EL REGAÑO DE RUBALCABA A ERREJÓN Y LA APNEA DE PABLO CASADO
JUAN CARLOS MONEDERO
No
termina de entender el viejo PSOE de Rubalcaba que España ya no se parece a
ellos. Ese viejo PSOE con el que Podemos no pudo negociar porque habían pactado
el programa con Ciudadanos (por eso no pudo ser el pacto y hoy, en cambio, se
puede explorar). Ese viejo PSOE que no termina de entender que lo mejor de la
Transición lo hizo el pueblo, no los políticos. Que la democracia no la trajo
el Rey, sino que casi la echa a perder el 23-F, y que Suárez ahora da nombre a
un aeropuerto pero todos lo traicionaron y le insultaron. Rubalcaba insiste:
¡Todo lo hicimos nosotros! Pero no. Los logros democráticos siempre son del
pueblo y los errores, por lo general, son de los políticos. Por supuesto. Los
pueblos tienen los políticos que se merecen. Pero los políticos, en las
democracias representativas, tienen la capacidad de hurtarse a ese juicio.
Fueron
los pueblos de Europa los que se juntaron para salir de la crisis de 1929, de
la de 1973, de la de 2008. Fueron los políticos quienes arruinaron esa alianza
de clases medias y sectores populares. Si se trata de ponerse medallas, mejor
dedicarse al atletismo. Los políticos rara vez van por delante de sus pueblos.
Su éxito consiste en saber medir los tiempos. De manera que sus logros siempre
son acertar con los frenos ya que rara vez se atreven con el acelerador. Cuando
el pueblo se distrae, se suelen pasar de frenada. De lo contrario, el mundo
sería maravilloso. Y no lo es. Esto no es un alegato contra el PSOE y mucho
menos contra los políticos. Es un recordatorio de que al lado de los políticos,
o hay pueblo o no hay avances. Porque, por lo general, los políticos son más
ricos que sus pueblos y sus pensamientos no tienen las necesidades de las
mayorías.
El
impulso popular estaba ahí en España a la muerte de Franco, logró echar a Arias
Navarro, pudo impulsar una Constitución y fue el que dio al PSOE la posibilidad
de articular los cambios que requería España a partir de 1982. A veces fue con
el PSOE y otras muchas veces en contra del PSOE. Ha sido recientemente Goldman
Sachs quien ha dicho que durante la Transición tuvieron que ceder porque los
trabajadores estaban en la calle. Muerto el perro se acabó la rabia. Por eso en
2004 Bono puso a desfilar el 12 de octubre a un miembro de las Brigadas
Internacionales y a uno de la División Azul. Por eso Felipe González ha
terminado grabando vídeos promocionando a brokers del petróleo o ayudando a que
le vendiéramos el agua a Carlos Slim.
Dice
Rubalcaba que Errejón se olvida de todo lo que hicieron los del PSOE. Pero
Errejón claro que lo recuerda. Porque recuerda la memoria de los torturados en
la DGS, donde todavía no hay una placa en su memoria. Porque recuerda a los
abuelos que se fueron muriendo sin reconocimiento porque las mayorías absolutas
del PSOE no daban para darles las gracias. Porque recuerda la
desindustrialización de España y nuestra entrada desarmados a la CEE. Porque
compartimos muchas huelgas generales y, también, a los antidisturbios que nos
mandó el propio Rubalcaba cuando el 15-M. Porque sabe que los derechos sociales
los exigió el pueblo y el PSOE siempre los dosificó. Hasta la reforma del
artículo 135, donde los convirtieron en algo subalterno. En Podemos, pese a la
mucha juventud que la habita, hay muy buena memoria.
Hoy
se reúnen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias junto con sus equipos. Porque Pablo
Iglesias tuvo razón. Si se hubiera cedido al chantaje de la gestora, tendríamos
un gobierno de Rivera presidido por Sánchez y realizando políticas similares.
Tendríamos la corrupción desterrada dándola por amortizada por la dimisión de
Rajoy, ni un sólo empresario juzgado y Podemos condenado a la insignificancia.
Y, por supuesto, el CETA y el TTIP se habrían aprobado con el apoyo del PSOE.
Gracias a los militantes del PSOE y a que los inscritos de Podemos decidieron
no apoyar ese gobierno echado en brazos de Ciudadanos, hay hoy, pese a que le
moleste a Rubalcaba, un nuevo PSOE con el que se puede intentar discutir. Gracias
a esa firmeza siguen adelante los juicios por corrupción, y Rajoy y Pío
Escudero van a testificar por la corrupción del PP. Porque Ciudadanos vino con
la bandera de la regeneración y ahí está sosteniendo al gobierno corrupto de
Murcia, el de Madrid y el de España. Fue Ábalos, del PSOE, quien dijo que había
un nuevo PSOE que había aprendido que con Ciudadanos no puede haber avance
social.
Rubalcaba,
como Felipe González, se escudan ahora en el Consejo Editorial de El país. En
sus páginas se mandan cartas al director, es decir, a sí mismos, siguiendo con
su labor de zapa, a ver si, de una manera u otra, debilitan a Podemos. Pero ya
no les salen las cuentas. Había un tiempo donde los editoriales de El país
tumbaban gobiernos, presidentes, ministros. Hoy envuelven bocadillos. Por eso,
leo a Rubalcaba queriendo regañar a Errejón y me da un poco de risa. Y me
compensa que Pablo Casado haya batido el record de apnea cerebral poniendo en
una misma frase a Venezuela, ETA y Cataluña. Dos minutos más sin respirar y
seguro que le cabe también el Estado islámico. Fraga fue fundador de El país.
¿No les interesa incorporar a Casado?
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