“ESPECTÁCULO
ELECTORAL”
EDUARDO SANGUINETTI -
FILÓSOFO RIOPLATENSE
“Coincidimos en la importancia de los
trabajadores en el país que se viene, una Argentina productiva y con
oportunidades para todos”, palabras del superhéroe Mauricio Macri, intendente de
la ciudad de Buenos Aires... especulativas y repetidas hasta el cansancio por
cuanto candidato que haya intentado acceder a un puesto de poder en Argentina.
Lo
hago extensivo y a modo de ejemplo, a las campañas y discursos políticos que
dan marco en Uruguay, en esta inauguración de un año electoral, a los
“apasionados” manifiestos, esgrimidos por los candidatos de todo el espectro
político.
Imagino,
con cierta dificultad, que no deseo dejar de manifestar, que estos discursos,
actúan cual bálsamo, en los oídos de un pueblo explotado y obediente, que
depositará su voto, un derecho obligado, escuchando las fervorosas y
¿bienintencionadas? palabras de estos prohombres, en espectáculos de rutina
política eleccionaria… demás está decir, a quienes no nos agrada engañarnos,
que estos gobiernos jamás han legitimado lo manifestado en dichas campañas, que
desde una retórica simulada conforman un “vacío perfecto” para una comunidad un
tanto complaciente.
La
publicidad que acompaña toda esta puesta en escena del espectáculo de la
política, es una tendencia degenerada de la revelación, la única que puede
concebir el pensamiento mercantil que prostituyó al mundo. Así, la masturbación
convertida en método, se extendió a todos los espacios que conforman nuestra
existencia.
Estos
candidatos, ¿realmente tienen conciencia plena de lo que significa llevar a
cabo una gestión de gobierno por y para todos, sin ceder a la presión de las
corporaciones financieras multinacionales que actúan en desmedro del pueblo y
de la tierra que habitamos? Tal como venimos experimentando desde que nacimos,
los presidentes de dictaduras y democracias procedimentales, de ambas márgenes
del Plata, han cedido a la tentación de seguir un degradado sendero en pro de
intereses del capital… ajenos a las comunidades…
En
relación con lo anterior, recuerdo lo manifestado hace unos años en un Congreso
de Filosofía y Comunicación, en una ponencia acerca de los derechos humanos:
“Parece que solo basta proclamarlos y regodearse en promocionarlos, desde los
más diversos organismos e instituciones del poder que los dejan de lado. Así,
en el momento preciso en que es indispensable ponerlos en práctica, el silencio
opera de manera sistemática en quienes los publicitan, dando lugar a un
continuo atropello a los derechos humanos, en nombre de intereses políticos de
dominación que dificultan la relación de las comunidades empobrecidas y cada
día más cerca del automatismo como modo de vida”.
El
estado de las cosas nos enfrenta a un gravísimo problema, al que ningún mandatario
de nación alguna u oganismo internacional, parece desear asumir: lo pactado y
pautado en la Declaración de los Derechos Humanos, pues en efecto, el problema
no es filosófico, sino jurídico y sobre todo político.
Invito
al lector, intentar hacer un análisis de la aplicación de los derechos humanos
desde su proclamación en 1948, leerlos y luego observar los acontecimientos en
el devenir de la historia del presente. Creo que, si no pertenece al grupo de
hipócritas que ocupan puestos de gerentes del capitalismo, deberá admitir y
reconocer que lo manifestado por los filósofos, lo formulado por los juristas y
lo proclamado de modo especulativo por los políticos, deviene en un acto de
simulación, pues estamos aún a siglos luz de que los tan mentados derechos
humanos estén implementados y en plena vigencia. La historia humana y sobre
todo la de nuestras naciones latinoamericanas, está apenas en el umbral de su
historia.
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