OBAMA ENCARCELA A NIÑOS REFUGIADOS, PERO EXPONERLO ES,
¿'VERGONZOSO'?
POR: CHARLES DAVIS
Alrededor de mil novecientas mujeres y niños se encuentran
detenidos en lo que se supone son cárceles para la familia en Estados Unidos. |
Foto: Foto: flickr / Eddie Pérez
Los
Estados Unidos ha encarcelado a cientos de familias de refugiados en violación
de sus propias leyes, pero solo el denunciante ha sido castigado.
"No
le gustaría estar encerrado en un lugar como éste, la forma en que estamos
aquí, sufriendo con nuestros hijos", escribió Lilia Oliva Bardales, una
joven hondureña de 19 años de edad, con un hijo de 4 años. "Yo vengo aquí
por lo que este país me puede ayudar", continuó, "pero aquí me han estado
matando poco a poco con el castigo y estoy en la cárcel sin haber cometido
ningún delito".
Oliva,
llegó buscando asilo en los Estados Unidos, en su lugar fue encarcelada. Estuvo
detenida durante 8 meses en un centro privado de detención para mujeres
refugiadas y sus hijos en el sur de Texas, uno de los varios centros abierto
por el gobierno de Obama.
"Hasta
hace poco", The New York Times informaba el verano pasado, "la
mayoría de las familias fueron puestas en libertad mientras sus casos de
deportación se mueven lentamente a través de los tribunales". Ahora, sin
embargo, alrededor de mil novecientas mujeres y niños se encuentran detenidos
en lo que se supone son cárceles para la familia, tres de las cuales fueron
abiertas tras una oleada de solicitantes de asilo en el 2013 por gente que huye
de la pobreza y la violencia en Centroamérica. (Después de un golpe de Estado
legitimado por Estados Unidos en 2009, Honduras se convirtió en uno de los
países más violentos del mundo. En una instalación en Nuevo México, más de la
mitad de las 600 personas son menores de edad, según el Times, "incluyendo
docenas de bebés y niños pequeños".
Donald
Trump, la estrella republicana que lleva a cabo una campaña de vanidad
inquietantemente exitosa para la presidencia del país, ha sido justamente
condenado por sus comentarios en los que califica a doce millones de
inmigrantes indocumentados como "violadores" que deberían ser
deportados inmediatamente. En medio de toda la indignación por los crudos
llamados de un multimillonario bufonesco a la ultraderecha de Estados Unidos,
no debemos olvidar: "las cárceles para madres inmigrantes y sus
bebés" es una cosa que existe en este momento, gracias a un demócrata más
liberal que el favorito para reemplazarlo.
Si
uno se siente mal simplemente leyendo. Fue suficiente para que Lilian Oliva
Bardales quiera morir: Después de escribir una nota de suicidio, Oliva se cortó
las muñecas. "Hago esto porque yo no siento ninguna vida si regreso a mi
país", había escrito. "Hago esto porque ustedes fueron malos conmigo
y mi hijo. No nos merecemos esto". A Oliva la encontraron sangrado en un
baño del centro de detención. Ella sobrevivió. Y junto con su hijo fueron
deportados seis días más tarde. Eso desesperó a su abogado, Bryan Johnson.
"Yo quería ayudarla", dijo a la agencia de noticias McClatchy.
"Pero no fui capaz de hacerlo".
Lo
que tanto molestó a Johnson fue que él sabía que lo hecho por el gobierno a su
cliente era ilegal. Cerca de 40 días antes de la deportación una jueza federal
de Estados Unidos emitió un dictamen diciendo que la política de la
administración Obama de detener a las mujeres inmigrantes y niños, violaba un
acuerdo de 1997 que requiere que el gobierno coloque a los niños en hogares con
sus familiares - o al menos que trate de hacer eso antes de ponerlos en las
cárceles. El problema era que: nadie más que el juez, el gobierno y un puñado
de abogados sabían sobre el fallo y no podían reconocerlo públicamente. Johnson
fue uno de esos abogados que trabajando como consultor no remunerado, junto a
otros abogados de inmigración, habían demandado al gobierno sobre sus prácticas
de detención.
"Ni
siquiera puedo imaginar lo que es para esas mujeres y niños que han estado allí
durante tan largos períodos de tiempo", dijo a la agencia noticiosa
McClatchy, que publicaron el fallo filtrado. "Esto tiene que parar. Y yo
creo que esta es la única posibilidad que existe que el gobierno rinda
cuentas".
Un
día después, funcionarios federales dejaron libres a una media docena de
mujeres y sus hijos de la misma instalación en el sur de Texas en la que Oliva
intentó suicidarse; algunas habían estado encarceladas durante casi un año y
anteriormente no habían sido consideradas elegibles para libertad bajo fianza
por haber sido deportadas anteriormente. El Secretario del Departamento
Seguridad Nacional, Jeh Johnson, anunció que viajaría al centro de detención
para él mismo inspeccionarlo. Jonathan Ryan, director ejecutivo del Centro de
Refugiados y Servicios de Educación y Servicios Legales para migrantes dijo que
mantener el dictamen en secreto, los coloca en desventaja, a él y a sus
clientes - si se hubiera hecho público antes, cree que Oliva "no hubiera
sido tratada como fue”, según McClatchy. Un par de semanas después, la Casa
Blanca anunció que pondría fin "a la detención a largo plazo" de las
mujeres y sus hijos.
Hubo
otros factores, sin duda, pero la filtración parece haber logrado resultados
tangibles si el calendario de las acciones estatales posteriores no fue casual:
Avergonzó al Estado y hacía que sea menos probable que la jueza retroceda en el
fallo cuando llegue la fecha para dictaminarlo. La persona que lo filtró, por
supuesto, tiene que ser castigada.
"Impactante
y vergonzosa", es como la jueza de distrito Dolly Gee, cuyo proyecto de
sentencia Johnson había filtrado, caracterizó sus acciones. “O mantiene su
promesa o no hace ninguna promesa", dijo ella durante la audiencia
disciplinaria del 24 de agosto recordando al abogado de 30 años de edad que
había acordado confidencialidad - y ese tipo de acuerdos "no son pedazos
de papel que se puedan pasar por alto". Pero la jueza fue relativamente
indulgente: en lugar de haberlo inhabilitado, poniendo fin a su carrera,
simplemente lo condenó a 75 horas de servicio a la comunidad y le ordenó
asistir a "dos cursos de ética jurídica en los próximos seis meses",
(después de defender el principio de sus acciones como éticas, Johnson se
disculpó ante el tribunal, "admitió su error, alegando que no hubo falta
de respeto", según un informe de prensa).
Sin
castigo: Ninguno de los funcionarios estadounidenses responsables por la
política que la jueza Gee, en un fallo final emitido dos días antes de que ella
ordenara al falto de ética Johnson ser reeducado, determinó que hubo violación
de la ley por someter a mujeres y niños a las terribles condiciones de las
"deplorables" celdas de reclusión. O cuando Chelsea Manning filtró
pruebas sustanciales de crímenes de guerra - soldados estadounidenses matando a
civiles desarmados en Irak; pilotos estadounidenses secretamente haciendo lo
mismo con bombas de racimo en Yemen - es la persona que expone los crímenes de
estado la que es tratada como criminal. La Jueza Gee incluso concedió al
gobierno que se pronunció en contra: Cuando hay "circunstancias
atenuantes", definidas como un aumento en el número de solicitantes de
asilo similar a lo observado en el verano de 2013, se puede mantener en
detención a las mujeres y sus hijos más allá de los meros cinco días - por
cuánto tiempo, nadie puede decirlo.
Podría
ser peor: Johnson podía haber mantenido la boca cerrada. El senador Dick
Durbin, senador por Illinois, hizo eso. Uno de los demócratas de más peso en la
cámara alta, una vez afirmó que tenía información que podía haber frenado la
prisa de ir a la guerra con Irak. Un miembro del Comité de Inteligencia, dijo
que la administración Bush estaba diciendo al público "que tenga miedo de
nubes en forma de hongo", mientras que al mismo tiempo decía a personas
como él, que había poca evidencia de que Saddam Hussein estaba construyendo o
quería construir armas nucleares.
"Francamente",
por más que hubiera querido, "no podía hacer mucho al respecto", dijo
Durbin. Había "jurado guardar el secreto".
El
resto es historia. ¿Quién sabe si romper su juramento de guardar silencio con
el fin de cumplir con su deber como ser humano de ayudar a detener una guerra
injustificada habría conseguido algo? No hubiera causado heridos; y hubiera
podido salvar vidas. Lo que es indiscutible es que si queremos hacer al estado
amoral un poco más humano, podríamos usar más Bryans y Chelseas para exponer su
inhumanidad a menudo ilícita - y muchos menos Dicks.
Charles
Davis es un escritor de Los Ángeles que ha publicado en medios como The Nation,
The New Republic y Al Jazeera.
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