LECCIONES
DE LAS ELECCIONES FRANCESAS
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
La
segunda vuelta de las elecciones regionales francesas celebradas el 13 de
diciembre de 2015, una semana antes que las elecciones a Cortes Generales en el
reino de España, supuso la mayor victoria jamás obtenida por los nacionalistas
corsos al conseguir una victoria histórica en
Córcega, sobrepasando ampliamente a la izquierda y a la derecha, y relegando a
la ultraderecha bajo el tope del 10% que se quedó sin representación, mientras
la lista “Per a Corsica” (Por Córcega) obtuvo el 35,50% de los votos.
"Es
la victoria de Córcega y de todos los corsos", declaró el dirigente
nacionalista Giles Simeoni.
"Se
necesitó una larga marcha de 40 años para llegar aquí", afirmó Jean-Guy
Talamoni, otro dirigente.
"Córcega
no es una simple circunscripción administrativa francesa, sino un país, una
nación, un pueblo", dijo.
La
abstención de más de 22 millones de franceses (más del 50 por ciento) de los
44.6 millones convocados a las urnas el 6 de diciembre de 2015 en la primera
vuelta fue directamente responsable del triunfo histórico del ultraderechista
Frente Nacional, que obtuvo cerca del 30 por ciento de los votos válidos a
nivel estatal y se colocó en primera posición en seis de las trece regiones de
Francia.
En
la segunda vuelta el Frente Nacional de Marine Le Pen recibió el apoyo
suplementario de 800.000 franceses más hasta llegar a los 6,8 millones –lo cual
le confirma como el primer partido del país- y las candidaturas coaligadas de
derecha añadieron a su balance nada menos que 3,2 millones de papeletas para
alcanzar una cifra total superior a los 10 millones de votos. Marine Le Pen
perdió en su región, pero con un 42,2% de los votos. Marion Marechal-Le Pen
también perdió, pero con un 45,2%. En un caso y otro, ambas superaron los
resultados de la primera vuelta. Son porcentajes abrumadores.
Sin embargo, la participación en la segunda vuelta fue
sensiblemente mayor que en la primera y Francia derrotó al Frente Nacional en
las elecciones regionales del pasado 13 de diciembre, en las que no consiguió
hacerse con ninguno de los gobiernos locales a los que optaba. Sin embargo, en
plena resaca electoral, los sectores jacobinos se despertaron al día siguiente
con una novedad en Córcega, dónde la alianza entre autonomistas e
independentistas corsos ganaron las elecciones en la región. La isla, que fue
anexionada por Francia en 1768, es la tierra natal de Napoleón Bonaparte y fue
el primer territorio liberado de la ocupación nazi en octubre de 1943.
Estos datos avalan una vez más la postura del Movimiento por
la Unidad del Pueblo Canario en favor de la participación electoral como una
importante vía tanto de conscienciación de nuestro zorroballado pueblo como de
acceso a las instituciones públicas para arrebatarle el poder al asfixiante régimen
monárquico y colonial español.
El próximo 26 de junio de 2016 están convocadas unas
antidemocráticas elecciones generales en el Estado español, en las que El
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario vuelve a tener vedada su
participación al negarse a entregar los antidemocráticos avales, que tiene
recurridos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, antidemocráticos
avales que, sin embargo, tienen la connivencia, dado que nadie más los
cuestiona, de absolutamente todos los partidos del arco parlamentario, desde
los nuevos-viejos progres y españolísimos patriotas de Podemos hasta la rancia
extrema derecha del Partido Popular.
El Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario llama a todos
los canarios y canarias en particular y a todos los anticolonialistas y
demócratas de los hermanos pueblos del Estado español en general, en una
campaña que tiene que ser más feroz e intensa que nunca para desenmascarar al
dictatorial régimen, a votar nulo en la
farsa, o mejor el sainete como hemos argumentado en numerosas ocasiones,
convocado para el próximo 26 de junio de 2016, utilizando tanto al Congreso
como al Senado nuestra papeleta rebelde que adjuntamos o la papeleta que cada
elector o electora considere oportuno.
El voto nulo (en contraposición a la abstención que beneficia
a la extrema derecha), novedosa propuesta del Movimiento por la Unidad del
Pueblo Canario que elaboró una papeleta pidiendo el voto nulo, a raíz de la
aprobación por el parlamento metropolitano de los polémicos avales aplicados
por primera vez en las elecciones del 2011 han tenido trascendencia
internacional y constituye un acto reivindicativo y revolucionario de primera
magnitud, dignificando a quien lo practica, que actúa como un auténtico
revolucionario cuestionando los sistemas electorales antidemocráticos
elaborando su propia papeleta de protesta.
Movimiento por la Unidad
del Pueblo
Canario
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