martes, 24 de septiembre de 2013

GRACIAS POR APOYAR A LAS MUJERES AFGANAS. Y UNA COSA MÁS

GRACIAS POR APOYAR A LAS MUJERES AFGANAS. Y UNA COSA MÁS
Gracias por actuar para detener la ley mordaza anti-mujeres en Afganistán.

Convirtamos esto en una gran campaña -- ayuda a correr la voz enviando el correo electrónico de más abajo a tus amigos y familia, y publica este enlace en tu muro de Facebook.

https://secure.avaaz.org/es/justice_for_afghan_women_loc/?tcrKKbb

Gracias de nuevo por tu ayuda,

El equipo de Avaaz

P.D. ¡Muchas campañas de Avaaz son creadas por miembros de nuestra comunidad! Empieza una ahora y consigue cambiar la realidad a nivel local, nacional o global:
http://www.avaaz.org/es/petition/start_a_petition/?bgMYedb&v=23918



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Queridos amigos y amigas,

Vendida en matrimonio forzado a los 12 años, Sahar Gul vivía en la casa de los horrores. Familiares de su marido la encadenaron en el sótano, la golpearon con tubos de hierro al rojo vivo, la privaron de comida y le arrancaron todas las uñas cuando se negó a prostituirse para ellos.

La sentencia que condenaba a sus agresores quedó reducida a un mísero año, ¡y ahora están libres de nuevo! Peor aún, la Cámara Baja del Parlamento afgano acaba de aprobar un proyecto de ley que prohibiría a los familiares de los agresores testificar ante un tribunal. Esto impediría que se hiciera justicia con innumerables niñas y mujeres.

No hay tiempo que perder. La Cámara Alta ya ha rechazado leyes anteriores contra las mujeres y altos funcionarios nos han comentado que la comunidad de Avaaz podría inclinar la balanza y ayudar a detener esta ley antes de que se someta a votación. Haz clic aquí para firmar esta petición urgente ahora -- cuando lleguemos a 1 millón de firmas, lanzaremos una campaña en medios de comunicación locales dirigida a senadores clave hasta que se abandone el proyecto de ley:

https://secure.avaaz.org/es/justice_for_afghan_women_loc/?tcrKKbb

Siendo una niña, el hermano de Sahar Gul la vendió por 5.000 dólares, entregándola a un hogar en el que sufrió terribles abusos. Cuando finalmente fue rescatada, la tortura la había dejado tan débil que salió de su prisión del sótano en una carretilla. El año pasado, sus verdugos fueron condenados a penas de 10 años pero un juez los acaba de dejar libres.

Grupos de defensa de los derechos de las mujeres en Afganistán, horrorizados ante el retroceso de dichos derechos, han estado siguiendo activamente el caso de Sahar Gul y están trabajando para evitar que se prohíba a los familiares testificar contra los agresores de las víctimas. Si nos unimos a estas valientes mujeres ahora, podemos mostrar a los políticos afganos que el mundo entero está del lado de las mujeres afganas.

Ya en la escuela, Sahar Gul está ahora reconstruyendo su vida a base de coraje -- su sueño es dirigir algún día una organización de derechos de la mujer. Su fortaleza de espíritu encarna la esperanza de un futuro mejor para las mujeres y niñas de Afganistán y de todo el mundo -- ayudémosla a empezar a cumplir su sueño consiguiendo que los líderes afganos protejan y no persigan a las mujeres:

https://secure.avaaz.org/es/justice_for_afghan_women_loc/?tcrKKbb

Defensores de los derechos de la mujer y extraordinarias supervivientes de maltratos han dado un paso adelante, una y otra vez, para luchar por los derechos humanos. Durante estos años, miembros de Avaaz de todo el mundo hemos unido fuerzas constantemente para respaldarlas. Hagámoslo nuevamente.

Con esperanza y determinación,

Luis, Alaphia, Alex, Ricken, Bissan, Mais y todo el equipo de Avaaz
  





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