LA EDUCACIÓN CONCERTADA NOS ATACA
DAVID BOLLERO
Anda la hinchada de
la educación concertada un poco revuelta estos días porque en el horizonte
comienza a vilumbrarse, quizás, el fin de su chollo. La negativa a seguir
soltando chorros de dinero público para que unas pocas personas, muchas de
ellas crucifijo en mano, se llenen los bolsillos ha producido cierto escozor en
quienes sacaban tajada de ello... y, tan católic@s ellos y ellas, no han dudado
en llenar las redes sociales de bulos. Derechit@s a su infierno cristiano van a
ir.
"La
confederación de padres católicos pide al Gobierno ayuda para financiar la
educación privada de sus hijos". Parece el principio de un chiste... o un
chiste en sí mismo, pero no, se trata de un titular real que evidencia la calaña de esta gente. Quien quiera
educación privada, que se le pague. Si no quiere o no puede pagársela, tiene a
su disposición una Educación pública que entre todas y todos tenemos que hacer
mejor, porque no se equivoquen, no es menos importante que la Sanidad pública,
tan olvidada siempre y de la que nos hemos acordado tanto estos meses.
Escuchar a los
señores con sotana hablar de "ataque a la libertad" por no querer
financiar la educación con la que se lucran es esperpéntico. La libertad no
está en cuestión: cualquiera que quiera recurrir a la educación concertada
puede hacerlo, pero con su dinero. Del mismo modo que parece absurdo exigir al
Estado que nos pague nuestra sociedad médica privada, sucede lo mismo con la
educación.
La derecha, con el
PP a la cabeza, suelta la retahíla de "sectarismo" con la misma
carrerilla con que entona su 'padre nuestro', esto es, sin reparar siquiera en
lo que dice. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la
misma que dice que no es hora de hablar de los derechos LGTBI porque es hora de
hablar solo de economía, afirma rotunda que defenderá la educación concertada
ante cualquier ataque. Ya lo hace, subvencionándola, mirando para otro lado
ante las irregularidades que se cometen y cerrándose en banda y tirando de
opacidad ante los requerimientos de Público por conocer el resultado de las
inspecciones de Educación realizadas en la concertada católica tras las denuncias
de supuestas infracciones.
El único ataque que
se produce es el que sufrimos quienes defendemos la Educación pública: inyectar
dinero del Estado para el negocio de la educación, mientras continuamos
precisando más recursos humanos y manteriales en la Educación pública, es
atacarnos, es privarnos de un derecho constitucional y eso, tan
constitucionalista que es la derecha, incluso la más rancia, no debería
permitirlo... pero, como hacen con la democracia, defienden la Constitución
únicamente mientras beneficia a sus intereses que, por lo general, van ligados
a sus bolsillos.
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