CRONOLOGÍA DE LA MALA FE
Si usted es de derechas olvídese de menudeces sanitarias, que
esto es la guerra. Estos meses de 2020 pasarán a la historia por muchos
motivos. Uno de ellos será el haber tenido la peor oposición imaginable
GERARDO TECÉ
8 de mayo. Un día después de la dimisión de su directora de Salud y tras semanas de crisis institucional entre Comunidad de Madrid y Gobierno central con Díaz Ayuso acusando al Gobierno de Sánchez de querer asfixiar económicamente Madrid, la presidenta ganaba el pulso logrando un pase a la Fase 1 de desescalada aunque no cumplía con los criterios científicos necesarios. “Yo soy la responsable de que esto salga bien o mal. Lo asumo y lo asumiré”.
17 de septiembre. Con las cifras de contagios descontroladas de nuevo en Madrid, sin la atención primaria funcionando, sin el número de rastreadores necesarios y sin medidas excepcionales a la altura de las cifras recogidas, la presidenta Díaz Ayuso se quejaba por carta de la ausencia del Gobierno en la Comunidad de Madrid durante los últimos meses. “La Comunidad de Madrid ha estado demasiado tiempo sola”.
Frenar la pandemia
en Madrid a cambio de que Ayuso sintiese su honor a salvo al extender la
problemática de Madrid a toda España parecía un buen precio a pagar
26 de septiembre.
Tras la esperpéntica reunión Sánchez-Ayuso y tras la creación del equipo de
trabajo conjunto entre Comunidad de Madrid y Gobierno central, Díaz Ayuso se
niega a aplicar las medidas sanitarias propuestas por el Ministerio de Sanidad,
al que acusa de injerencia.
29 de septiembre.
Díaz Ayuso vuelve a ganarle otro pulso a Pedro Sánchez. Éste acepta que las
medidas para frenar la expansión del virus en un lugar concreto y con unos
déficits específicos, Madrid, tengan que ser aplicadas exactamente del mismo
modo por todas las Comunidades Autónomas. Bocata de calamares para todos.
Frenar la pandemia en Madrid a cambio de que Ayuso sintiese su honor a salvo al
extender la problemática de Madrid a toda España parecía un buen precio a
pagar. El número 2 de Ayuso, Ignacio Aguado, celebra el acuerdo en Twitter: “La
unidad salva vidas”.
1 de octubre. Díaz
Ayuso se opone a las medidas unitarias acordadas entre el Gobierno de España y
las Comunidades Autónomas por las que se cerraría Madrid y las ciudades limítrofes
con más incidencia de contagios. Dice que cumplirá las órdenes, “pero iremos a
los tribunales”. El tuit de Ignacio Aguado sobre la unidad y las vidas que
salva, a 1-O, aún sigue ahí.
Así, a la vista de
todos y en pleno foco de la mayor crisis sanitaria del último siglo, ha sido
como la presidenta de Madrid ha utilizado sin disimulo una pandemia que golpea
especialmente a los habitantes de su propia Comunidad para hacer oposición al
Gobierno de España. Como ha dimitido de presidenta de Madrid para declararse
oposición a España. Díaz Ayuso no va por libre. Pablo Casado, sin más
aportación institucional en los últimos tiempos que aquella mañana berlanguiana
en la que pasó revista en la Puerta del Sol a una tropa formada por sanitarios,
policías municipales o trabajadores del Samur que el alcalde Almeida le colocó
por delante, ha seguido desde el mes de marzo la misma estrategia de
confrontación política a pesar de la situación de emergencia. Si el Gobierno
proponía blanco, el PP exigía negro y viceversa. Tras implorar Pablo Casado la
declaración del Estado de Alarma, el mismo Estado de Alarma pasó a ser unas
semanas después de ser aplicado un acto dictatorial. Tras pedir Pablo Casado
que fueran las CC.AA. las que tomaran las riendas de la crisis sanitaria, fue
el mismo Casado quien denunció la desaparición del Gobierno en la gestión de la
crisis. Tras subrayar Pablo Casado la importancia de que todas las CC.AA.
actuasen bajo los mismos criterios, ha ordenado en las últimas horas que las
CC.AA. gobernadas por el PP se declaren en rebeldía del criterio común acordado
para toda España. Castilla León gobernada por el PP, por cercanía al problema
madrileño no le ha hecho caso. Sonaría cómico si no estuviéramos hablando de la
segunda ola de una pandemia que en su primera embestida dejó varias decenas de
miles de muertos y que se cebó especialmente con Madrid.
España se enfrenta
a su peor momento de las últimas décadas con una oposición poniendo,
sistemáticamente, palos en las ruedas del Gobierno, acierte este o se equivoque
España se enfrenta
a su peor momento de las últimas décadas con una oposición actuando –ya estamos
en disposición de poder decirlo de manera objetiva y sin miedo a pasarnos de
frenada– de mala fe. Poniendo, sistemáticamente y a la vista de todos, palos en
las ruedas del Gobierno, acierte este o se equivoque. Una oposición cuya
estrategia pasa por polarizar la situación hasta tal punto que el criterio
sanitario en esta pandemia pase a un segundo plano y lo que quede es política
de lucha en el barro. Una oposición que apuesta con descaro por una guerra
civil institucional como única forma de asegurar que la gestión de Ayuso,
convertida en símbolo del PP nacional, no les pase factura y se impongan las
fidelidades ideológicas. Cómo, en su sano juicio, podría permanecer junto a
Díaz Ayuso su electorado madrileño que sea mayor de edad o que esté afectado
por alguna enfermedad de riesgo si no es agitando lo identitario. Si usted es
de derechas olvídese de menudeces sanitarias, que esto es la guerra. Estos
meses de 2020 pasarán a la historia por muchos motivos. Uno de ellos será el
haber tenido la peor oposición imaginable en un momento que nadie podía
imaginar.
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