FIFA: NEGOCIOS, CORRUPCIÓN Y POLÍTICA
POR PABLO JOFRÉ LEAL
El ítalo-suizo anni Infantino, presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). La organización que administra junto a sus Confederaciones continentales el manejo de este deporte, que genera miles de millones de dólares anualmente, estuvo de gira buscando ensanchar las arcas de este organismo internacional.
La FIFA, que posee 211 federaciones adscritas, con más miembros que la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) en este viaje político comercial se involucró, incluso, en el lavado de imagen del sionismo. Infantino, en su expedición por Sudamérica trató de convencer a la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) de apoyar su propuesta de celebrar los mundiales de fútbol masculino, ya no cada cuatro años, sino cada dos, que según las palabras de este dirigente traería “más competición de alto nivel, más esperanza y emoción y más posibilidad al mundo de poder organizar también unos mundiales”. Infantino trata de seducir con la idea de desarrollar dos Copas del Mundo en el período de cuatro años “sin los mismos equipos participantes”.
Una idea que cuenta
con el apoyo de las federaciones de Asia y África – por tener menos equipos con
posibilidades de acudir a las citas cada cuatro años – pero que en Europa y
América no parece prender, que son las regiones del mundo con las selecciones
que suelen marcar el atractivo de estos eventos deportivos. Los objetivos propugnados por el presidente
de la FIFA son cuestionados, igualmente, en función que esta iniciativa obedece
más a intereses de incrementar las arcas de la FIFA, que a favorecer a quienes
hacen posible este deporte, los futbolistas, que han comenzado a expresar su
rechazo por la enorme carga física que dicha decisión traería consigo.
“Los Presidentes”
Gianni Infantino
fue elegido presidente del organismo rector del fútbol, en febrero del año 2016
en reemplazo del ex presidente Joseph Sepp Blatter – procesado en Suiza, su
país natal y sancionado por la FIFA por infringir los artículos relativos al
deber de lealtad conflictos de intereses, ofrecimiento y aceptación de regalos
u otros beneficios ilegales. Sumen a ello la entrega de sobornos por parte de
empresas de mercadeo del fútbol y la adjudicación de transmisiones deportivas
en gran parte del planeta. Una trama que involucró también a presidentes de
federaciones de fútbol nacionales y regionales, como fue el caso del chileno
Sergio Jadue, actualmente en Estados Unidos como testigo protegido del FBI y
sobre el cual incluso se realizó una serie de televisión llamada “El
presidente” donde se da cuenta de su labor como dirigente de un club local, de
una pequeña ciudad cercana a la capital chilena, su elección como presidente de
la Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP) y su entrada en el mundo
corrupto del balompié sudamericano, hasta convertirse posteriormente en el
soplón del FBI a cambio de protección y rebaja en su pena. Jadue vive hoy en
Estados Unidos. El escándalo de la FIFA obligó a la Interpol, a incluir en su
lista de más buscados, a dos ex vicepresidentes de la FIFA, el paraguayo
Nicolás Leoz y el trinitario Jack Warner. También se emitieron órdenes de
detención contra empresarios y representantes de jugadores.
Las acusaciones,
destituciones, procesos al interior de la FIFA y procesos judiciales tienen un
nombre que atraviesa transversalmente esta política corrupta: la International Sports and Leisure, ISL. Una
empresa creada ad hoc, para comercializar eventos deportivos ligados al fútbol
y que se concentró, principalmente en Latinoamérica. Las investigaciones sobre
el actuar de esta empresa fueron llevadas
a cabo en Suiza – sede de la FIFA – y se determinó el año 2013 que ILS
fue la base para que decenas de funcionarios de la FIFA recibieran sobornos y
comisiones ilegales de las empresas de mercadeo a cambio de conseguir los
llamados “derechos de comercialización de los eventos organizados por el ente
rector del fútbol”, como es el caso de las copas del mundo masculina, femenina,
juvenil y otras que surgían como maná de las oficinas de la FIFA. Se calcula
que más de 100 millones de dólares fueron entregados como pagos ilegales.
A lo señalado
debemos consignar los pagos por la adjudicación de la sede del mundial de
fútbol adulto masculino en Qatar. El
diario inglés The Sunday Times publicó una investigación basada en correos
electrónicos y recibos bancarios, donde se acreditaba el pago de US$7 millones
a miembros del comité ejecutivo y presidentes de federaciones por parte del
comité catarí encargado de presentar la postulación de su país como anfitrión
del mundial 2022. Escándalo que salpicó a dos glorias del fútbol mundial: el
alemán Franz Beckenbauer y el francés Michel Platini. A ese elemento dinero
sumamos los costos humanos en la construcción de los estadios en esta pequeña
monarquía absolutista regentada por la familia Al Thani, que ha significado
hasta ahora la muerte de al menos 8 mil trabajadores inmigrantes, provenientes
principalmente de la India, Nepal, Sri Lanka, Bangladesh, Paquistán (1) con
denuncias por pésimas condiciones de alimentación, habitación y condiciones de
salubridad donde impera el llamado sistema Kafala, considerada una forma de
esclavitud moderna, donde ciertos ciudadanos del país y empresas privadas
actúan como patrocinadores, en los cuales el gobierno catarí delegó la
supervisión y responsabilidad de trabajadores extranjeros.
Las acusaciones de
corrupción y acciones de represión a la población local se dieron también en
Brasil, país del cual se sospecha, que la FIFA y la Federación local
estrecharon lazos en materia de la entrega de sobornos para la licitación de la
construcción de estadios y sedes del mundial celebrado en el país sudamericano
el año 2014. Un mundial que tuvo un costo total de us$3.400 millones de dólares
de los cuales, se considera, se entregaron al menos un 10% en comisiones y
sobornos. Pagos destinados a lograr el desalojo de habitantes residentes en los
sectores adyacentes a los estadios, como también lograr la derogación, por
ejemplo, de una ley vigente en la época, que prohibía vender cerveza en los
estadios. Se especuló que incluso, la FIFA, logró que su patrocinador
Budweiser, vendiera su cerveza con exención en el pago de impuestos.
En el entramado
corrupto en Sudamérica se descubrió el papel de las empresas Full Play, Torneos
y Traffic (unidas bajo el nombre de Datisa) que pagaban sobornos a los
integrantes del consejo directivo de la Conmebol obteniendo así los jugosos
derechos televisivos de torneos de fútbol como la Copa América, la Copa Libertadores
y la Copa Sudamericana. La máxima
deportiva del Barón Pierre de Coubertin “lo importante no es ganar, sino
competir” ha resultado en el campo de este análisis en el mundo del fútbol una
falacia y una realidad inmoral. La Gira de Infantino volvió a colocar en el
tapete el contubernio político deportivo, la componenda de negocios sucios,
corrupción, sobornos y uso del dinero a diestra y siniestra, que tanto daño le
hace al deporte. En el caso de las investigaciones contra la Conmebol, la UEFA y
la propia FIFA, se recordó aquella definición originada bajo la presidencia de
la FIFA del fallecido dirigente brasileño Jean-Marie Faustin Goedefroid de
Havelange (Joao Havelange) como “Una familia del crimen organizado, donde
Havelange era el capo de toda esa mafia que actúa desde Zurich”. Havelange y su
trama delictiva le otorgaron a la FIFA el poder que hoy posee, incluso en
materia de pasar por encima de las leyes del trabajo de los países. Una
organización que puede sancionar a un jugador e impedirle que desarrolle su
labor en todo el planeta.
Havelange fue un
dirigente que a pesar de decir que él no hacia política se relacionaba, muy
bien, con todos los dictadores del mundo: de la dictadura militar Argentina, la
chilena, Brasil, con dictadores africanos. Un dirigente que estableció
relaciones estrechas con empresas como Coca Cola, VISA y ADIDAS convertidas en
regalonas de esta alianza y que multiplicaron sus ventas por miles de millones
de dólares. Votos, negocios y goles era la máxima de Joao Havelange y de su
ahijado Joseph Blatter, de su yerno Ricardo Texeira, ex presidente de la
Confederación Brasileña de Fútbol y del sempiterno ex presidente de la
Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) el fallecido Julio Grondona. Con
Havelange, su máxima y con ello la era de los sobornos tuvo su disparo inicial
con el primer mundial organizado por la FIFA bajo el mando del brasileño:
Argentina 1978. Mundial que significó la idea de limpiar la imagen de una
dictadura brutal y al mismo tiempo comenzar la era de los sobornos, donde los
mundiales de fútbol y su adjudicación son la guinda del postre (3). El paso de
los años demostró la afirmación del fallecido futbolista argentino, Diego
Armando Maradona “allí donde iba Havelange no se hablaba de fútbol, sino de
negocios, sobornos, de pagos ilegales para conseguir sus objetivos”
Infantino y su
apoyo al sportswashing
Infantino va en la
misma dirección de Havelange, Blatter, Grondona y Texeira. Su ambición,
encubierta bajo lo que denomina la idea de “tener más competición de alto
nivel, más esperanza y emoción y más posibilidad al mundo de poder organizar
también unos mundiales” lo lleva a seguir con la política de sordera, ceguera y
mudez frente a las violaciones de los derechos humanos de países que son
miembros de la FIFA y así como violan el derecho internacional, violan
continuamente sus propia política de defensa de los derechos humano, que afirma
“La FIFA tiene el firme compromiso de respetar los derechos humanos reconocidos
por la comunidad internacional y se esforzará por garantizar el respeto de
estos derechos. La presente política de derechos humanos especifica el
compromiso estatutario de la FIFA y describe la estrategia para su puesta en
práctica de acuerdo con los Principios rectores de las Naciones Unidas sobre
las empresas y los derechos humanos” (4).
Ninguno de eso
principios rectores, que salieron a la luz en mayo del año 2017 ha sido
respetado pues poderoso señor es Don Dinero y a las presiones recibidas para
pasar por alto clarísimas violaciones a los derechos humanos, por ejemplo,
contra el pueblo saharaui, el pueblo palestino, los derechos laborales de
aquellos que construyen los recintos deportivos en Qatar, entre otros. La FIFA
viola las convenciones internacionales destinadas a resguardar a los pueblos
que sufren la ocupación y colonización de sus territorios, como es el caso del
Sáhara Occidental y de Gaza y Cisjordania en la Palestina sometida a la
invasión sionista. Israel no debería participar en actividad alguna organizada
por la FIFA, tal como se decretó con el régimen de apartheid sudafricano.
En cambio, el
régimen sionista participa con el aval y la complicidad de la FIFA en las
eliminatorias para los mundiales de fútbol en todas las categorías, en la
Champion League y otras instancias donde se permite que los equipos de fútbol,
incluso de los territorios ocupados a partir del año 1967, sean parte de este
espectáculo que le sirve a la entidad infanticida limpiar su imagen criminal.
Israel realiza su campeonato de fútbol en los asentamientos que ocupa con
colonos extranjeros en Cisjordania, trasladados en forma ilegal sin que se
determine el crimen de guerra que tal hecho conlleva, como lo establece el IV
Convenio de Ginebra. Israel prohíbe el viaje de equipos palestinos desde la
Franja de Gaza, para que disputen el campeonato nacional del estado palestino,
poniendo trabas para la salida de sus jugadores, incluso deteniéndoles para
hacer fracasar su labor deportiva.
No hay sanción para
el régimen sionista y más aún, Infantino en clara concomitancia con el lobby
sionista europeo y norteamericano, que seguramente le permitirá congraciarse
con las autoridades estadounidenses, para tratar de minimizar las
investigaciones por corrupción que aquejan al organismo que dirige el fútbol
internacional estuvo de visita en los territorios de la Palestina histórica
ocupada desde el año 1948. Infantino el día 12 de octubre se reunió el Tel Aviv
con el primer ministro sionista, el colono de origen estadounidense Naftali
Bennett. En dicho encuentro en Tel Aviv el dirigente señaló “¿Por qué no soñar
con una Copa del Mundo en Israel y países vecinos? Con los Acuerdos de Abraham,
¿por qué no organizarlos aquí junto con los otros países de Oriente Medio? Su
visita y sus palabras provocaron polémica desde el inicio de su visita a la
Palestina Histórica ocupada al visitar un museo israelí construido sobre un
antiguo cementerio musulmán en Al Quds (Jerusalén). Acción condenada por la
Liga árabe y la organización de Cooperación islámica. Critica que se unió a la denuncia de la
politización del ente rector del fútbol global porque “Infantino mostró su
sesgo en favor de una potencia ocupante a expensas de los palestinos”. Palabras
que en los hechos significó que la Asociación Palestina de Fútbol cancelara una
reunión programada con el presidente de la FIFA.
Las palabras de
Infantino, dando señales de considerar al ente sionista como organizador de un
mundial sacó a relucir todo el arsenal propagandístico del régimen ocupante.
Naftali Bennet informó que Infantino “lanzó la idea que Israel pueda organizar
el Mundial 2030 con otros países de la región liderados por Emiratos Árabes
Unidos”. El dirigente ítalo-suizo, al catalizar este proyecto
sionista-monárquico imposible de aceptar política y moralmente, muestra o su
tremenda ignorancia o la complicidad con los crímenes del sionismo contra el
pueblo palestino. Infantino “reiteró que la FIFA quiere poner el fútbol al
servicio de la sociedad, hacer realmente una diferencia al aportar su
contribución, ahí donde sea posible, a la paz y la estabilidad en la región”.
El mandamás de la FIFA debe cambiar su conducta permisiva con el régimen
genocida israelí y no ser parte del llamado sportswashing, destinado a limpiar
la imagen de regímenes criminales como el sionista, la casa al saud o el
régimen marroquí.
Pablo Jofré Leal
Artículo Para
SegundoPaso Conosur
Permitida su
reproducción citando la fuente
Según cifras
entregadas por los gobiernos de la India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka, 8.927
trabajadores han muerto en Qatar, en obras para el mundial del 2022 entre 2011
y 2020. Por otra parte, datos de la embajada de Pakistán en Qatar permiten
confirmar otras 824 muertes de trabajadores pakistaníes, entre 2010 y 2020. En
realidad, la cifra total de fallecidos es significativamente mayor, ya que
estas cifras no incluyen países de los que procede mucha de mano de obra, como
Filipinas y Kenia. Tampoco se incluyen las muertes de los últimos meses de
2020. https://www.eldiario.es/desalambre/6-500-trabajadores-inmigrantes-han-muerto-qatar-prepara-mundial-futbol_1_7256627.html
Según consigna el
medio publico.es Han sido varios los equipos que han protestado por las pésimas
condiciones de los trabajadores inmigrantes, exigiendo el respeto a los
derechos humanos de estas personas. Noruega, Alemania son algunos de los
equipos que la salir a la cancha han exhibido leyendas de apoyo a estos
trabajadores. Cada jugador vestido con una camiseta negra con una letra
mayúscula de color blanco, que ha compuesto la palabra “derechos humanos”.
https://www.publico.es/economia/explotacion-laboral-miles-trabajadores-fallecidos-cimientos-mundial-qatar-202html
Maradona opina
sobre la corrupción en la FIFA.
https://www.youtube.com/watch?v=hTO6SVLKas8&ab_channel=teleSURtv
https://www.fifa.com/es/social-impact/human-rights
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