LECCIONES DE LA HISTORIA ECONOMICA
L.
Soriano
Loaysa
explicó a su pupilo que no tenía derecho alguno sobre los bienes y la renta de
sus súbditos de tal forma que pudiera tomarlos para él o transferirlos a otros.
También le enseñó que si realmente la hacienda real estaba en apuros debía
esforzarse en recortar los gastos y si aun así era necesario recaudar más,
debía explicar el motivo a la ciudadanía para que esta decidiera
voluntariamente si estaba dispuesta a pagar más impuestos o no. Juan de
Mariana, quien a su vez aconsejaba a Loaysa sobre los contenidos de las
instrucciones al príncipe, añadió que quienes sostienen lo contrario "son
los charlatanes y aduladores, que tanto abundan en los palacios."
Como
ven nada nuevo bajo el sol. Si los iletrados que nos gobierna a todos los
niveles, y entre más arriba peor, tuvieran el entretenimiento de cultivarse o
aprender de la historia, verían que ellos no tienen derecho a despojarnos de lo
conseguido con nuestro enorme esfuerzo personal. Luego de haber pasado por la
exprimidora fiscal, de las más elevadas del planeta, si no la más, si ponemos
todo lo que se nos exige sobre la mesa, y no disfrazamos el esfuerzo fiscal
total que se nos exige con tapujos y taparrabos, lo exiguo que nos queda, están
dispuestos a rebañárnoslo. Que Individuos sin entrañas, que esto sí es una
sorpresa. Sabíamos que no tenían cerebro, pero me negaba a hablar de
"maldad". Como pueden estar sin pestañear, apacentándose ellos en el
pesebre público, cerrando empresas, confiscando, embargando, subiendo
impuestos, gasolinas, energías, tasas, Ibis, impuestos , basuras, aplicándonos
legislaciones incluso extinguidas como hacen ciertos ayuntamientos, pero que
según ellos nos afectaban hace 4 años. Como pueden haber hecho inservible todo
lo que nos protegía de su voracidad, como se pueden considerar los silencios
administrativos a favor de la administración. Como se puede legislar
fiscalmente con carácter retroactivo. Como se puede, con la Ley en la mano
despojar a cualquier ciudadano de sus escasas pertenencias, cambiar
calificaciones urbanísticas consolidadas, aprobar los PGUs que dejan a la mitad
de la población fuera de ordenanza, con lo que es discutible que se puedan si
quiera registrar, comprar o vender. Y así sin fin de disparates con la única
finalidad que mantener sus "gastos corrientes" y no tan corrientes.
¿Es que no hay nadie, ninguno con seriedad y cordura que pueda parar esto? ¿Son
conscientes de que entre más nos entierren, mas tardaremos en salir de la
tumba, los que puedan salir, que serán pocos?
A
reflexionar,
Reflexiones
L. Soriano
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