MÉXICO, EL
NEOLIBERALISMO QUE NO CESA
POR:
ARANTXA TIRADO
Si las riquezas de
todos los mexicanos y mexicanas se están vendiendo al mejor postor, parece
importar poco. | Foto: Celag
Con este acuerdo el
Gobierno mexicano cree reforzar su posición internacional aunque no pareciera
que México vaya a modificar en los próximos años su función como “maquila” ni
como exportador de productos primarios por obra de la aplicación del TPP.
El
4 de febrero el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, suscribió en nombre
de México el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), un acuerdo de
liberalización comercial multilateral que forma parte del proyecto de expansión
geopolítica y geoeconómica de Estados Unidos (EE.UU.), diseñado para hacer
frente a su pérdida de hegemonía global y contener el avance de la República
Popular China, potencia que, pese a su reciente desaceleración, se erige como
la candidata más factible para sustituir a EE.UU. como próximo hegemón mundial.
El
TPP responde claramente a los intereses del establishment de EE.UU. Sin
embargo, para el Gobierno de México, el acuerdo “es un parteaguas en la
historia del comercio internacional y le servirá a México para consolidarse
como un importante centro para la producción y exportación de bienes y
servicios”[i]. Dicho tratado deberá ser aprobado por el Senado, y esperar a que
otros cinco países lo ratifiquen, para poder entrar en vigor. Un trámite que en
el caso mexicano se presenta sin complicaciones habida cuenta de la actual
composición del Senado donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el
Partido Acción Nacional (PAN), que se han pronunciado a favor del TPP,
concentran 92 de los 127 escaños. Aprobación que podría contar además con los 7
votos del Partido Verde (PVEM), aliado del PRI en esta legislatura.
Con
este acuerdo el Gobierno mexicano cree reforzar su posición internacional
aunque no pareciera que México vaya a modificar en los próximos años su función
como “maquila” ni como exportador de productos primarios por obra de la
aplicación del TPP. De hecho, el margen de maniobra de la economía mexicana
está limitado por la firma en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) con EEUU y Canadá que supone la integración económica y
financiera con estos países, especialmente con EEUU. Como informó recientemente
el Banco de México en su Programa monetario 2016, por el impacto de las
condiciones externas y los mercados financieros, el peso puede seguir su caída
frente al dólar afectando a los precios finales de los productos que llegan a
los consumidores. Se espera, por tanto, un aumento de la inflación que llegaría
a un 3% este año ya que el Banco de México prevé un escenario en que los
“cambios en la postura de política monetaria en ese país [EEUU] tengan un
impacto importante [en México]”[ii].
En
esos mismos días, en el sur del país se perpetraba la destrucción de unos
manglares, y el asesinato de la fauna que en ellos habitaba, para la
construcción del nuevo complejo turístico Malecón Tajamar en Cancún, Quintana
Roo. Las protestas de grupos ecologistas y de defensores de animales, que
tildaron esta acción de “ecocidio”, pusieron en agenda el tema de la
explotación inmobiliaria desaforada en la costa mexicana. En los últimos 40
años, se han reducido en un 55% los manglares del Estado de Quintana Roo, cifra
que no puede separarse de la expansión hotelera en un Estado donde más del 60%
de las habitaciones pertenecen a capital español[iii], a pesar de que la Constitución
mexicana establecía en el artículo 27, antes de su reforma, la imposibilidad de
que extranjeros compraran tierras en el litoral mexicano. Pero este Estado no
es el único que padece una explosión inmobiliaria, la Ciudad de México también
está en el punto de mira de los inversores[iv].
El
capital internacional tiene un gran aliado con el Gobierno mexicano y las
principales fuerzas políticas del país. Las reformas estructurales que se están
acometiendo bajo el paraguas del Pacto por México (energética, financiera,
educativa y de telecomunicaciones, entre otros acuerdos temáticos) son la
agenda política que la derecha latinoamericana ansía aplicar en sus respectivos
países si se consuma la restauración conservadora que el pueblo argentino ya
está padeciendo en estos primeros meses de Gobierno de Mauricio Macri. Pero, si
bien en Argentina esta agenda se está recuperando para volver a marchas
forzadas al neoliberalismo, en México nunca se abandonó la agenda neoliberal.
Es más, en estas décadas de época ganada en América Latina y el Caribe, en
México se alargó y profundizó la noche neoliberal yendo contracorriente de los
vientos de cambio regional.
Sin
embargo, el debate político mexicano no siempre aborda en profundidad el
impacto que estas políticas neoliberales están teniendo en la población
mexicana, incluyendo aquí la estrategia de represión política desplegada para
imponer en muchos territorios megaproyectos diseñados para beneficio del
capital autóctono e internacional.
Asuntos
como la captura del Chapo Guzmán, la filtración de sus conversaciones con la
actriz Kate del Castillo o, en días más recientes, la visita del Papa
Francisco, acaparan portadas y establecen otra agenda mediática. Ni qué decir
tiene el papel de los conglomerados mediáticos internacionales que no dedican a
la actualidad mexicana ni una décima parte del tiempo que gastan en alertarnos
del “desastre” cotidiano que se vive en Venezuela donde, ahí sí, gobiernan los
“malos”.
Si
las riquezas de todos los mexicanos y mexicanas se están vendiendo al mejor
postor, parece importar poco. El enriquecimiento de una minoría en un corto
espacio de tiempo se presenta como un bien para el conjunto de la población del
país, aunque los datos refuten estas premisas. Se persiste en aplicar unas recetas
que tanto en la región como en la República Mexicana han demostrado su fracaso
social (en México tras décadas de políticas de liberalización y privatización,
el 46,2% de la población vive en situación de pobreza[v]). Ocultar la realidad
mexicana es clave para que los pueblos de América Latina y el Caribe no sepan
lo que les espera detrás de los eslóganes que hablan de “cambio” en la región y
de “fin del ciclo progresista”. Quizás sea tiempo de poner más el foco en lo
que pasa en los países gobernados por la derecha regional antes de que sea
demasiado tarde.
[i]
http://www.gob.mx/se/articulos/mexico-suscribe-el-tratado-de-asociacion-transpacifico-tpp-19498
[ii]
http://www.jornada.unam.mx/2016/02/02/economia/019n1eco
[iii][iii]
Datos de 2009 que podrían ser superiores en 2016 ya que gran parte de los
proyectos en marcha entonces estaban también en manos de capital español. Véase
http://www.hosteltur.com/58509_60-planta-hotelera-quintana-roo-es-origen-espanol-porcentaje-va-aumento.html
[iv]
http://www.milenio.com/df/DF-inmobiliaria_en_el_DF-vivienda_en_el_df_0_407359490.html
[v]
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para 2014
http://www3.inegi.org.mx/sistemas/mexicocifras/
Fuente:
Celag
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