viernes, 1 de octubre de 2021

UN GRILLO EN NUEVA YORK

 

UN GRILLO EN NUEVA YORK

Pablo Casado disfruta de una batalla de grillos mientras va perdiendo en la suya. Ayuso, como una de las gemelas Olsen en sus buenos tiempos, ha cruzado el charco para “promocionar Madrid” por EE.UU., vaso de cartón del Starbucks en mano

MARINA LOBO

Mientras me preparo una taza de café con leche para despejar la cabeza y una tostada con aguacate, porque antes de ir al Congreso hay que desayunar como una verdadera influencer, escucho la radio. Dicen que esta noche el precio de la luz batirá (otra vez) récords, y ya deben ser como mil récords los batidos. 189 euros el MWh, sea eso lo que sea, me parece mucho. También les digo que si hubieran dicho 100 euros el MWh seguramente también me parecería un disparate. Entre las 21h y las 22h superará los 208 euros el MWh. A partir de ahí ya se me ha torcido el día, imagino que como a much@s: ahora solo pienso si debería cenar a las 20:30h o será muy pronto o si es mejor cocinar de 22:00 a 23:00 y entonces será muy tarde.

 

Con todo este runrún he llegado al Congreso de los diputados, después de una larga temporada sin venir. Ahí está Pablo Casado, sentado y sonriendo; es de esas personas que sonríen todo el rato por educación, por lo que nunca sabes si está contento de verdad o si es alguna forma de pedir auxilio que nadie ha conseguido descifrar. En su intervención, comienza echándole en cara a Sánchez ETA, Puigdemont y la Mesa de diálogo. Todo muy 2014.  Dice el líder del PP que le avergüenza “ver discusiones entre ministros” y apela al presidente del Gobierno: “Ponga en orden esa jaula de grillos”, como si los ministros y ministras no pudieran tener su propio pensamiento, sus divergencias, como si las políticas fueran incuestionables; como si todo fuera, en fin, como en los buenos tiempos del PP.

 

Los grillos, esos insectos tan feos, pero que extrañamente y para desgracia de nuestros padres tanto nos gusta coleccionar y encerrar en jaulas diminutas durante la niñez, son de discutir por la noche, como yo. El grillo, aunque pueda parecer simpático y dócil, es un insecto territorial muy agresivo contra sus congéneres, por eso es frecuente ver algunos a los que le falta una pata (o varias, dependiendo del nivel de cabreo que se hayan agarrado). En Tailandia hacen combates de grillos, e incluso apuestan dinero, pero les advierto que si entran en esta categoría de vídeos en Youtube, puede que no salgan nunca.

 

 

Ribera ha repetido dos ideas: que la factura de la luz está controlada y que hay que esperar a que las entidades europeas tomen decisiones

 

Pablo Casado disfruta de una batalla de grillos mientras va perdiendo en la suya. Isabel Díaz-Ayuso, como una de las gemelas Olsen en sus buenos tiempos, ha cruzado el charco para “promocionar Madrid” por EE.UU., vaso de cartón del Starbucks en mano, mientras pasea por Nueva York y concede ruedas de prensa a los medios españoles con filial en los States. Sin embargo, el líder del PP no se libra de la sombra de Ayuso ni a 6.000 km de distancia. En los pasillos del Congreso, a los populares se les pregunta por el grillo rival: si volverá de EE.UU. para la convención nacional del PP o si están de acuerdo –o no– con la respuesta de Ayuso al Papa. Pero ellos, que normalmente son muy de pararse y hablar con l@s periodistas, esta vez no contestan, quizás por no ponerse en contra de la presidenta de la Comunidad de Madrid o quizás por intentar restarle visibilidad, como cuando en Twitter escribes V-emoticono de vómito-X por no decir Vox. Sobre la no presencia de Ayuso en la convención nacional del PP, el único mensaje que repiten fuentes del PP es que estará para el acto de clausura en Valencia. Suficiente.

 

 

 

Casado, como los grillos que pierden una pata en las peleas, se agarra a sus compañeros. Teodoro García Egea es su mano derecha y, en sus intervenciones en el hemiciclo, el secretario general del PP se mete en el bolsillo a la bancada popular con su estilo sin filtro y faltón, pero desenfadado y con sorna, que tal vez triunfe tanto entre la derecha porque recuerda un poco al tono de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la felicidad de Casado viendo cómo su hombre de confianza triunfa preguntándole a Yolanda Díaz por las eléctricas y sacando toda la artillería pesada (Venezuela incluida) se frena en seco cuando a la vicepresidenta le toca responder y amenaza con la frase con la que Teodoro debe tener ya pesadillas por las noches: Le voy a dar un dato.

 

El tema de las eléctricas y de la factura de la luz ha salido varias veces, y no solo desde la oposición. Oskar Matute (Bildu) le ha preguntado a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, si cederá al chantaje de las eléctricas. Ribera ha repetido dos ideas: que la factura está controlada y que hay que esperar a que las entidades europeas tomen decisiones.

 

Suena a que aún queda batalla con las eléctricas para rato, lo que puede ser un punto de tensión añadido a la aprobación de los Presupuestos que, según nos aseguran desde el Gobierno, saldrán adelante y están en la recta final. Mientras, por si acaso, tápense con la manta si tienen frío y cenen pronto.

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