domingo, 21 de abril de 2019

VÍA CRUCIS DE PRISIÓN, DEBATES Y FAJINES


VÍA CRUCIS DE PRISIÓN, DEBATES
 Y FAJINES
GERARDO TECÉ
Día VIII de campaña electoral: Viernes Santo con la cruz a cuestas de ver a políticos teniendo que hacer campaña desde una prisión. Después de la escena de ayer, en la que al presidente de ANC, Jordi Sánchez, los escaparatistas carceleros le colocaron una bandera de España y un cuadro de Su Majestad El Rey Preparado –sólo faltaba un lema electoral que dijera “¿Qué pone en tu DNI?– esta mañana le tocaba al líder de ERC, Oriol Junqueras. En este caso sin linchamiento simbólico. Una multitudinaria rueda de prensa. A un lado periodistas de todo el mundo. Al otro Junqueras solo, desde una habitación de la cárcel de Soto del Real. El mensaje de Oriol, obvio y claro: cuanta más fuerza tenga el republicanismo catalán, más opciones tendrá en la defensa de sus posiciones. El fondo del mensaje, igual de claro pero con unas toneladas de retranca: imaginaos si estoy dispuesto a defender mis ideas, que estoy aquí, encerrado en una prisión por hacerlo. ¡Una abraçada, Carles!, le faltó añadir. Superada la impresión primera por la novedad del formato, los periodistas pusieron sobre la mesa el motivo que les había llevado a esa rueda de prensa: ¿quién va a gobernar España si depende de ti, Oriol? La respuesta de Junqueras nos situaba en el día siguiente a las elecciones: hará todo lo posible para que en España no gobierne la extrema derecha, pero no dejará de defender sus posiciones. “Os lo digo desde aquí, desde la prisión”, repetía Junqueras otra vez, como mandándole una abraçada a Pedro.

Hablando de Pedro. Si la frase dice que rectificar es de sabios, en este caso la rectificación del presidente con el asunto de los debates televisados, además de sabia, parece maquiavélica. Ok, ¿os ponéis tontorrones con vuestro debatito en la privada? Pues tendremos dos. Acabamos el de TVE, recogemos las cosas, nos bebemos un Red Bull y nos vamos a Atresmedia. El presidente lanza un órdago consistente en un 24 horas de Le Mans político. Veremos el resultado del movimiento de piezas. Tras cada una de estas jugadas estratégicas del presidente, siempre imagino a Iván Redondo –asesor gurú y mano que mece al presidente– acariciando un gato sentado en un sofá orejero.

José María Aznar estuvo ayer de procesiones por Sevilla. Las abdominales más famosas de la derecha española –sólo por detrás de las del tronista y tertuliano Rafa Mora– acudieron a un balcón de honor desde el que disfrutaron de la procesión de la Hermandad del Baratillo. De las 71 hermandades que conforman la Semana Santa de Sevilla, José María Aznar se decantó por la más mediática del momento: la que este año ha realizado el recorrido exhibiendo un fajín perteneciente a Francisco Franco. Todo un guiño a la unidad de la derecha. El pacto del fajín podríamos llamar al asunto el día que Casado, Rivera y Abascal compartan despacho en La Moncloa. El Consejo de Ministros estaría presidido por una fotografía de la tableta incorrupta de Josemari posando con el fajín. En él se aprobaría que la Semana Santa fuese eterna. Qué calvario.

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