FAJANA RESORT
AIZPURUA tar JOSU Mª
Yo siempre estoy
adelantado a mi tiempo, y pienso con bases de futuro, y entre la enorme
tragedia humana del volcán, “veo” la fajana convertida en un Resort que será la
atracción turística del lugar, con sus playas privadas y la gran vista del hoy
maldito volcán. Como yo, supongo que estos avispados hoteleros canarios estarán
gestionando sus enchufes.
Pero en esta crisis volcánica, también “veo” las lacras coloniales y me asombro que una RUP europea tenga ese urbanismo “de batalla” insólito en la tierra de los turistas alemanes e ingleses que nos visitan. Lo que vemos en TV es la pesadilla de un arquitecto teutón o la de un joven urbanista recién salido de la Universidad.
Me dice un
compañero de banco, natural de la zona, que no hay tratamiento de aguas sucias
y van directas al mar, a ese mar con ballenas que se hartan de mostrar en
documentales ficticios de un “país” ecologista. Un chicharrero me dice que aquí
es igual.
¿Qué hizo-hace el
colonizador?
Nunca gastó en
trenes, ni autopistas, ni aeropuertos, pero ¿tampoco en tratamientos de aguas
sucias ni en saneamientos? ¡Ni una planta en la zona! Zona urbanizada que
parece obedecer exclusivamente al enchufe del cacique con resaca; no hay orden
ni lógica urbanística, cada uno pone lo que le sale de sus enchufes.
Y esta aberración
se hace en una zona de belleza volcánica irrepetible, aún paraíso en el siglo
XXI que sólo necesita ingresos vitales para sus naturales y respeto del
visitante. Pero el tándem del “colonizador-cacique”, 5 siglos impuesto en
nuestras islas: “es así”. Vale; pero protesto con toda mi fuerza por el
mezquino poder que avasalla en estas tierras de las 7 estrellas que ya son 8.
¡Que infamia colonizadora se hizo-hace con las Islas Afortunadas!
No dejan levantar
cabeza a esta tierra maravillosa, que otros amos menos patanes que los
castellano-chorizantes, pondrían en el Olimpo del turismo como paraísos de
increíble naturaleza y contrastes rompedores donde la naturaleza se esmera
consigo misma y te deja ver un Tajinaste rojo donde no imaginabas que fuera
posible.
Pero el mezquino
cacique, voz de su amo, ensucia con su urbanismo de Benidorm, pelotazos y
pelotazos para alimentar el clientelismo, y la belleza isleña se marchita,
asimilándose a un entorno peninsular degradado que es lo único que tiene en la
cabeza el amo caciquil.
Ahora reclama las
tierras que salen del volcán como si salieran de la fuente de Cibeles ¿Cabe
mayor desfachatez? Como lo pone en algún sitio que sabe Marchena; pues vale.
Pero ¡no vale! pues lo pusieron ellos con su lógica colonial, abusiva y
prepotente. Esa lava es Palmera y su malpaís también, y la fajana, y son sus
gentes los depositarios de ese patrimonio sobrevenido que multiplica lo que
tenían.
En generosa
donación, les han dado 18 casas y van a poner otras enanas de madera. Todo ello
sin lógica urbanística, ante el silencio de los corderos, sin que nadie sepa
nada, y los que saben callan, y tapan la boca de quien aporta ideas; total: ¡todo
será para el Sultán! mientras tanto: a chupar del bote.
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