¿VIAJA LA MATERIA O SOLO LA ENERGIA?
GABRIEL ENCINAS CRUZ
Los cuerpos viajan por el espacio como una ola
viaja por el mar. A este modo de viajar lo llamo ‘evolución de la materia’.
La energía cinética del viento, actuando en el
mar, produce la ola que vemos viajar por la superficie marina. No obstante, lo
que viaja no es la ola, sino la energía que la formó, y que la va reproduciendo
sucesivamente en su recorrido. El ejemplo de la ola vale para los demás cuerpos
materiales en movimiento, es decir, lo que viaja de la materia, no es el cuerpo
en sí, sino la energía de su masa.
En el espacio que consideramos vacío, se
propaga la luz y las ondas de radio, existe la gravedad y la inercia. Es la
base de los campos eléctricos y magnéticos, y se acumula la energía formando
cuerpos con masa. De ser el Espacio un vacío total, la nada, no existiría la
evolución de la materia y ésta no existiría como tal.
La energía cinética del viento, actuando sobre
las partículas de agua, forma la ola en el mar. En el océano espacial – vacío
espacial – la energía cinética actúa sobre las partículas virtuales del vacío y
crea sucesivamente la materia. Las partículas virtuales del vacío fluctúan
entre el ser y la nada, y basta excitarlas para que la materia aparezca.
Para acelerar a un cuerpo se necesita energía
cinética. La energía fue necesaria para que el cuerpo evolucionase. La
evolución produce una transformación en su ser que nosotros no captamos, sólo
somos conscientes de si ha aumentado o no la velocidad. La evolución de la
materia podría explicar muchas preguntas que nos hacemos en relación a los
seres vivos. ¿Por qué una herida se cura o empeora?, ¿Por qué de una semilla insignificante nace
un árbol gigante?, ¿Por qué de un óvulo y un espermatozoide microscópico nace
un ser con vida que se desarrolla y crece?...
Se entiende la evolución de la materia como un
proceso de imágenes que se suceden a sí mismas como en un cinematógrafo, y nos
da la impresión de que el cuerpo se mueve. La imagen tiende a conservarse y, si
en su recorrido se topa con una herida el cuerpo continúa su normal evolución,
es decir, la herida se cura, o de lo contrario, empeora.
Con relación a la vida, pongamos el ejemplo de
un barranco donde corre el agua y su fondo está lleno de huecos – redondos,
cuadrados, triangulares, estrellados, etc. - , si el agua que corre arrastra
cuerpos con estas formas se ha de suponer que cada cuerpo ocupará el hueco que
le es afín y no otro. Los genes de los seres vivos evolucionan en el espacio y
también evoluciona lo que les sirve de ‘alimento’, de tal modo que ambos se
acoplan entre sí para formar la vida.
Podría preguntarse si la evolución de la
materia responde a la realidad del Universo. Debemos de tener presente que en
el Universo, junto con las distintas ondas que lo surcan – radiación – hay
otras que toman la forma de materia y, como tal, viajan por el espacio. La
teoría de la evolución puede explicar los fenómenos naturales que aquí se han
expuesto. Galileo confirmó que la Tierra es esférica y que gira sobre sí. La
rotación de la Tierra no es importante porque lo haya dicho Galileo, sino
porque con la rotación se puede explicar correctamente el movimiento de los
astros y planetas. La evolución de la materia puede explicar la inercia de los
cuerpos y dar una orientación sobre la vida animal y vegetal. Por lo tanto,
tiene visos de estar en lo cierto.
GABRIEL ENCINAS CRUZ
e-mail: gabriel-encinas-cruz@hotmail.com
http://gabriel-encinas.blogspot.com
Nota:
En la vida vegetal, el germen de la semilla
evoluciona en el espacio y también evoluciona lo que le sirve de alimento de
tal modo que ambos se acoplan entre si y dan vida a un árbol. Sobre la vida
animal se repite lo de la vida vegetal. El nuevo ser evoluciona en el vientre
materno y también evoluciona, lo que le sirve de alimento de tal modo que ambos
se acoplan entre si, y dan vida a un ser que se desarrolla y crece aun después
de ver la luz.
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