miércoles, 29 de diciembre de 2021

¿DESDE DÓNDE?

¿DESDE DÓNDE?

JOSU AIZPURUA

Alucina ver la teatralidad y firmeza con la que el Rey habla desde la TV y pierde 3 millones de televidentes.  En el mundo mediático, si un presentador pierde 3 millones de audiencia, es eliminado inmediatamente, pero, la realeza es diferente y en vez de a la cárcel; va a Abu Dabi.

¿Con qué autoridad habla este señor?

No es divina, pues ya quedó claro que el Altísimo no se mete en política y no designa sagas reales. Eso fue una falacia medieval para justificar el poder real. Hoy ya nadie se atreve a considerarlo, ni los más talibanes de la iglesia.

Tampoco es humana, pues elegirlo, elegirlo; no lo ha hecho nadie democráticamente.

No es destacado en ninguna de las ciencias actuales, ni en carisma mediático, ni en canto o en deporte, y tampoco ejerce de influencer en las redes. Su vida es de lo más anodino y llama “trabajar” a pasearse y mover la mano. ¿De dónde saca el valor para ponerse al frente de un país y soltarle un mitin soporífero cada Navidad?

Su patrimonio personal, es mejor no tocarlo, y su legado le viene del Caudillo Franco y Campechano, pues la Reina Isabel advirtió al mundo que sus hijos no los había hecho con el rey Borbón, por lo que la saga se extinguió. ¿Es un okupa en el borboneo?

No es posible que, con este CV, alguien se atreva a ejercer la misión constitucional que le designa como Jefe de Estado. Es osadía, descaro, agravio democrático, y anacronismo histórico.

Pero a Marchena le gusta, y a miles siervos de la Casta que ven en él la razón de sus buenas posiciones para atacar el pastel estatal y la impunidad de sus acciones pasadas, presentes y futuras. Esta es la única razón para que este señor salga en TV por Navidad y se pasee con aire de notable por donde le dejan ejercer. A la Cañada Real; no va.

“¿De dónde saca pa tanto como destaca?” De Borbón nada y de Grecia menos.

Ni sangre, ni nombramiento, ni herencia borbona, entonces ¿por qué borbonea? ¿Qué le contará a Leonorcita para convencerla de que es una princesa que vivirá del cuento?

Pero nosotros somos súbditos, vasallos, gentes de otro estamento, incapaces de comprender esos misterios reales y además reos de agachar la cabeza y doblar rodilla ante este espécimen humano de un valor incalculable que somos indignos de calcular.

Cómo vamos a compararlo con un Presidente de República, que estudió en la pública, trabajó en la empresa privada, se ganó el respeto ciudadano y lo eligieron en competencia con otros candidatos de ideología diferente.

¡No hay ni color! Viva España viva el Rey.

 

 

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