VAMOS...
DUNIA
SÁNCHEZ
Vamos, los
sucesos cotidianos lo estancaban sobra las manecillas de un reloj. Sin embargo
decía vamos, no sé a quien, a el mismo tal vez. Vamos, tenemos que andar las
planicies de la verde hierba que emergen a mis ojeras. El cansancio lo
arrastraba en un columpio de ortigas. No, no se atrevía a moverse en el aroma
de una primavera ahogada. Vamos, se decía. Se obligaba contundente a la
verticalidad de sus alas. Desorientado, miraba su muñeca, no sabía a dónde ir.
Oprimido por sus paredes era estática mirada en el infinito del universo. Los
ayeres le retorcían la memoria dando a luz su sombra. Vamos, se decía él en el
recuerdo cierto de una imagen que lo enamoró y la dejó pasar y pasar hasta el
olvido. Ahora venía, entera, comiéndose algún helado ante él. La acaricio, se
arrimó bajo las máscaras de su pasado y voló. Sí, danzó un vuelo enfermizo
hasta el ataúd en espera de su nicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario