas elecciones, garantizar
la transparencia de las cuentas del dinero que manejan
los partidos políticos, continuaremos igual. La corrupción seguirá siendo la protagonista. Estamos al borde del abismo. No
podemos terminar como en otros países,
en los que la gente tiene que huir (los que pueden) porque no pueden vivir bajo el yugo de los poderosos.
Espantoso es el ejemplo que les damos a los
jóvenes y a los niños. Ellos son
esponjas, que absorben todo lo que ven, lo que oyen, lo que leen. Qué clase de
mentalidad estamos forjando para mañana.
Escuchar a nuestros gobernantes citando parábolas de la biblia para
insultarse unos a otros, es vergonzoso. Mientras, la población lucha
desesperada por llevar algo de comida a la mesa. Está claro que vivimos en
mundos diferentes, ellos allá… con la biblia en la mano (Parece que se
volvieron muy religiosos de pronto) y nosotros acá, aguantando como podemos para
seguir adelante ¿Pensarán que son graciosos, o que así, van a conseguir más votos?
También días atrás, escuchamos al
presidente del gobierno Mariano Rajoy decir que
estaba seguro de la inocencia de la infanta. Pero ¿Por qué está tan seguro? De lo único que nosotros, si estamos seguros,
es de que no están haciendo nada para fomentar el
empleo. De que cada vez hay más gente en situación de extrema pobreza ¿Necesitamos un nuevo diccionario para poder entender toda esta situación? O
¿Necesitamos más justicia y transparencia?
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