MÁS POBRES, MÁS DESIGUALES…
Y MÁS ENDEUDADOS
VICENTE
CLAVERO
Los
números –una vez más– hablan por sí solos: cuando Mariano Rajoy se convirtió en
presidente del Gobierno, a finales de 2011, la deuda pública per capita era de
15.869 euros y ahora es de 23.043. Sólo por dicho concepto, cada uno de los
españoles debemos 7.174 euros más que hace cuatro años, a pesar de los
sacrificios realizados como consecuencia de las políticas de ajuste
presupuestario.
Durante
el mandato de quien ha justificado sus recortes con aquella simpleza de que no
se puede gastar lo que no se tiene (¿de qué vivirían entonces los bancos?), la
deuda pública global ha crecido un 44%. El agujero financiero que heredó
ascendía a 743.000 millones de euros, y se va a ir –como espero que se vaya–
dejando otro de 1.070.000 millones, equivalentes a todo el PIB español.
Después
de echar pestes de José Luis Rodríguez Zapatero y de su gestión de la crisis
–que sin duda fue manifiestamente mejorable–, resulta que Rajoy lo ha hecho aún
peor, al menos en términos de deuda. Y lo que es más irritante todavía: no sin
antes habernos impuestos sacrificios sin cuento, que han convertido España en
un país más pobre y con uno de los mayores índices de desigualdad.
He
ahí una muestra de hasta qué punto es irrisoria la imagen de gestores eficaces
que se atribuyen a sí mismos y a su líder los dirigentes del PP. Manejando los
dineros públicos son tan malos como los que más; con la particularidad de que
sólo saben dejar sufrimiento a su paso y –en algunos casos– hacen alarde de una
falta de escrúpulos sin parangón a la hora de entregarse a la rapiña.
Rajoy
y sus corifeos podrían aducir –con el desparpajo que les caracteriza– que la
deuda pública ha engordado en realidad por culpa de la incapacidad de ciertas
comunidades para cuadrar sus cuentas. Pero eso sólo en parte es verdad: a lo
largo de 2015, sin ir más lejos, el aumento en las autonomías fue de 23.806
millones, mientras que el del Estado ascendió a 46.721; o sea, casi el doble.
Una
porción importante del endeudamiento generado en la última legislatura proviene
de las ayudas al sistema financiero, que –como recordarán– no iba a costar a
los contribuyentes ni un euro. De tal modo que hoy la banca en general está más
saneada que en 2011, mientras que España ocupa el quinto lugar de la Unión
Europea por volumen de deuda pública, sólo por detrás de Grecia, Irlanda,
Chipre y Portugal, los otros cuatro países rescatados.
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seguirme en Twitter: @vicente_clavero
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