sábado, 24 de octubre de 2020

SE NOS OCURRE UN CUENTO

 

SE NOS OCURRE UN CUENTO

*Rafael ZAMORA MÉNDEZ*

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No es lo mismo,<CUENTO> que <CUENTA>.

Rebosante cuento es el que actualmente tienen algunos de los  profusos actuales políticos, airosamente comandando  en la variopinta vacilante palestra nacional.

"Cuenta", la de dinero, que en los Bancos se tiene; oculto debajo de la almohada, o achaparrado en las recias baldosa de algún  sellado habitáculo.

Pero ahora, simplemente, nos referiremos a la global historieta, o a la indicada y bien conocida relación de palabras escritas sobre un suceso, totalmente  falso, o positivamente, desprendido de la más graciosa  y febril invención.

De esta manera, me lo relataba mi candoroso  amigo Felo:

"MI padre, AURELIO, fue  un tenaz "Caza-Pensiones".

En Las Palmas de Gran Canaria, llegó a tener más de 15 y, todas ellas, en céntricos lugares.

En la calle, "Bravo Murillo, 18", frente a una concurrida Delegación de Hacienda y alojamiento del célebre pintor canario, Néstor de La Torre, tuvo una de las más concurridas y visitadas.

Era un enorme caserón de dos pisos con una espacioso terraza que nos servía de atrayente mirador hacia el incesante tráfico humano y de rápidos vehículos.

Un determinado espacio, estaba destinado a un arreglado corral, con una variada colección de reproductivos conejos, patos y gallinas, teniendo prohibidas las palomas, algo que sentía mucho ya que estas volátiles  aves, fueron siempre las favoritas de mis afanosos antojos.

Una galería de heterogéneos huéspedes, repletaban la fonda:Señoras, militares, comerciantes, artistas de circo, maestros, sacerdotes, alemanes y...¡ hasta un inglés, del que se comentaba, "era un encubierto agente espía en plena acción".

 

Una noche, ya en la lecho, durmiendo al lado del cuarto de mis padres, oí decir:

.-. !Mañana, sin falta, matamos al inglés!

Lleno de pueril inquietud y espanto, vaticinando esa desventurada tragedia de un horroroso eminente crimen en proyecto, agarré el teléfono y llamé a la policía. sin ni siquiera detenerme a pensar de que, con ello, iba ingratamente  a emponzoñar la existencia  de mis queridos progenitores.

De inmediato, hicieron acto de presencia los diligentes agentes del organismo policíaco.

.-. Don Aurelio: ¿En qué alcoba está el ingles?

-.- ¡ Rápidamente, hay que aislarlo!

¿Qué motivos tiene para desear eliminarle?

--.- Pero...¿de qué me están contando?

-.- De su ya conocido plan que, gracias a su hijo, Felo, hemos llegado  tiempo para evitar semejante apocalipsis!

-.-¡A este chico me lo meto interno ya,  en los Salesianos, a ver si , de una vez por todas, deja de novelar en su recargada y  detectivesca loca fantasía!

¡SEÑORES:Lo que nosotros vamos a matar mañana, para disponer de una paella, es al GALLO INGLÉS, que tenemos en el corral!

¡Fuerte error de mi parte y risueña resolución final, con la cumplida sentencia paterna, de verme recluido durante cinco largos años, en las apostólicas manos de los consagrados hijos de SAN JUAN BOSCO!

Hay que pensarse las cosas,

antes que el honor perder.

¡Muchas ideas tramposas,

son de faltas clamorosas,

que deshonran sin querer.

 

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