DANZAS...
DUNIA SÁNCHEZ
Danzas con el sabor de
la espuma que se ensancha hasta tu vientre. Dices del tiempo que has vivido con
la balada de los astros. Los miras en esta noche donde las nubes han ido a
dormir, donde la lluvia se ha esfumado como estrategia para que tú seas himno
del oleaje. Y sientes que el océano te
habla, que de sus fondos abisales salen palabras a tus inquietudes.
Ella: Y el fuego se
calma. Y la lluvia se va. Y las nubes se evaporan. Ahora soy eco de una luna
que con su refulgida imagen parece decirme baila, baila.
Océano: Y el fuego se calma. Y la lluvia se va. Y las
nubes se evaporan. Ahora eres mía. Estás en mi cuerpo. Y mi esencia te lleva a
esa danza con las olas. Tu misma eres logro. Logro entre el equilibrio madre
tierra y ser.
Ella: Si danzar. Al son de las flautas del
universo. Al son de este sereno oleaje que me llevaré lejos, muy lejos. Donde
las rocas magmáticas escupen viejas leyendas de náufragos. Sí, veo aquel faro
al cual una barca quería llegar como promesa de un amor, de una esperanza pero
se vio absorbida por el rugir de una marea. Cuando alcanzó la roca-lisa,
aterciopelada- su ser se incorporó en el mundo de la libertad. Ja. Eso creía.
Muerte de sus sueños. Muerte de su amor.
Océano: Este mundo es
injusto. El desequilibrio es arma que extermina a los inocentes. Hambre. Hambre
de mareas que los llevarán a la deriva cuando sus carnes corroídas son fuerza
vaga. Danza. Danza mujer. Olvida los
náufragos. Aquí duermen entre caracolas y algas con la sombra de sus recuerdos
mecidos por las mareas. El viento sur
los llevará hasta la garganta del insolidario y aprisionara sus sienes hasta morder
su conciencia.
Ella: Sí, danzar. Sobre esta arena húmeda en recuerdo de los
idos, en compasión de los que vienen.
Una mezcla de pena y angustia viene ahora sobre mí y los violines del
viento rasguean mi pecho. Pero he de ser
fuerte. Sí, afrontar la realidad de este mundo subterránea que aun no ha
brotado.
Océano: Y el fuego se
calma. Y la lluvia se va. Y las nubes se evaporan. Ya se engendrará una humanidad paralela,
justa, benevolente cuando las almas oscuras segreguen toda su malignidad y tú y
yo seamos iguales. Hijos de un mismo planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario