domingo, 3 de diciembre de 2017

POPURRÍ DE INCERTEZAS POR: EDUARDO SANGUINETTI,

POPURRÍ DE INCERTEZAS
POR: EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO
Casi todo lo que sucede está planificado, muy pocas cosas ocurren por azar. ¿Quién premia a los mismos?, ¿quién invita a los mismos serviles clowns a dar atroces conferencias pasteurizadas? Ninguna voz que tenga “algo” que decir ante tanto atropello, en el “nuevo orden” instalado por decreto oral, solo el sonido del coro de mercenarios bajo bandera de remate, en estudios de TV y programas radiales aburridísimos…siempre los mismos diciéndose las mismas cosas unos a otros…la sociedad de los aplausos mutuos ha triunfado, ¿no les parece? Volvieron los oscuros pajarracos alimentándose de restos humanos.
Cuando un país es no alineado se instalarán bases militares de imperios en putrefacción sin solicitar permiso. ¿El hundimiento del submarino Ara San Juan es una estrategia imperial?, ¿qué sucede, Macri y Cia.?, ¿de qué hablan cuando hablan de cultura?, ¿por qué son tan restringidos en sus ideas?, ¿saben qué significa el goce estático, y el placer de entregarse a permanecer en paz y armonía? Creo que el budismo Sri Sri lo tomaron para reprimir y no para ser austeros en sus maneras y modos de existir.
¿Y Putin? Jamás he visto tanto interés en las potencias planetarias en “dar una mano” escondida en un enigma, un metalenguaje que inhibe, argentinos ¿ustedes, sí?, ¿la guerra fría está en la Patagonia?, ¿qué caos en el caos se ha sembrado, no?, ¿por qué tantas mentiras, encuentros desencuentros de ministros incapaces, secretarios de estado inútiles y un popurrí atroz de enfrentamientos espectaculares, simulados?, ¿por qué no podemos buscar culpables? ¿los hay no?, ¿la prensa mercenaria y sus clowns lanzan mentiras de ninguna verdad, no?, ¿secreto de estado?, ¿quién es el estado? Creo que nos toman por estúpidos, algunos no lo somos, recuérdenlo. ¿Qué ha sucedido con el submarino Ara San Juan?, ¿por qué mienten todo los días?, ¿por qué tenemos que soportar tanta basura difamando a diestra y siniestra? y, argentinos, nuestra dignidad se antepone a todo, ¿lo han olvidado?
La simulación, el fanatismo a tendencias totalitarias, el desparpajo, el conservadurismo liberal y el autoritarismo, son la norma y regla de quienes gobiernan en Argentina… deviene preguntarse, ante la alternativa y alteridad, en la urgencia del momento que vive este país, ¿quién de los legisladores temerosos y traidores que no adhirió al modelo neoliberal excluyente y explotador menemista y de la dictadura? Sincerémonos, pues nada cambiará. La mentira y la farsa, reinan, y no olvidemos, que los pueblos sin memoria llegan a ser sojuzgados por dictadorzuelos, y que de un modo u otro son cómplices del fraude y la corrupción, de la estafa y del exterminio de una nación.
Las convicciones solo resultan creíbles cuando se fundan en una trayectoria; no ignoró jamás que el riesgo al silencio es infinitamente mayor que el riesgo de la palabra, que no debe desaparecer en su función vital de “decir algo”, a pesar de todos los obstáculos y riesgos que ello implica en este mundo, violentamente afectivo el asumir dicha función en este momento crítico, en la historia de Argentina, es de vital importancia, pues, asumo ese riesgo.
Mantener el equilibrio, en distancia y lograr cierto objetivismo, se impone, ante la desmesura triunfalista que se palpita, en el optimismo que irradian los medios esclavos y en las hordas fascistas, que se cuentan por cientos de miles en la Argentina de tercer milenio, con patologías pronunciadas de psicosis, mitomanía severa, cleptomanía y tantas patologías, que devienen de haber soportado una vida espantosa, sin goce, solo “mordiendo bronca”, incluyo a peronistas de toda tendencia, que tanto mal han hecho a esta Argentina, acribillada por el milagro satánico, de la estafa a hora, en tiempo y espacio.
Estos infames plutócratas apestaron la vida de millones de personas, que se mueven afanosamente entre la sobrevivencia y el hastío: náufragos, que la miseria aplastante arrastra en la abominable persistencia de ya no reaccionar ante la desolación, cual itinerario de existencia en los bordes.
Con compasión enternecida y sarcasmo ocasional, no puedo dejar de decir que, detrás del espectáculo de una democracia fingida, lo que está instalado en el mundo, en realidad, es un poderoso deseo de control al pueblo. Noam Chomsky avizoró el porvenir, que es hoy, cuando dijo: “Los medios de comunicación son a la democracia lo que la propaganda es a la dictadura”.
Hoy existen medios alternativos de comunicación, que las mayorías no leen ni escuchan, en los que los aparentemente más capacitados e informados escriben, siendo más creíble su información que los que lanzan las grandes empresas mediáticas y el Estado. Muchos de estos periodistas han sido comprados o amedrentados, pues su escritura ya no es la misma, han puesto paños fríos a las denuncias, devenidas en suaves descripciones de realidades fraguadas. La cobardía y el dinero impusieron criterio, no se termina nunca de cavar en la podredumbre humana.
La ambición mediática, al no poder afiliarse a un ideal o una ideología política, sin causas éticas que defender, ni demandas sociales que satisfacer, va por acumular dividendos cuantiosos… mercenarios infiltrados en estas corporaciones económicas, hacen y deshacen la vida de los pueblos, ¿caben dudas? Tantos nombres para dar, tantos…lo dejo para lanzarlos en el momento preciso en que la crisis ya instalada, sea irrefrenable, no falta demasiado.
Infinidad de ciudadanos de las más diversas latitudes, desde las redes sociales, denuncian el espionaje y el control ejercidos por el Estado, pero sin embargo son muy pocos los ciudadanos que critican la vigilancia ejercida por las empresas privadas. Y no dudo que es tan peligrosa esta como la de los estados, pues no cabe duda de que no haya diferencia entre el Estado y las grandes empresas o corporaciones. Están unidos por los mismos intereses de poder y sojuzgamiento de los pueblos. Lástima que no caen en la cuenta de que están unidos en un destino fraguado en usinas de inteligencia.
Los que sobrevivimos en Argentina, gobernada por incapaces, insensibles, mentirosos, blindados cobardes sin tierra, excluyentes empleados de las bancas poderosas del denominado primer mundo, somos invencibles, héroes del tercer milenio, ¿cabe alguna duda?
Y termino este editorial, con un fragmento del último capítulo de mi ensayo “Final en forma ordenada” que no dudo se asimila a este tiempo donde pareciera lo esencial no ha sido dicho, ni hecho, nos queda por crear un mundo a la medida del bienestar de los pueblos, a pesar de las amenazas, los atentados, los crímenes cometidos en nombre de las órdenes de funcionarios sin otro norte que asesinar, imponer dislates a cualquier costa. ¿tienen alguna duda? (Ed. La Cifra, 2000): “Cuando se calumnia a los puros, cuando la ética no encuentra su sitio, cuando se manipula a los hombres probos como si fueran residuos, cuando se aniquila la nobleza y en los tribunales se acepta la mentira… cuando se deshonra nuestro pasado y se falta a la palabra empeñada, cuando una comunidad entera comienza a tener la certeza que los dueños del poder no escuchan razones ni argumentos y que no existe apelación posible, cuando ya se cae en la cuenta de que existe una desinformación cierta al servicio de intereses particulares, sin importar el nombre que elija el sistema para enmascarar su avidez, su egoísmo…cuando la miseria es la norma, cuando de a poco se cae en la cuenta de que Ellos están dispuestos a destruirnos, cuando finalmente el pueblo cae en la cuenta de todo esto, pienso que ha llegado la hora.
Ha llegado la hora de la justicia y no hay nada más humano y más pleno de sentido que la “justicia” ejecutada por los que resisten al poder de los estúpidos, a la justicia criminal, a la avidez pequeño burguesa, a la hipocresía de los políticos, a la inflexión de los intelectuales, a la manipulación de las corporaciones económico-mediáticas.
Esa visión comienza a recorrer el mundo…la figura del héroe mítico aparece en los sueños, se desliza y corre entre la gente…como un rumor y una leyenda…levemente…suavemente

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