DEL BREXIT A LA NUEVA EUROPA
DE LOS PUEBLOS
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ
Según señala Joel
Kotkin en la revista Forbes, durante décadas, los países del Norte (Alemania,
Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda , Finlandia y Reino Unido), han compensado
las muy bajas tasas de fecundidad y la disminución de la demanda interna con la
llegada de inmigrantes y la creación de economías de orientación exportadora
altamente productivas y por el contrario, los países periféricos europeos no
han desarrollado unas fuertes economías que compensen su desvanecimiento
demográfico al basar su economía en la llamada “dieta mediterránea” , cuyos
ingredientes principales eran el “boom” urbanístico, el turismo y el consumo
interno ,que creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente
sugestiva y precio desorbitado pero vacíos de contenido culinario y con fecha de
caducidad impresa (2008), provocado por el estallido de la burbuja inmobiliaria
y el hundimiento del castillo de naipes económicos de los países PIIGS (
despectiva abreviatura anglosajona que englobaría a España, Portugal, Italia,
Irlanda, y Grecia) y por mimetismo de Chipre, Malta y Eslovenia.
¿Hacia el Brexit?
En el Reino Unido
convergían una mayor exposición a los activos tóxicos (hipotecas subprime), a
los activos inmobiliarios y una libra revalorizada que había estancado sus
exportaciones, por lo que el Banco de Inglaterra se vio obligado a realizar
sucesivas bajadas de tipos de interés, implementar medidas cuantitativas
(Quantitative Easing) para incrementar la base monetaria y depreciar
repetidamente su moneda para estimular sus exportaciones . Sin embargo, tras
retornar al poder los conservadores liderados por David Cameron y fieles a su
política euroescéptica (nula voluntad británica de embarcarse en un proyecto en
decadencia en el que la soberanía británica estaría supeditada a los mandatos
de Bruselas), incluyeron en su programa electoral del 2.015 la convocatoria de
un referéndum sobre la salida de la UE para el 2016, con lo que Cameron
tranquilizó a las bases más radicales de su partido al tiempo que arrebató la
bandera al partido en alza de los euro-escépticos( UKIP) en la creencia de un
cómodo triunfo y de la continuación de Reino Unido en la Unión Europea en
condiciones similares a Suiza. Sin embargo, la irrupción de fuerzas centrífugas
lideradas por el ex-alcalde de Londres, Boris Johnson podría provocar la
victoria inesperada de los partidarios del Brexit que consideran que el Reino
Unido no necesita de Europa ya que podría convertirse en la Singapur de
Occidente desde su atalaya financiera de la City londinense al tiempo que
metrópolis del comercio de Ultramar al pilotar la nave capitana de una renacida
Commonwealt, siguiendo la filosofía de Winston Churchill : “Estamos en Europa,
pero no en ella”. Caso de producirse la salida ordenada, Cameron asumirá un
enfoque "activista" en asuntos internacionales forzado por el
ninguneo al que es sometido por el Eje Berlín-París en el escenario europeo y
al papel de comparsa de EEUU que debe asumir en los conflictos internacionales
y con el objetivo inequívoco de que la política exterior sirva de catalizador
de los valores de la Gran Bretaña y su pasado imperial, con lo que podríamos
asistir al renacimiento de la Commonwealt y a un nuevo conflicto de las
Malvinas.
El khaos griego
Las reformas
estructurales y fiscales que ha impuesto la Troika a países como Irlanda,
Grecia, Portugal, España, Italia, Chipre, Malta y Eslovenia para modernizar la
Administración pública y la sanidad, mejorar el mercado laboral y adaptar la
presión fiscal a las circunstancias son principios genéricos que se han
traducido en sucesivas subidas de impuestos, reducción de funcionarios,
supresión de organismos públicos, recortes salariales y máxima flexibilidad en
el mercado laboral aunado con una sensible pérdida de jirones del primigenio
Carta Social Europea (CSE) o Carta de Turín de 1.961. Así,en la cadena Fox
News, Peter Morici, economista y profesor de la Universidad de Maryland, dijo
que “ la necesidad de una unión fiscal en la zona euro y de que el BCE adopte
un papel similar al llevado a cabo por la Reserva Federal de EEUU, no llegarán
a tiempo para salvar a los países periféricos y consideró la posibilidad de que
“dichos países abandonen el euro para poder así imprimir su propio dinero y
resolver sus problemas como lo hizo Estados Unidos a raíz de la crisis
financiera".
En el caso griego,
la troika que comprenden la UE, el FMI y el BCE llevan tiempo presionando a
Grecia con un riguroso programa de privatizaciones debido a su desorbitante
Deuda Pública (de 320.000 millones de euros) y ha obligado a implementar
reformas estructurales y fiscales para modernizar la Administración pública y
la sanidad, mejorar el mercado laboral y adaptar la presión fiscal a las
circunstancias (rebajar el IVA situado en la actualidad en el 23%,) se han
traducido en subidas de impuestos, reducción de funcionarios, supresión de
organismos públicos, recortes de salarios y pensiones de jubilación,
flexibilidad en el mercado laboral y brutal pérdida de puestos de trabajo (más
de un millón desde el inicio de la crisis). Además, se estima que la deuda pública
del país heleno ascenderá hasta el 200 % del producto interior bruto (PIB) en
el 2016, existiendo el temor de que podría pasar del default (incumplir sus
pagos) a la salida de la Eurozona (medida drástica que contaría con las
bendiciones de su principal acreedor, Alemania) , por lo que “cada vez más
empresas europeas y estadounidenses se preparan para lo que antes era
impensable”, según The New York Times.
¿Finiquito a la
actual Unión Europea?
La hipotética
exclusión de Grecia de la Eurozona supondría el finiquito de la Eurozona pues
el resto de países periféricos (Portugal, España, Irlanda, Malta y Chipre),
seguirá inexorablemente el movimiento centrífugo de Grecia y deberán retornar a
sus monedas nacionales, sufrir la subsiguiente depreciación de las mismas y la
regresión a niveles de renta propias de la década de los 70 , con el
consiguiente efecto demoledor en los mercados bursátiles.
Así, asistiremos a
la reconversión de la actual Eurozona en la Europa de los Nueve ( Alemania,
Francia, Bélgica, Holanda, Italia, Dinamarca, Suecia, Luxemburgo y Austria),
quedando el resto de países europeos periféricos (Portugal, España, Irlanda,
Grecia, Eslovenia, Malta y Chipre), gravitando en sus anillos orbitales y
viéndose obligados a retornar a sus monedas nacionales , sufrir la subsiguiente
depreciación de las mismas, regresión a niveles de renta propias de la década
de los 70 e inicio del éxodo al medio rural de una población urbana afectada
por la asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del
paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales y
rejuvenecimiento de su población.
Además, el
retroceso de las exportaciones debido la contracción del consumo interno de la
UE por la recesión económica, ( los intercambios comerciales entre los Estados
miembros de la UE alcanzan el 60% del volumen total de su comercio ) y las
sucesivas devaluaciones de las divisas de China y países emergentes encarece
los productos europeos y reduce su competitividad frente a los países del resto
del mundo,(con especial incidencia en países tradicionalmente exportadores como
Finlandia) podría provocar que dicho país abandone la Eurozona y proceda a la
constitución de una Federación Escandinava (integrada por Noruega,
Finlandia,Letonia, Estonia y Lituania) que pivotaría en la ambivalencia
comercial ruso-europea.
El resto de países
del centro y este de Europa, (integrantes de la llamada Europa emergente),
sufrirán con especial crudeza los efectos de la tormenta económica al no contar
con el paraguas protector del euro y se verán obligados a depreciar
sucesivamente sus monedas , aumentar espectacularmente su Deudas externa y
sufrir alarmantes problemas de liquidez y asimismo, deberán retornar a
economías autárquicas tras sufrir masivas migraciones interiores, al descartar
la CE la modificación de las reglas para la adopción del euro en la Unión
Europea y así poder acelerar la adhesión de los Estados miembros del centro y
este de Europa y deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de
carbón y obsoletas centrales nucleares para sacudirese la rusodependencia
energética.
¿Hacia la Europa de
los Pueblos?
Las fuerzas
centrífugas presentes en el escenario europeo habrían provocado el auge de
movimientos independentistas del que Escocia sería paradigma de dicho
movimiento y alumno aventajado tras el referéndum celebrado para decidir sobre
la permanencia o no de dicha nación en Gran Bretaña. El profesor James
Mitchell, responsable de la escuela de Gobierno y Política Pública de la
Universidad de Strathclyde (Glasgow, Escocia), explica que las razones de un
pueblo para querer su independencia “radican en el fracaso de sus respectivos
Estados, pues las naciones subestatales se sienten ninguneadas”.pero según la
actual doctrina imperante en Bruselas, “un Estado resultante de un movimiento
secesionista perdería su condición de miembro de pleno derecho de la zona euro
y habría de comenzar el proceso de readmisión”, lo que en la práctica
imposibilita la secesión. Caso de producirse el Brexit, asistiríamos a una
progresiva disolución de la actual UE como ente político, momento que será
aprovechado por las actuales naciones sub-estatales europeas (Escocia, Flandes,
Bretaña, Alsacia, Córcega, Cataluña, País Vasco, Galicia, Padania,Tirol del
Sur, Irlanda del Norte, Cornualles e Isla de Man) para conseguir la desconexión
de sus antiguas metrópolis y provocar la aparición de un nuevo mapa geopolítico
europeo en el horizonte del 2.020.
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