COMPRAR MARIHUANA EN FARMACIAS, UNA REALIDAD EN URUGUAY
NELSON FERNÁNDEZ
A
partir de hoy, el 19 de julio será recordado como el día en el que Uruguay se
convirtió en vanguardia mundial para los derechos de los consumidores de
marihuana, con la venta al público en farmacias.
La
atención estará puesta en los comercios que empezarán a vender los sobres de
cannabis para armar un porro en cualquier esquina, lo que es parte de una ley
votada en diciembre de 2013 y que tuvo varias etapas de instrumentación. Sólo
podrán comprar los uruguayos que se hayan anotado en un registro, y bastará con
su huella digital para identificarse; podrán comprar dos veces por semana y un
máximo de 40 gramos al mes.
El
envase de cinco gramos costará 6,53 dólares. Por lo tanto, el gramo de cannabis
psicoactivo de uso no médico costará al público 1,30 dólares y estará exonerado
de todo impuesto.
El
dueño de una farmacia de la ciudad de Paysandú, limítrofe con Colón (Entre
Ríos), se jacta de ser el primer comercio anotado para este fin. Sin embargo,
son pocas las farmacias que aceptaron entrar en el negocio: de los casi 1000
comercios farmacéuticos, 16 solamente se anotaron para la venta de los dos
tipos de sobres con cannabis. Algunas, por normas de seguridad, y otras, por
compromisos con proveedores, que no ven con agrado la asociación de marca.
El
gobierno uruguayo esperó que se sumaran más comercios, pero incluso una cadena
que había ofrecido locales para las capitales departamentales donde no hubiera
ni un puesto de venta anunció que desistía del caso, porque los procedimientos
les generaban dudas.
El
consumo de drogas no estaba penado en Uruguay, pero sí la producción y la
venta, por lo que si la policía encontraba a una persona con un cigarrillo de
marihuana no tenía motivos para detenerlo. Las investigaciones para encontrar a
quienes cultivaban o comercializaban eran una forma de frenar a los
consumidores.
La
ley votada en el gobierno de José Mujica (2010-2015) y aplicada en aquella
administración y en la actual, que preside Tabaré Vázquez, ha permitido el
cultivo para consumo personal y la instalación de clubes de fumadores que
cultivaban en forma colectiva. No obstante, el paso que se da hoy es
considerado histórico por sus características.
La
marihuana no es producida ni vendida por el Estado, sino que todo está a cargo
de privados, aunque con regulación estricta de un nuevo organismo: el Instituto
de Regulación y Control del Cannabis. Hay dos empresas que producen (Iccorp y
Simbiosys) y 16 farmacias que venden.
Hasta
el 10 de julio, las personas registradas para comprar marihuana en las
farmacias eran 4711. De ellas, el 70% son hombres y el otro 30%, mujeres.
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