Iván Morales
Por Luis León Barreto
LUIS
LEÓN BARRETO Hay una pléyade de nuevos escritores en las islas, particularmente
abundante y notoria en Tenerife, donde los medios de comunicación se desviven
en promocionarlos. Se organizan muchos talleres literarios que traen nuevas
vocaciones, es como si la literatura tuviese prestigio para las nuevas
generaciones, como si pudiera proporcionarles algo valioso, y está la figura de
un editor, Anghel Morales, empeñado en hacer su trabajo con entusiasmo y buenas
dosis de imaginación. Uno de los más recientes títulos es Cuentos mágicos, de
Iván Morales Torres, editado por Aguere-Idea, con numerosos dibujos de
Marianella Aguirre, que contribuyen al candor que destila el libro. Son cuentos
escritos a la manera tradicional, con estilo lineal, abundantes diálogos y
rápidas descripciones. Con solo 19 años este joven ya publicó la novela Oikia
Dualidad, sobre el mundo de los ángeles, tan valorado últimamente por el cine.
He aquí una literatura fantástica cuya fuente de inspiración han sido los
dibujos animados japoneses conocidos como animes, y también la serie de
videojuegos Final Fantasy. Cada generación viene impulsada por sus propias
motivaciones, y en estos años está claro el auge de estas nuevas literaturas,
una ficción que tiene menos que ver con el realismo cotidiano y más con la
ensoñación y la necesidad de construir mundos paralelos. Con solo 24 años Iván
es licenciado en ingeniería técnica, trabaja en el segundo libro de la trilogía
Oikia y en una comedia romántica en formato novela. En el libro de cuentos tan
reciente hay tres relatos guiados por la fantasía, la magia y las ganas de
vivir. Son pequeñas aventuras cruzadas por los mundos esotéricos, episodios que
encuadramos dentro de lo paranormal. Como ejemplo el relato titulado La reina
de las hadas; en el bosque de las criaturas mágicas el rey de los elfos padece
una rara enfermedad, su única salvación radica en la fuente del éter, que se
halla en el dominio de las hadas, pero por algún raro motivo, la reina de las
hadas se niega a colaborar. Hay una fuerte vocación en Iván Morales, su
aplicación a la escritura es evidente, sus motivaciones a la hora de ponerse
delante del ordenador también, deseos de aventura, de investigar en nuevas
realidades. Se trata de uno de esos nombres a los que debemos irnos acostumbrando.
REPRODUCIDO DEL PERIODICO LA PROVINCIA
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