NACIONALISMO AHORA, Y COMO “EL SASTRE DE TARZÁN”
MIGUEL LEAL
PERIODISMO
HISTÓRICO
Ya
se sospechaba cuando decíamos:
Procesos
electorales que se avecinan en las comunidades del País Vasco, Galicia, y más
polémico aún en Cataluña, como escritor o periodista nos obligan a retomar esta
temática de resultados más inviables que nunca, y no sólo en España sino en
otros muchos países del Orbe…El continuo debate que surge en esta sociedad
canaria a raíz de los editoriales aparecidos en un conocido medio periodístico
nos remiten a otro análisis complementario con base histórica con igual
paralelismo en contextos geopolíticos de parecido o similar origen. Con la
objetividad que se pretende siempre, apuntar que esta incivil guerra mediática
responde al manido pleito insular y desde otros editoriales interesados (y
viceversa), como así se aprecia, al parecer.
Respecto
al fondo de la cuestión ya se ha dicho y publicado –Nacionalismo en el
Regionalismo canario, Casa de Colón, 2000- que los tiempos han cambiado para
los fines que persigue, y así quedó analizado en otro artículo para otro medio
periodístico en octubre de 2007.
Nuestro
entorno europeo con las excepciones de Malta, parte del mosaico balcánico,
Chequia, Kosovo…, la globalización impide los proyectos de segregación
territorial a pesar que el nacionalismo reivindicativo persista.
En
América el paradigmático caso de Québec (Canadá), en Asia Taiwán, Tamiles
(Ceilán)… o enclaves coloniales franceses, ingleses u holandeses en el mar
Caribe e incluso hasta en el lejano Pacífico (Polinesia) entre otras posesiones
coloniales, incluidas también las dependientes de USA… En el supuesto vasco se
pretende un objetivo utópico ahora, pero siempre bajo la amenaza del terrorismo
latente de ETA: lograr la independencia total de España para los pretendidos
territorios vascos (todos). Objetivo este cada vez más difícil como igualmente
lo es para catalanes, corsos, bretones, padanos, quebequenses, zulianos,
cruceños… y no digamos para canarios.
En
debates públicos, habidos en el Centro de la Cultura Popular Canaria, en
determinada controversia se ha dicho que: “al soberanismo referido a un independentismo
radical, también constituye una pretensión utópica inviable para estas islas en
este momento; y así se reflejó en un artículo hace algún tiempo”. Decía (y se
dice) que: … los tiempos de independencia-soberana ya han pasado, al parecer en
la década de los 60-70 pasados al socaire de los procesos africanos del
momento. No lo desean la mayoría de votantes en los territorios aludidos (hoy
por hoy).
No
obstante, los nacionalismos (con o sin aquella finalidad) son siempre
protagonistas y con más o menos fortuna superan cualquier obstáculo para que el
sentimiento persista, con frecuencia de forma violenta. No es factible en
Canarias (a pesar de sus reconocidos derechos históricos). Se sospecha que,
para este Archipiélago, terminará triunfando las tesis del ex magistrado Eligio
Hernández, años ha, y que así corroboraba, en un medio de comunicación, el
comentarista político Fernando Munuesa (tampoco sospechoso); apuntaba que el
estado federal para España de forma larvada se está gestando (incluso en determinadas
conversaciones a tres bandas, en aquel momento).
Además,
ya se apuesta nuevamente por el estado confederal (o asimétrico) a medio o
largo plazo que es el que solicitaba Juan José Ibarretxe previo a referéndum, y
que retoma ahora Artur Mas para Cataluña a pesar de su previsible fracaso, que
lo aprecia cualquiera que quiera…
Se
retoma el federalismo regional que intentó (y consolidó) la Primera república
-1871- y se tanteó en la Segunda (1931) Sabemos que durante la etapa
republicana, con motivo de la discusión en las Cortes del Título Primero de la
nueva Constitución, surgen proyectos conjuntos para dar soluciones a la
problemática socioeconómica canaria; fracasarán por el problema de la
capitalidad regional y el “pleito periodístico” (negativo a estos fines,
claro).
En
el mandato del Frente Popular, se produce un principio de acuerdo entre el
líder de Gran Canaria el socialista Junco Toral y el tinerfeño Gil Roldán,
definiendo un texto de estatuto autonómico, que no vio la luz al instaurarse
tras la guerra civil un estado dictatorial férreamente centralizado de todos
conocido.
El
art. 10 de la citada Constitución republicana, decía: “Las provincias se
constituirán por los Municipios mancomunados conforme a una ley que determinará
su régimen, sus funciones y la manera de elegir el órgano gestor de sus fines
político administrativos. En las islas Canarias, además, cada isla formará una
categoría orgánica provista de un Cabildo insular como Cuerpo gestor de sus
intereses peculiares, con funciones y facultades administrativas iguales a las
que la ley asigne al de las provincias…” La teoría federalista que pregonaba
Cubillo a estos efectos, parece.
La
jefatura del estado (de encomiable trayectoria post franquista) no sería óbice,
puede hacer funciones presidenciales, al parecer si así lo recoge “ad hoc” una
nueva Constitución… y con fórmulas similares al RU.
Se
ha dicho (desde lo universal a lo local) que Canarias como espacio
extraterritorial sí dispone de especificidad singular reconocida en la UE.
Parece que un auténtico nacionalismo como defensa del entorno propio, en lo que
se refiere a identidad, tendrá lugar cuando el nativo canario tenga conciencia
de dicho “acerto”, al que se sumarán los no canarios, concepto éste que ya
hemos definido como “neo criollismo”. Afectará a residentes que sufrirán la
problemática “globalizadora” (inmigración, falta de infraestructuras
elementales básicas, inseguridad…) como si fueran canarios. Pero surge un
desenlace distinto: Los resultados electorales serán siempre a favor de
partidos mayoritarios con sede en la capital de España (ya se apreciaba en
Cataluña). De ahí la teoría que da fuerza para potenciar el citado estado
federal… Se visionan medidas de cohesión estructural con el respeto a las
singularidades culturales de cada enclave territorial con geopolítica o
historia propia en el contexto general.
Desde la historia (y periodismo) se pretende analizar estos postulados
con la objetividad histórica necesaria, aun conociendo lo polémico y
contraproducente del asunto…
Por
tanto nos preguntamos: ¿cuándo se ha visto que un ministerio del interior “vaya
a por todas” con “todo el peso de la Ley” como se aprecia últimamente? Está
claro disponen de datos informativos que la mayoría de censados en determinados
territorios con pretensión nacionalista-soberanista no depositarán el voto por
estas posiciones, ahora más a la baja que nunca. ¿Se actuaría de igual modo si
se conocieran resultados electorales del 60-70 por ciento a favor de las
mismas, incluso dando cobertura a un nacionalismo moderado? Evidentemente no;
pero ¿por qué? Es la gran interrogante y es nuestro caso canario. No somos
sospechosos de incoherencia…, pero…
Esto
es lo que hay nos guste o no, y ahora más inviable que nunca por la crisis
económica jamás conocida en periodo democrático. Es opinión de
Miguel Leal Cruz. Escritor y Periodista
www.periodismohistoricosl.blogspot.com
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