lunes, 7 de septiembre de 2015

“ETERNIZAR LA BANALIDAD”

“ETERNIZAR LA BANALIDAD”

EDUARDO SANGUINETTI, FILÓSOFO 
Y POETA RIOPLATENSE
Carlos Menem, ex-presidente de Argentina, tendrá su monumento, una estatua de 20 metros para homenajearlo, en la entrada de su pueblo, Anillaco, por decisión del gobernador kirchnerista Beder Herrera, quien ya se la encargó a un artista boliviano, que vive en Cochabamba… bien, en Argentina tiene premio con pasaje a la inmortalidad quien ha mantenido “relaciones carnales” con Estados Unidos, ¿vendiendo el país, su renta?… y algo más… acusado por infinitos delitos de todo tipo… sin embargo, elevado a símbolo: ¿de qué?…

Menem, cual Frankestein de la postmodernidad, construyó allá por los /90, al actual candidato oficial por el Frente para la Victoria, el inefable y siempre funcional Daniel Scioli; junto con el referente de la cultura argentina según el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en manos de Macri, Marcelo Tinelli, el “rey de la culocracia”. Ambos reverenciadores, se trasformaron en “personajes” del acontecer político y cultural de la Argentina gracias a la intermediación del ex-presidente.

Tinelli, recordemos, recibía a Menem y sus acólitos, en su programa, que oficiaba de plataforma de lanzamiento de campañas electorales mediáticas, avalado por la comunidad toda, en guiño de complicidad, de una década, donde la verdad comenzó a ser violada en toda su evidencia… el inicio de un tiempo de bufones y cortes de los milagros, que se extiende hasta este presente, donde lo peores dictan y rigen… “pizza y champagne”, fue la “digna” consigna de este ex-presidente, que hoy, tendrá en Argentina su monumento de mayores dimensiones que el Coloso de Rodas, ¿la nueva maravilla del mundo?… todo un pueblo vio coronada su mediocridad en Menem y su “farándula de ricos y famosos”, frase acuñada en aquel tiempo, en plena vigencia, hoy, cual sello de distinción de la diferencia… un horizonte a alcanzar para una comunidad anestesiada, cobarde y frívola, grosera en sus maneras y modos.

La clausura de sentido, devenida, a lo que en un tiempo se denominó “inmortalizar lo trascendente”. Hombres-símbolo, legitimados en actos de vida y que han brindado a sus comunidades una alegría y un horizonte a alcanzar, merecerían sus nombres e imágenes replicadas en monumentos y calles, símbolos de agradecimiento y fraternidad de las comunidades que los han visto nacer y hacer, sin pedir nada a cambio…una inversión de ¿causalidad y de casualidad?, una trampa, un trueque de trascendencia por una obra…

La trampa se flexibiliza, se disfraza, se desnuda, y nada por debajo del éxtasis, de un mundo donde el ocultamiento de la verdad, es el destino al que pareciera nos han condenado las fuerzas de la destrucción y de quienes desdramatizan, dramatizando acerca de apocalipsis cotidianos, que solo son llamados en sus deseos de permanecer, a cualquier costo, incluso cobrando la vida de nuestras comunidades, al borde del camino de la vida…

Y la educación que se promete y jamás llega… porque no desarticular el aparato parlamentario, ese enjambre de miles de legisladores ineficientes, y asesores por doquier, que se replican en cuanta Intendencia a lo largo y ancho de nuestros territorios, conformados, en su mayoría, por la “sacra familia” y “los siempre amigos/as”… no olvidemos embajadas, consulados, en el planeta, que acumula y re-junta a rentados por y para nada… jamás he recibido ayuda de ninguno de estos funcionarios, en instancias de riesgo o de peligro, en ningún país donde he estado, solo impericia y cobardía en la inacción, se aproxima el décimo aniversario, de haber sido un “Desaparecido en Democracia”, el 17 de setiembre de 2005 y nada por debajo del éxtasis, en Montevideo, la embajada brillo por su ausencia, dejándome librado a mi suerte, sólo este medio plural acudió en mi ayuda, ante la indiferencia de mi país, sus medios y autoridades…

Todo ese presupuesto, destinado a tanta masa amancebada ¿no podría ser destinado a sueldos de profesores y maestros?… o es que solo la educación e instrucción , son instancias menores… mantener a los educandos y educadores, fuera del sistema, sólo un trámite incómodo para los gobernantes… puedo sólo decir ¡basta!, no da para más, no se puede ya jugar en el “laberinto”, con el futuro de las nuevas generaciones, en nombre del ¿engaño?, del ¿embaucamiento?… ¿no es así?… gobernantes, vayan con sus cuentos a otro estadio de espacio y tiempo, pues la verdad, se impone… pareciera que esta los desvela, los hostiga, los obsesiona y en general no saben qué hacer con ella… se han acostumbrado a subestimarla, maltratarla, manipularla abusivamente… algún día, quizás, descubrirán su sentido total, transparente y nítido… pero por ahora, no es más que un anhelo y frecuentemente una desesperación.

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