lunes, 9 de marzo de 2020

EL COMISIONISTA EMÉRITO JUAN CARLOS I


EL COMISIONISTA EMÉRITO JUAN CARLOS I
ALEX CORRONS
Una pequeña recopilación de las fechorías de Juan Carlos I. Una comisioncita por cada barril de petróleo, tráfico de armas, privatización del sector energético, zancadillas a las renovables, puertas giratorias... un cóctel explosivo que puede resultar la mayor de las tramas corruptas que han sostenido y sostienen este régimen controlado por el oligopolio. En los grandes medios de comunicación no se hacen eco de toda esta trama, porque como sabemos, las empresas beneficiarias de todos estos trapicheos son las dueñas de esos medios. Creo que con estos artículos y declaraciones recopiladas cada cual puede sacar sus propias conclusiones, la mia la tengo clara: SON LA MAFIA GLOBAL CAPITALISTA.



Antes de comenzar debemos recordar que España importa petróleo por valor de 66.000 millones de euros cada año, hay una infraestructura de energías renovables infrautilizada deliberadamente y se le ponen zancadillas constantes a otras fuentes de energía que reducirían considerablemente la factura de importación de petróleo.

El catedrático Centeno amplía su denuncia: el rey Juan Carlos se llevaba “1 ó 2 dólares por barril de petróleo”

El catedrático de Economía, Roberto Centeno, amplió este jueves en los micrófonos de Radio 3W su denuncia contra el rey Juan Carlos, su “querida” amiga Corinna y su testaferro, Manuel Prado y Colón de Carvajal, al afirmar que el monarca y su “valido” cobraron una comisión de entre “uno o dos dólares” por barril de petróleo que compraba el erario público de España en los países árabes. Centeno hizo cálculos de cuanto se llevaba el rey Juan Carlos, información que él conocía porque era precisamente el encargado de pagar los suministros por su responsabilidad en CAMPSA. Debido a la “intermediación” de Manuel Prado y Colón de Carvajal, por encargo de Juan Carlos, España pagaba el petróleo más caro, ya que ambos se llevaban una comisión:

“La cifra no la recuerdo exactamente, pero había un sobrecoste. Es decir, entre comprarlo directamente, que estábamos hablando de treinta y tantos dólares de aquellos años (si le ponemos la inflación ahora no sé cuánto saldría, desde luego el doble o el triple)… Pero, en fin, había comisiones que podían oscilar entre 1 y 2 dólares por barril y eso es una barbaridad por la cantidad de barriles de petróleo que caben en un superpetrolero. Un petrolero de 200.000 toneladas lleva entre 1.400.000 ó 1.600.000 barriles. Entonces estamos hablando de que un petrolero le puede producir en aquel momento un beneficio de 2 millones de dólares del año 1979. Eso son palabras mayores”.

Roberto Centeno, entonces consejero delegado de CAMPSA, tenía un mandato expreso del Consejo de Ministros: conseguir petróleo al precio más barato posible debido a la carencia española de suministros energéticos, con el consiguiente riesgo de desabastecimiento y colapso. Y recurre por ello al embajador en Kuwait, Fernando Schwartz:
“Él me dice: “Oye, Roberto, sé que estáis en esta situación y yo tengo una relación excelente con la familia Al-Sabah. Esta familia era entonces y lo es ahora la familia del emir de Kuwait, la reinante. Y yo le dije: “Mira Fernando, no me toques las narices porque yo estoy harto de recibir ofertas que son un puro camelo, así que no me hagas coger una avión, irme a Frankfurt, coger otro avión a Kuwait y tirarme diez horas de vuelo para que luego no…”.

“Que no, que yo te juro, te prometo…” que tal y que cual. Total, que cogí y me fui. Y, efectivamente, Fernando, que era un tipo serio, realmente tenía unas relaciones muy buenas con la familia Al-Sabah y con los directivos de la KPC, la Kuwait Petroleum Company, que es la que tiene el monopolio porque el petróleo está nacionalizado, pertenece al Estado. Y naturalmente está regida por un miembro de la familia Al-Sabah. Gracias, pues, al gran oficio de Fernando Schwartz, consigo un cargamento de 150.000 toneladas, al cual le iban a seguir otros a precio de mercado, sin comisiones”.


La operación de compraventa estaba hecha hasta que se mezcló en ella un siniestro personaje que venía de la Casa Real española. Con el tiempo llegaría incluso a pisar la cárcel por corrupción y sus procedimientos judiciales se amontonaban en los juzgados. Por eso Centeno le pregunta al ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, quien es esa persona que impide una transacción petrolífera del Estado para encarecerla con sus comisiones ilegales:

“¿Quién coño es Manolo Prado? Entonces [Fernández Ordóñez] se me queda mirando con profundo asombro y me dice: “Pero Roberto, no me fastidies. ¿Que tú no sabes quién es Manolo Prado?”. Y le dije: “Te juro por mis muertos que yo no sé quién ese Manolo Prado“. Y me dice Paco Fernández Ordóñez: “¡Pero tú eres un pardillo! Sabrás mucho de petróleo pero no tienes ni idea de cómo funciona este país“. “Pues explícamelo tú”. Y respondió: “Manolo Prado es la persona que tiene… no me dijo el monopolio pero vamos… La única persona que tiene derecho a comprar petróleo en Arabia Saudita y los Emiratos“

Centeno se quedó perplejo delante del ministro: “Paco, según lo que tú me estás contando, por razones que ignoro, hay un señor que tiene reservado ese chiringuito. Explícame entonces dónde voy a buscar yo el petróleo que España necesita. ¿Se lo pido al ayatola Jomeini, por ejemplo? ¿Tú qué crees que pasaría si me fuera a Teherán y le pidiera que me diera un barco de crudo?” Porque además los ayatolas habían cesado totalmente las exportaciones para llevar el mercado a donde lo llevaron. Y Fernández Ordóñez respondió: “Eso me lo tenías que haber dicho”. Y, obviamente, la operación se frustró y Manuel Prado y Colón de Carvajal fue quien la llevó a cabo. Pero más onerosa para el erario público, por supuesto.




"Manuel Prado, el amigo del rey, organizó la conspiración del 23-F"

"El jefe de la CIA en España me advirtió 24 horas antes de que se tramaba algo"

En vísperas del 23-F, Manuel Pastor, entonces miembro de la Comisión Internacional del PSOE, mantuvo contactos con el embajador de EE UU en España, Terence Todman, y con un alto consejero, Allen Smith, destacado agente de la CIA. Smith advirtió a Pastor 24 horas antes del golpe de que se estaba tramando "algo" con la anuencia del rey y del partido socialista y que el muñidor era Manuel Prado y Colón de Carvajal, diplomático, amigo y administrador privado del monarca, años después condenado por el "caso Torras".

ISABEL BUGALLAL –¿Manuel Prado y Colón de Carvajal, el amigo del rey, tuvo relación con el 23-F?
–Yo escribí un artículo al hilo del libro de Jesús Palacios [El 23-F. El Rey y su secreto], en el que profundiza todavía más después del anterior [El golpe del Cesid]. Palacios, aunque lo menciona, no llega a perfilar el papel de Manuel Prado y Colón de Carvajal. Yo había conocido al entonces embajador de EE UU en España, Terence Todman en Santander y nos hicimos bastante amigos. Luego quedamos en vernos pero él no tenía mucho tiempo y delegó en un alto consejero de la embajada, Allen Smith, que resultó ser el jefe de la CIA. Lo sorprendieron controlando las conversaciones telefónicas del rey y fue el primer agente de la CIA expulsado de España.
–¿Smith estaba en el ajo?
–El historiador Palacios cree que sí. Yo, por la conversación que tuve 24 horas antes del asalto al Congreso de los Diputados, creo que no. Yo era miembro de la Comisión Internacional del PSOE. En aquella época, el PSOE no tenía aprecio alguno por EE UU, pero yo sí, había estudiado allí con el historiador Stanley Payne y tenía muy buena relación con la embajada, por eso Allen Smith me frecuentaba y me invitaba a comer o a tomar una copa de vez en cuando.

–¿Para sacarle información?
–En ese momento, el asunto era la postura del PSOE ante la OTAN, los americanos querían saber si el partido se oponía o no a la entrada de España. Y en esto ocurrió la llamada operación De Gaulle. Veinticuatro horas antes, Smith me llama con mucha urgencia y me dice que se está tramando una operación –nunca dijo golpe de Estado– con el consentimiento del rey y que el organizador es Manuel Prado y Colón de Carvajal, que podría ocupar la cartera de Defensa en un gobierno de concentración. Me pregunta qué sé yo de eso, puesto que también tenía el consentimiento del PSOE, y yo le dije que no tenía ni idea. Se lo consulté incluso a Tierno Galván y él estaba completamente in albis: “No haga usted caso de esos rumores”, me dijo.

–Se hablaba de un gobierno de concentración.
–Sí, pero no con una operación golpista por medio. Se hablaba de una gran coalición de gobierno como se habla ahora de un gobierno de concentración y de suspender las autonomías: lo dice nada menos que en la revista de Alfonso Guerra [Temas].

–Volvamos a Prado, ¿cuál fue su papel en realidad?
–Palacios no sabe muy bien e insinúa que podía ser el enlace de Zarzuela con el general Armada. Hasta ahora, ningún libro sobre el 23-F menciona a Prado. La primera vez que lo vi citado fue en el libro de conversaciones con el rey de José Luis de Villalonga. Al propio don Juan Carlos se le escapa que aquella noche estaba su amigo Prado en el palacio de la Zarzuela. También lo destacó Ricardo de la Cierva, pero todos los demás libros lo ignoran.

–¿Qué papel le atribuye usted?
–El que me dijo Allen Smith, que tenía muy buena información porque entonces el rey no hacía nada sin consultar a la embajada de EE UU. Yo creo que Manuel Prado, u otra persona, informó a EE UU de la intención de hacer un gobierno de concentración.

–Un gobierno de concentración en el que estarían todos los partidos, de Alianza Popular al Partido Comunista.
–Al único que no mencionó Smith en ese gobierno fue a Manuel Fraga, y no me cuadra que el historiador Palacios lo sitúe como ministro de Defensa, puesto que, según Smith, sería Prado. Yo sospecho que dudaron si estaba bien visto o no poner al frente de esa cartera a un amigo personal del rey y a última hora lo sustituyeron por Fraga, y así se integraba también a AP.

–¿Y qué le dijo Smith del papel del rey?
–Me dijo que el rey aceptaba esa iniciativa, pero no mencionó a Armada.

–”A mí, dádmelo hecho”, fue la frase del rey, según Palacios.
–Sí. Era una operación constitucional, un gobierno de concentración que era legítimo. Nadie sabía que iba a haber un asalto al Congreso, Smith no me dijo nada de eso.

–De quien no hay duda es del papel de Fernández Campo.
–Sabino fue el que se dio cuenta de que si Armada iba a la Zarzuela comprometería al rey, y se lo impidió. En principio, se vio a Armada como un mal razonable [como presidente del gobierno de salvación] para evitar un golpe militar. Seguía un dictamen que habían encargado al bufete de Carlos Ollero y que se inspiraba en el modelo de De Gaulle de 1958.

–¿Sigue habiendo incógnitas?
–Luis María Anson reconoce que todo lo que Palacios cuenta es cierto pero que solo ha contado el 70%; que él sabe el resto y que algún día a lo mejor lo cuenta.

–Siempre enigmático.
–Pero si él ya ha contado muchas cosas, incluso lo del dictamen de Ollero. Mi única aportación es lo que me dijo un día antes del asalto al Congreso Smith: que todo lo había organizado Manuel Prado y Colón de Carvajal. La paradoja es que Tejero desmanteló toda la operación al impedir que entrara Armada.

–Francisco Laína, director de la Seguridad del Estado entonces, lamenta que se sigan escribiendo novelas sobre el 23-F.
–Yo me fío de Jesús Palacios, sospecho que tiene información directa de Armada. Es el mejor informado y prueba de ello es que ganó el juicio a los dirigentes del Cesid que lo denunciaron por su otro libro. El libro de Palacios ha sido avalado por Stanley Payne, que es el historiador americano más fiable de la historia contemporánea española. Me fío 100% de él, es un hombre de confianza de EE UU e ilustra a todos los candidatos a embajadores en Madrid.


Sabes quiénes son los culpables. ¡Páralos! Borja Prado Eulate

Introducción: ¿Quién fue su padre?

Pertenece  a una de las familias más importantes de la burguesía madrileña, por lo que es imposible hablar de Borja Prado sin esbozar la historia de su familia, en la línea hereditaria de Cristóbal Colón. Su padre, Manuel Prado de Colón de Carvajal, fue diplomático, senador yadministrador privado de las finanzas del Rey Juan Carlos I, además del mejor amigo del monarca.

Este personaje, que luchó como voluntario franquista en la Guerra Civil, es conocido principalmente por los casos Wardbase y Pincinco (caso KIO), hazañas cometidas en el marco de la I Guerra del Golfo y de las que se habría embolsado unos 108 millones de euros del Grupo Torras, la filial española de la Kuwait Investment Office (KIO). Esto habría sido posible gracias a Javier de la Rosa, presidente del Grupo y también amigo del Rey, quien aseguró que proporcionó el dinero al administrador de Juan Carlos para que se lo entregara al monarca en concepto de favores políticos con las dictaduras árabes. Así, Prado se salvó de la Corte Comercial Londinense tras implicar involuntariamente al Rey, quien pudo ser escuchado en conversaciones telefónicas con personalidades del emirato en unas cintas que aparecieron, casualmente, en el despacho de Javier de la Rosa, quien no dudó en aportarlas como pruebas que justificasen la evaporación del dinero de Kuwait.

Sin embargo, tras años de dilaciones, la Sala de la Penal de la Audiencia Nacional (y tras ella el Tribunal Supremo) condenaron a Javier de la Rosa y a Borja Prado por delitos de apropiación indebida y falsedad documental. Pese a que las penas fueron ridículas, no excediendo los cinco años para Javier de la  Rosa ni el año para Borja Prado, éste sólo pasó unos meses en la cárcel tras conseguir el indulto por “motivos de salud”.

Pese a que fuera juzgado y condenado por otros escándalos, como el caso Tibidabo, el “agradecimiento” de la monarquía a Manuel Prado le llevó a recibir varios títulos como el de senador, fue reconocido con las Grandes Cruces al Mérito Aeronáutico y al Mérito Naval, presidió Adena-España y fue fundador de la Fundación contra la Drogadicción (FAD), que ahora preside la Reina Sofía. Asimismo, merece ser destacado su papel como comisario del Rey en la charla que mantuvo con Caucescu para persuadir a Santiago Carrillo del papel protagónico de la Monarquía en los Pactos de la Moncloa.

Pese a que su residencia estaba en Suiza, fue nombrado por designación real embajador at large, con un pasaporte diplomático con más libertad de movimiento y protección oficial para que pudiera realizar actividades en nombre del monarca. Redactó cartas con el membrete Real para pedir dinero con fines políticos, como por ejemplo “salvar la democracia” pagando la campaña electoral de UCD. Así, durante los años de gobierno de este partido, fue nombrado presidente de Iberia (quePrado intentó rebautizar como Reales Líneas Aéreas Españolas) levantando sospechas de que se podía estar aprovechando del control de carga y descarga de los aviones.

Pero también con el PSOE consiguió entablar buenas relaciones políticas, tras tiras y aflojas con algunos dirigentes, sobre todo cuando entró en contacto con Enrique Sarasola, un gran amigo de Felipe González, con el que llegaría a compartir sede para sus empresas. A través de estos contactos logró recibir varias licencias para obras en terceros países, a menudo financiado con fondos públicos a través de los créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo).

Y tras esta necesaria introducción que nos sitúa en las formas en que Borja Prado comenzó su imperio, heredando la riqueza de su padre, podemos hablar del actual Presidente de Endesa.

Nacido en Madrid en 1956, casado y con tres hijos, estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, y se inició en el mundo de los negocios a finales de los 70 en la sociedad de Fomento de comercio Exterior (Focoex). Más adelante funda una consultora de carácter económico, y en 1999 alcanza la presidencia del Banco Lazard, para posteriormente entrar en el Consejo de Administración de Telecinco, tras ser elegido por la Mediaset, empresa en manos de Berlusconi. Es presidente de Mediobanca en España y consejero de Unedisa (El Mundo, Expansión y Marca).
Gran amigo de Florentino Pérez, desde su condición de ejecutivo de Mediobanca asesora a la empresa ACS propiedad de Florentino para la toma de control de Iberdrola, es decir, su principal competidora como presidente de Endesa. Pese a que esta situación pueda parecer inmoral y conlleve un conflicto de interés, lo cierto es que no es ilegal. Además, no sólo Florentino Pérez escliente de Mediobanca, sino también empresas como Sacyr Vallehermoso, a la que salvó de la quiebra con la venta de Itinere, y la familia Entrecanales, a la que hizo aún más millonaria con lacompraventa de Endesa por parte de Acciona, participación vendida después a Enel, la eléctrica italiana cuyo banco de cabecera es, por supuesto, Mediobanca.

En un caso similar, Endesa encargó la venta de la red de transmisión que unen las islas con la península a través de Mediobanca. Con esta operación, que rondaría entre los 700 y los 1.000 millones de euros, los bancos asesores –Mediobanca y Santander- ganarían nada menos que 10 millones de euros en comisiones. Pero no acaba aquí, ya que otra operación, la que se refiere a las líneas de alta tensión, garantizaría un mínimo de 20 millones de euros para el banco presidido por Borja Prado en función de comisiones.

Siguiendo la estela de su padre, Borja Prado sigue muy cerca de la monarquía, como bien refleja el hecho de que sea socio de la guardería en propiedad de la Infanta Elena situada en el barrio de El Viso. Por si fuera poco, al igual que Manuel Prado lo fuera de Juan Carlos I, en sus ratos libres actúa como asesor financiero del Príncipe Felipe, con el que le une una gran amistad. No sorprende, pues, que además forme parte del patronato de la Fundación Príncipe de Asturias.

Aprovechando los contactos heredados de la residencia en Suiza de su padre, fue consultor en España de la Union des Banques Suisses (UBS), que es uno de los bancos suizos más grandes y rentables, regido por la ley del secreto. Fuera de esto, nadie sabe el número de sociedades más o menos fantasma que maneja.

También los negocios armamentísticos de Borja Prado son consecuencia de los primeros pasos de su padre, quien estuvo al frente de Alkantara Iberian Export, una empresa mixta mercantil que posteriormente se reconvirtió en empresa de armamento, y en la que el propio Borja trabajó en una de sus filiales, Triad International. Pero fue de nuevo con un gobierno del PSOE cuando la empresa Simulación, Mando y Control S.A., con capital de Mario Conde y Borja Prado a través de la empresa BTA International, hizo un buen negocio a costa de la venta de tecnología para la defensa, y programas informáticos aplicables a aviones de combate y barcos de guerra.

En otro orden de cosas, debemos señalar la actual subida del precio de la luz un 9,8% pactada entre el gobierno de Zapatero y las grandes empresas eléctricas. Si para el Coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara, “hay gato encerrado” y “poca transparencia” en esta medida para favorecer a las empresas del sector motivado por la reunión de los 37 empresarios de nuestra lista de culpables, muchos apuntan a que puede existir un acuerdo no escrito. Así, las eléctricas retirarían sus recursos al llamado “decreto del carbón” a cambio de que el gobierno decretase la subida y otras ventajas fiscales.

Pero las relaciones políticas de ninguna empresa pueden centrarse en sólo uno de los partidos del poder. Así, este año supimos que José María Aznar firmó un contrato con Endesa como asesor para América Latina por lo que recibiría una cifra cercana a los 200.000 euros. Es precisamente en este continente, según el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), donde Endesa juega un papel bastante poco ético, como es el caso del proyecto de una línea de trasmisión que pretende atravesar Chile pasando por encima de al menos seis parques nacionales y ocho sectores indígenas.

Endesa obtuvo un beneficio neto de 2.722 millones de euros en los nueve primeros meses de 2010.
No son modelos a seguir. Son modelos a combatir. Contra la acumulación del capital, por el reparto de la riqueza.

Sabes quiénes son los culpables. ¡Páralos!


Borja Prado Eulate - Wikipedia

Biografía

Nacido en Madrid en el año 1956, Borja Prado Eulate cursó estudios de Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Posteriormente, en EE.UU. decidió ampliar su formación en Relaciones Internacionales y Comercio Exterior en la Universidad de Nueva York y, a continuación, en la firma Philip Brothers.

Trayectoria profesional

Vicepresidente de Enersis (2013-2015); Presidente de Mediobanca para Iberia y Latinoamérica (2007-2014); Consejero de Endesa y Endesa Chile (2007-2009); Vicepresidente de Lazard Asesores Financieros, S.A. (1999 y 2007); Consejero de Rothschild España (1995-1999); Vicepresidente de UBS en España (1989-1994); Presidente de Almagro Asesoramiento e Inversiones, S.A.; y Fomento de Comercio Exterior (Focoex) desde 1980 hasta 1988.

Ocupación actual

En la actualidad y desde hace más de 7 años, es Presidente de Endesa S.A., Chairman of Global Coverage de Mediobanca. Miembro del Grupo Español de la Comisión Trilateral y Presidente de la Fundación Endesa. Así mismo, pertenece a otros Consejos de Administración, como son el de Mediaset España Comunicación, S.A. y el de Enel Iberoamérica, S.R.L. Recientemente ha sido nombrado presidente del Club Español de la Energía, Enerclub.

"Un rey, golpe a golpe". Cap. 14. 2. Manuel Prado, el amiguísimo

Pero ninguno de todos estos personajes llega al nivel de amistad que Manuel Prado y Colón de Carvajal tiene con el monarca. Descendiente directo de Cristóbal Colón, Manuel Prado es manco y tiene 7 años más que Juan Carlos, características todas que le han rodeado de una cierta aura de leyenda a los ojos del rey. Se conocieron por primera vez cuando su madre, muy monárquica, le llevaba a ver al príncipe durante la primera estancia suya en España, en aquellos "besamanos" que los fieles a la Corona le organizaban en la finca de Las Jarrillas. Pero no hicieron amistad hasta unos cuántos años más tarde, cuando en 1961 el duque de Calabria, Carlos de Borbón y Dos Sicilias, un día lo llevó a cenar con su primo Juan Carlos al Nuevo Club.

La velada se prolongó hasta la madrugada y allí nació una amistad indestructible entre los dos. Pero son mucho más que amigos. Prado se define a sí mismo como "intendente general de don Juan Carlos I", o "administrador de los dineros privados de Su Majestad". Pese a que tiene su residencia establecida en Lausana (Suiza), fue nombrado por designación real embajador at large, es decir, sin embajada en ningún país, pero con un pasaporte diplomático que le permite viajar con más libertad de movimiento y más protección oficial, para que pueda realizar gestiones en el extranjero en nombre del monarca. Su gran amistad con el rey se ha extendido prácticamente a todos los miembros de la familia real. Con la reina tiene relación a través de la Fundación de Ayuda contra la Droga, que ella preside y con la que él colabora. Precisamente en esta actividad, en una reunión del Patronato, en 1992 conoció a Mario Conde, con quien después hizo negocios en el asunto del Castillo de los Gracianos. Por otro lado, su hijo Borja es amigo de Jaime de Marichalar y de la infanta Elena, que visitó varias veces su finca El Toñanejo, próxima a Medina Sidonia, propiedad de la ex-mujer de Prado, Paloma Eulate, y que fue donde se celebró la boda de Borja.

El hijo, como su padre, se dedica en cuerpo y alma al mundo de los negocios de alto nivel. Fue consultor en España de la Union des Banques Suisses (UBS), que es uno de los bancos suizos más grandes y rentables, regido por la ley del secreto. Fuera de esto, nadie sabe el número de sociedades más o menos fantasma que maneja. Como hombre de negocios, nadie ha podido distinguir nunca lo que Manolo Prado hace en nombre propio y lo que hace como administrador del rey, excepto en los casos en que sus asuntos se complicaron hasta llegar a los tribunales. Entonces, oficialmente, siempre es cosa suya y el monarca queda al margen. Entre las múltiples y variadas actividades que Prado lleva a cabo, actúa como asesor de empresas, a las cuales facilita los trámites legales necesarios para funcionar en España. Henry Ford II, presidente de la multinacional norteamericana del mismo nombre, en marzo de 1974 recibió una afectuosa carta del que entonces era príncipe de España, en la que recomendaba encarecidamente a su amigo Manuel Prado como la persona adecuada para necesidades de esta clase. El empresario norteamericano en aquel momento estaba preparando su viaje al Estado español para colocar en Almussafes (València) la primera piedra de la factoría de Ford. Juan Carlos de Borbón se despedía dejando constancia de que una respuesta positiva sería adecuadamente valorada en un futuro próximo. También actúa como una especie de secretario personal de Juan Carlos para asuntos económicos, puesto que redacta cartas con el sello de la Casa Real para pedir dinero a entidades financieras o gobiernos extranjeros, según los casos, con varios fines. Pidió dinero, por ejemplo, para salvar a la democracia ayudando a financiar las campañas electorales de la UCD (como cuando solicitó dinero a Arabia Saudí, en 1977), para que pudieran utilizar las bases españolas en sus operaciones militares (como el caso de Kuwait en la guerra del Golfo), etc. De estos asuntos, estaba enterado sólo en parte el resto del personal de la Casa que más de una vez se sorprendió, sobre todo en los tiempos en que Fernando Almansa era un recién llegado, al recibir lo que parecían respuestas a cartas que no constaban en el registro de salida. Almansa se dirigía al mismo monarca para aclarar la aparente confusión: "Señor, ha llegado una carta del Rey de Arabia Saudí diciendo que en contestación a la carta de mi hermano de fecha tal... ¿Sabe a qué carta alude?" "Sí, sí, no te preocupes, ésa la escribió Manolo Prado".

A menudo, además, ha ocupado cargos públicos. Con los gobiernos de Adolfo Suárez, por ejemplo, Prado fue presidente de Iberia, cosa que suscitó especulaciones sobre el hecho de que se podría estar aprovechando de la capacidad de carga y circulación de los aviones por todo el mundo. No se probó nada. De esta época es el origen de la corona que lucen los aviones de Iberia, que Prado intentó rebautizar como Reales Líneas Aéreas Españolas. También fue presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana (IC1). De este cargo lo destituyó José Pedro Pérez Horca, ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Calvo Sotelo, en 1982, a causa de unas declaraciones que hizo al semanario Tiempo, en las que criticaba la política exterior gubernamental. El ministro meditó lo que suponía cesar a un amigo del rey, pero no tuvo otra opción para seguir siendo respetado. Pero enseguida llegó al poder el PSOE y Prado volvió a ocupar cargos importantes. Fue comisario de la Expo 92, consejero de la Sociedad Estatal V Centenario en representación del Ayuntamiento de Sevilla, y también trabajó como impulsor del proyecto Cartuja 93, un parque temático de ocio, creado a partir de los restos de la Expo de Sevilla. En un principio, con el PSOE tuvo sus pros y sus contras en un proceso de tira y afloja que hizo fracasar algunos de sus proyectos inmobiliarios, como el del Hotel Los Bordales, a causa de intereses enfrentados con algunos líderes socialistas. Pero las cosas se fueron arreglando poco a poco, sobre todo cuando entró en contacto con Enrique Sarasola, que es para Felipe González algo parecido a lo que Prado es para el rey. Los últimos años las empresas de Sarasola compartían sede con las de Prado, en el número 31 del Paseo de la Castellana, en el edificio Pirámide.

En 1995, sus hombres de confianza (Álvaro Álvarez por parte de Sarasola, y Jesús Sainz por parte de Prado) estaban juntos en el consejo de administración de Hilo, una empresa ubicada en Barcelona que se dedica a actividades inmobiliarias y de asesoramiento y promoción. En el complejo entramado de empresas de Prado, la principal es la sociedad instrumental suiza Trebol SA. A su vez, esta firma participa en la sociedad española Trebol Internacional, con domicilio en Madrid, en la que Prado está rodeado de importantes socios (entre otros, el príncipe georgiano Tchokotua y el rey Simeón de Bulgaria). En la filial sevillana de ésta, Trebolquivir, constituida en 1987, Prado tiene como hombre fuerte a Arturo Moya, ex-diputado de la UCD por Granada; el secretario es Jesús Bores, amigo personal de Felipe González y de su cuñado, Francisco Palomino. A través de estas empresas, Prado consigue contratas para obras en terceros países, a menudo financiadas con créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo). En 1989, por ejemplo, consiguió la contrata para construir un hospital en Yemen del Sur por 25 millones de dólares, y un crédito FAD para llevar a cabo el proyecto, negociado con Germán Calvillo y Gloria Barba (esposa del entonces ministro Carlos Solchaga), en aquel momento responsables de la empresa pública Focoex. Y a veces combina esta actividad con la antigua de asesor a terceros. En 1991, por citar un caso, fue contratado por la empresa pública Indra (a través de Atlas Internacional, que forma parte del grupo Trebol), para ofrecer servicios como consultor y promotor de un contrato con Venezuela para obras aeroportuarias, que eran de adjudicación directa. Indra y Atlas Internacional pactaron una comisión del 3%, cosa que suponía casi 1.000 millones de pesetas. Prado consiguió para Indra que el Consejo de Ministros del 22 de diciembre de 1993 aprobara la concesión de un crédito FAD de 10.000 millones para modernizar todos los aeropuertos de Venezuela. Después la cosa salió mal, porque en Venezuela hubo elecciones y con el cambio de poder se acabaron las adjudicaciones a dedo. Otra de las facetas de Prado es dedicarse a los negocios inmobiliarios, aunque en este ámbito las cosas no siempre le han salido bien. En orden a la especulación inmobiliaria de la Expo 92, se metió en negocios ruinosos, como el de las parcelas de Expovillas SA, que acabó implicando a De la Rosa, y al complejo turístico de Castillo de los Gracianos de Jerez (en el que, además de De la Rosa, también involucró a Mario Conde).

Al contrario de lo que pasó con otros amigos, colaboradores, asesores financieros o como se los quiera denominar, como Javier de la Rosa o Mario Conde, la relación del rey con Manolo Prado es intocable, como si hubieran firmado alguna clase de pacto de sangre capaz de superar todos los malos momentos; que no han faltado. El más grave, hasta ahora, ha sido el de KIO. Pero cuando las cosas se ponen realmente graves, Prado acostumbra a ponerse muy enfermo. Coincidiendo con la fase judicial del escándalo "'Tibidabo", en el que el amigo del rey estuvo imputado en una expansión del problema iniciado con KIO, a mediados de mayo de 1999, la enfermedad pasó por uno de sus episodios más violentos en la Clínica de la Luz de Madrid. Casi se le dio por muerto, pero revivió como lo hacía el ave Fènix de entre las cenizas, superó una tromboflebitis y se le implantaron dos válvulas coronarias. Tras pasar unos días de recuperación en el Hotel Villamagna, donde reside habitualmente cuando está en Madrid, el 28 de mayo volvió a Sevilla.

Negocios oscuros

Con Manuel Prado, o con otros personas, Juan Carles se ha visto involucrado a lo largo de sus 25 años de reinado en varios negocios dudosos, aunque quienes figuraban oficialmente en los papeles siempre eran sus "amigos". Se ha movido en diferentes sectores, a los que conviene pasar revista por separado.

PETRÓLEO

Una de las primeras formas conocidas que Juan Carlos de Borbón utilizó para ir ganando un pequeño capital personal fueron las comisiones del petróleo. Todavía en tiempo de Franco, hubo una crisis petrolífera que afectó a España de manera importante. Entonces Barrera de Irimo, que era ministro de Economía, se le ocurrió ir a ver al príncipe y pedirle que hiciera de intermediario con el príncipe Fahd, de Arabia Saudí, uno de los productores de crudo más importantes, para conseguir una rápida remesa de petróleo. Juan Carlos envió a un emisario y la respuesta fue inmediata: "Decida mi hermano el príncipe don Juan Carlos, que le enviaremos todo el petróleo que España necesite". A cambio de estos servicios de mediación, el príncipe cobraba una comisión, cosa que a todo el mundo le parecía muy normal. El mismo Juan Carlos ha explicado que su habilidad para tratar con los árabes se debe a que los sabe comprender mejor que nadie: "Sólo los que sabían tomárselo con paciencia llegaban a veces a hacer el negocio de su vida", dijo una vez. Probablemente el emisario real fue en aquella ocasión el mismo Manuel Prado (aunque no lo hemos podido confirmar), puesto que habitualmente era él quien se encargaba de esta clase de asuntos. Alfredo Pardo, director de flota de CEPSA, lo pudo comprobar cuando tuvo que suspender un viaje a Kuwait que tenía programado para firmar un contrato multimillionario de compra de petróleo al emirato, que le dejaría un beneficio abundante de dos centavos por barril en concepto de regalía para el comprador. Cuando ya estaba a punto de irse, le avisaron para decirle que no fuera, que la firma del contrato sería a cargo de don Manuel Prado y Colón de Carvajal, cosa que le sorprendió. Y coincide que el entonces emir de Kuwait, el jeque Zayed, de Abu Zabi, era como Fahd, un gran amigo del rey. "¡Un personaje extraordinario!”, solía decir de él Juan Carlos. Supuestamente, a finales de los setenta el Gobierno de Suárez había adoptado un acuerdo para que un porcentaje pequeño de las transacciones comerciales petrolíferas realizadas por España con otras monarquías del mundo se desviara hacia el patrimonio privado de los Borbones. Estas transacciones comerciales estaban gestionadas por Manuel Prado y Colón de Carvajal.

A principios de los ochenta, e incluso más tarde, continuaban saliendo a la luz escándalos sobre los dineros que el rey debía a otros monarcas por el pago de comisiones a intermediarios para conseguir aquellas transacciones (compra de petróleo) en condiciones muy ventajosas para España. Aparte de las comisiones por el petróleo, que muchos justifican como perfectamente razonables e incluso legales, no se sabe si el rey Juan Carlos tiene otros negocios en el sector, aunque hay indicios de que sí. Como amigo de los países árabes, ha actuado en calidad de mediador político para ayudar a resolver los problemas del Oriente Medio. Y también sirvió de mediador en otros conflictos particulares, por los que estuvo mucho más interesado de lo que se podría esperar.

Podríamos citar como ejemplo el caso del Itzarra. El petrolero Itzarra (con tripulación española, aunque con bandera de conveniencia panameña) fue detenido por las autoridades nigerianas el 19 de junio de 1984, cuando pretendía llegar a las aguas internacionales, tras cargar ilegalmente en Nigeria una partida de gasoil. Las autoridades retuvieron dos meses a toda la tripulación, pero después se contentaron con procesar y condenar a muerte al capitán Luis Peciña, por contrabando de gasoil. La detención se produjo en un contexto en que el contrabando de crudo estaba costando al país africano más de 500 millones al día, a la vez que producía una escasez acuciante en el mercado interior de los productos derivados, a pesar de ser uno de los máximos productores del mundo. Los contrabandistas compraban gasoil subvencionado para la pesca en Nigeria a mitad de precio, y lo llevaban a Canarias, donde se llegaban a mover más de 30.000 toneladas anuales. Al parecer, los armadores griegos habían sido los primeros en introducirse en este peculiar negocio, con la compañía naviera Lavinia.

Pero tras el golpe de Estado de diciembre de 1983, el nuevo Gobierno militar presidido por Muhammad Buhari había centrado sus esfuerzos en poner fin a la corrupción, para lo cual detuvo y procesó, en sólo 6 meses, a 474 altos cargos del Régimen civil derribado. Y en su lucha contra los barcos extranjeros que participaban en el negocio, había caído el Itzarra. Las autoridades nigerianas acusaron inmediatamente al armador y gerente José María López Tapia como verdadero responsable del delito, para que diera cuentas ante la justicia nigeriana. Pero López Tapia nunca mostró ningún interés por acudir a Nigeria. Ni siquiera interrumpió sus vacaciones en Bermeo. Ni tampoco su hermano y socio, Gregorio, que curiosamente navegaba por aguas mallorquinas en yate. López Tapia ya había estado implicado en marzo de 1980 en la quiebra de la naviera Letasa y sobre él pesaban diversas denuncias judiciales por presuntos delitos monetarios (evasión de divisas, estafa de fondos públicos...). Antes del golpe de Estado del 30 de diciembre de 1983, él y su hermano tenían, a través de unos intermediarios, negocios en la construcción y en el sector de hidrocarburos de Nigeria. Y desde entonces se encargaban de transportar crudo a Canarias con una flota de tres petroleros, uno de los cuales ya había sido detenido poco tiempo antes en Nigeria. Ante el conflicto, el Estado español no hizo nada para facilitar el traslado del más que dudoso López Tapia a Nigeria. Y tampoco mostró el menor asomo de solidaridad con los procesos anticorrupción que habían emprendido en el país. Bien al contrario, el Gobierno se dedicó a hacer declaraciones sobre la falta de garantías jurídicas, en las que exigía que se pusiera en libertad a Peciña de manera inmediata. Las gestiones, y aquí entramos en la zona oscura del asunto, llegaron al nivel más alto. Las hijas y la mujer de Peciña fueron a pedir ayuda al rey Juan Carlos, y las debió encontrar muy conmovedoras, porque el monarca a partir de aquel momento mostró un interés inusitado por el caso. Para empezar, la Embajada española contactó con el prestigioso abogado nigeriano Oduba, que cobraba más de medio millón de pesetas por día de trabajo, para que llevara la defensa de Peciña, que se centró en las buenas relaciones entre España y Nigeria. La mayoría de los países occidentales que en aquel momento tenían ciudadanos en prisiones nigerianas (por diferentes delitos, desde el contrabando hasta el tráfico de cocaína) quedaron perplejos ante la actitud del Estado español, que consiguió que al detenido que estaba en el centro penitenciario de Puerto Harcourt le enviaran cada día la comida desde el mismo hotel en que se alojaba su mujer, a cuenta de la Embajada, durante los dos años que duró el proceso. Además, en la prisión había varios presos comunes que trabajaban para Peciña como asistentes. Cuando se publicó la sentencia de pena de muerte, en diciembre de 1984, el rey de España envió una carta al presidente nigeriano en la que solicitaba el indulto y la inmediata libertad del capitán del Itzarra, pero no se sabe en qué argumentos se basaba para solicitar una gracia de aquella clase. La carta la llevó personalmente un emisario del monarca, nada menos que Manuel Díez Alegría, que había sido jefe del Alto Estado Mayor del Ejército, miembro del Consejo del Reino y senador real en la legislatura constituyente, además de haber colaborado con Juan Carlos, cuando todavía era príncipe, mano a mano con Manuel Prado, en aquella rocambolesca operación rumana para contactar con Santiago Carrillo en 1974. El 17 de diciembre de 1984, Diez Alegría, vestido impecablemente con el uniforme de teniente general del Ejército español, renqueante y cojeando levemente a sus 78 años, se reunió durante diez minutos con el presidente nigeriano Buhari. Le entregó la carta del rey y también hablaron de una próxima visita oficial del monarca al país, que se había aplazado sine die a raíz del golpe de Estado. Salió satisfecho del encuentro; y afirmó que la carta del rey había tenido "un impacto claro". Pero no consiguieron todo lo que querían: sólo la conmutación de la pena de muerte por una condena de 25 años de prisión. No era suficiente, y las instituciones españolas continuaron haciendo gestiones. Al fin, cuando el general Buhafi fue derribado, en agosto de 1985, por otro golpe de Estado, esta vez dirigido por el general Babangida, se acabó la campaña anticorrupción. El nuevo presidente nigeriano decidió personalmente anular la sentencia de Peciña, que fue puesto en libertad el 19 de julio de 1986. El Estado español se había gastado 70 millones reconocidos para defenderlo, más los gastos de su familia. En la prisión, curiosamente, Peciña había engordado unos cuantos kilos. No se sabe qué deben opinar de todo esto los familiares de otros presos españoles en prisiones extranjeras, pero el asunto, a simple vista, suena bastante extraño y no es difícil imaginar por qué varias personas llegaron a la conclusión de que el monarca tenía algo que ver con los negocios de los López Tapia. Tres años después, en 1991, el armador López Tapia reclamaba al país africano 45 millones de dólares, a través de un proceso admitido a trámite por la Audiencia Nacional, por piratería contra el Gobierno que había encabezado Buhari, por haberse quedado con el Itzarra ilegalmente.


TRÁFICO DE ARMAS


Otro de los sectores con los que se han relacionado "amigos íntimos" del rey es el tráfico de armas. En la década de los setenta Manuel Prado ya estaba al frente de la sociedad Alkantara Iberian Export, una mercantil mixta impulsada por los gobiernos de España y de Arabia Saudí para canalizar, en principio, la venta de bienes de equipo a Riad. En la empresa participaron Focoex y el INI, por parte española, y Triad International (la sociedad de Adhnan Kashogui) por parte saudí, en la que, además, trabajaba Borja Prado, el hijo del mejor amigo del rey. Alkantara más tarde se reconvirtió para canalizar la venta de armamento.

En la época del PSOE, la intendencia del Ejército pasó a ser controlada por las autoridades civiles del Ministerio de Defensa. Desde aquel momento, la compra de armamento y las dotaciones se dictaron con intereses gubernamentales, que a veces no entendía ni el mismo Ejército. Una de las empresas que hizo buenos negocios en esta etapa fue Simulación, Mando y Control SA, que tenía por objeto elaborar programas informáticos aplicables a aviones de combate y barcos de guerra. Compartían capital Mario Conde y Borja Prado Eulate (hijo de Manuel Prado), a través de BTA Internacional (que se dedica a vender tecnología para la defensa, es decir, armamento); y era consejero Juan Alfonso Cardenal Pombo (hermano de Jaime, el socio de Miguel Arias en el restaurante Las Cuatro Estacionas, íntimo amigo del rey).

ESPECULACIÓN FINANCIERA

Es difícil clasificar otras actividades económicas de los "amigos" del rey, que para la gente común se fundamentarían básicamente en "manejar millones': operaciones de bolsa, gestión de créditos, fondos de inversión especulativa…, para las cuales hace falta disponer de un capital, o mejor dicho, que no son aptas para pobres. Juan Carlos, en principio, no tenía dinero para jugar a este juego tan divertido. Pero tan pronto ocupó el trono después de que muriera el dictador, Manuel Prado se dedicó a remitir una serie de misivas reales a otros tantos monarcas reinantes, especialmente del mundo árabe, para pedirles dinero en nombre del rey de España. Y después el mismo Prado invertía, especulaba, gestionaba aquellos fondos de la manera más conveniente. En concreto, de la corte de Arabia Saudí (en aquel momento se trataba del rey Halid, y Fahd era el primer ministro) recibieron la nada despreciable cantidad de 100 millones de dólares (unos 10.000 millones de pesetas), como crédito a devolver en diez años sin intereses (no podían ser usureros entre hermanos), en respuesta a una carta, fechada el 22 de junio de 1977, en la que sólo se solicitaban 10 millones para apoyar al partido de Adolfo Suárez en las elecciones municipales y, de este modo, proteger a la monarquía. Manuel Prado, encargado de administrar los dineros del rey, invirtió la suma como mejor le pareció. Y al cabo de unos años, la Casa Real dijo que no tenía dinero para pagar el crédito. Pero los saudíes, en contra de lo que Prado habría podido pensar, estaban decididos a recuperarlo, y de la tarea de reclamar la devolución se encargó un hermano del rey Fahd, que tenía una espléndida mansión en la Costa del Sol.

En Mallorca se cuentan divertidas anécdotas de esta época. Al parecer, una vez que el príncipe saudí fue a comer con el rey a Palma, quienes le habían ido a recibir, Prado y Tchokotua, se equivocaron de aeropuerto. En su lugar recibieron a los duques de York en el aeropuerto militar, mientras en el aeropuerto civil, al ver que no le había ido a recibir nadie, el hermano del rey Fahd volvió a Marbella muy enfadado. Cuando se enteró, el rey tuvo uno de sus fantásticos ataques de ira, rompió sillas y muebles del Patrimonio Nacional en Marivent, pero consiguió arreglar el asunto pidiendo disculpas al príncipe y, al final, le dieron cinco años más para devolver el dinero. Como cuando venció el plazo, en 1996, Prado insistía en el hecho de que no había dinero, Conde le facilitó un crédito de 3.500 millones, los cuales se justificaron oficialmente como si se hubieran destinado a solucionar los problemas de la ruinosa urbanización de Castillo de los Gracianos. No se sabe si al final Prado pagó o no pagó, o si el tema todavía está pendiente. Por Palma de Mallorca, durante bastante tiempo, corrió de boca en boca una frase chistosa sólo para iniciados: "¡Que viene el moro cabreado y quiere cobrar!"

Tampoco se sabe dónde pudieron ir a parar los 100 millones de dólares gestionados por Prado. Fue una época en la que los negocios especulativos eran la monda, la edad dorada del "clan de la 'beautiful'", cuando los más listos del PSOE pusieron las bases de la cultura del pelotazo, con Miguel Boyer como ministro de Economía y Hacienda y Mariano Rubio como gobernador del Banco de España. Y en aquella época, en las que denominaban "cenas de amor", el rey solía acudir José María Entrecanales, Manolo de la Concha, José Maria Echevarría, Carlos Bustelo, Rafael Pino, Carlos Solchaga, Juan Tomás de Salas y unos cuantos más. Como se debe recordar, durante el escándalo de la trama Ibercorp acabó saliendo a la luz una lista trucada de beneficiarios por la venta de acciones de Sistemas Financieros, en la que figuraban muchos de los asistentes a aquellas cenas, como Mariano Rubio, Miguel Boyer y Leopoldo Calvo Sotelo, entre otros. Y, también, la infanta Pilar de Borbón, hermana del rey, y un tal "Arias y Rey", que resultó que era Miguel Arias Molino, el dueño del restaurante Las Cuatro Estaciones. Nunca se encontraron pruebas de que el rey, personalmente, tuviera más implicaciones en la trama de Manuel de la Concha.

NEGOCIOS INMOBILIARIOS

Para acabar, es preciso destacar un sector de la actividad económica en el que ya habían dado los primeros pasos Alfonso XIII y Don Juan, el conde de Barcelona, aprovechando los regalos que les hacían los súbditos: el sector inmobiliario. El rey tenía buenos contactos en el mundillo de la construcción, desde los tiempos de Camilo Mira y su urbanización de Las Lomas. Otro buen amigo suyo era Joaquín Vázquez Alonso, el constructor que remodeló en su día el palacio de La Zarzuela, emprendió a su vez varias obras en el de La Moncloa, y también se encargó de construir la finca Los Carrizos de Mario Conde. Joaquín Vázquez era, además, socio de Borja Prado Eulate (hijo de Prado) y Jaime Cardenal Pombo (el copropietario, con Miguel Añas, de Las Cuatro Estaciones) en Spengler SA. Esta pequeña inmobiliaria consiguió que le adjudicaran por las buenas la remodelación de todas las fachadas de las sucursales de (un negocio de 1.058 millones), en los mejores tiempos de la amistad entre Mario Conde y el rey. Luis Roldán también le adjudicó la construcción de dos cuarteles de la Guardia Civil.

En la década de los noventa, el Ayuntamiento de Monachil (Granada), por un acuerdo en pleno, reservó para la estación de esquí de Sierra Nevada una parcela de la empresa pública Promonevada, de 1.113 metros cuadrados, con el fin de construir una residencia para don Juan Carlos. Como tantos otros municipios que antes habían probado suerte con Alfonso XIII, querían que la presencia del monarca sirviera para atraer el turismo. El rey no se negó y aceptó agradecido el obsequio por escrito. Pero en una extraña operación, Promonevada acabó vendiendo la parcela a la sociedad Pequeños Hoteles de Montaña por una cantidad ridícula, 60 millones, y en lugar de la residencia real se construyó el Hotel Lodge. La operación fue avalada por la sociedad Daude, de Miguel Arias Molino. Pequeños Hoteles de Montaña, creada con este fin en 1992, era propiedad de Vázquez Alonso y Cardenal Pombo. Miguel Arias Molino también tenía unas cuantas acciones.

Otro de los negocios inmobiliarios relacionados con el rey fue el de Castillo de los Gracianos, un proyecto urbanístico faraónico en Jerez de la Frontera ideado por Manuel Prado, para aprovechar el que sería el boom en el sur de la Expo 92. Prado compró la finca a través de su empresa Trebolquivir a la familia Calle Vergara, y el alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, le dio todas las facilidades. A comienzos de 1990 se hizo socio Javier de la Rosa, con quien firmó un acuerdo a través de Prima Inmobiliaria. En las 200 hectáreas de terreno, Prado quería construir chalés, un hotel y hasta un campo de golf de 28 agujeros, en una zona castigada por la sequía. El desastre se veía venir y, en efecto, el negocio acabó resultando ruinoso. Tras la guerra del Golfo, en 1992, las deudas de Prima Inmobiliaria (que formaba parte del imperio de KIO) eran de más de 45.000 millones. Aquí empezaron los problemas entre Prado y De la Rosa, que acabaron como el rosario de la aurora con el contencioso del grupo KIO. Conde acabó facilitándole un crédito de 3.500 millones para solucionar los problemas de Castillo de los Gracianos, que no solucionaron nada, puesto que, al parecer, los millones fueron a parar a otro sitio. Al final, ante la ruina del proyecto, la propiedad acabó en manos de Banesto, que vendió el complejo a la sociedad belga que la explota actualmente.

Descargar el libro completo en PDF: "Un Rey Golpe a Golpe" de Patricia Sverlo (Rebeca Quintans)
Debate en Colectivo Burbuja: "El comisionista emérito"

Hoy dedicamos el programa a hablar sobre monarquía. Hablamos sobre el Rey emérito y el Rey actual, las dos últimas personas que han ocupado el trono del Reino de España y analizamos el papel que han jugado en la conformación del actual Régimen del 78 y su mantenimiento. Además, hablamos sobre los testimonios y los datos que se han publicado sobre el resto de actividades comerciales y económicas que presuntamente han desarrollado con la connivencia de las oligarquías políticas. Con Juan Bordera y Jota Monteolivetanus y yo mismo. Conduce Juan Carlos Barba.




Fuentes:

http://espiaenelcongreso.com/2014/12/12/el-catedratico-centeno-amplia-su-denuncia-el-rey-juan-carlos-se-llevaba-1-o-2-dolares-por-barril-de-petroleo/
http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2011/02/18/manuel-prado-amigo-rey-organizo-conspiracion-23-f/519530.html
http://desdelacantera.blogspot.com.es/2011/03/sabes-quienes-son-los-culpables-paralos.html
http://www.elmundo.es/cronica/2004/445/1082981166.html
http://www.lapaginadefinitiva.com/bolsa/prado.html
http://www.elconfidencial.com/cache/2007/09/27/6_carlos_manuel_prado_colon_carvajal_enrique_bacigalupo.html
http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=139124
http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/conflicto-interes-borja-prado-mediobanca-endesa-acs-iberdrola-20100719-55298.html
http://www.catalunyapress.cat/es/notices/2010/03/los_negocios_de_borja_prado_y_sus_posibles_conflictos_de_interes_23042.php
http://www.fpa.es/fundaci%C3%B3n/patronato-sar/
http://www.elcorreo.com/vizcaya/20090325/economia/ganadero-para-torear-endesa-20090325.html
http://www.europapress.es/economia/noticia-iu-dice-hay-gato-encerrado-subida-luz-20101228170901.html
http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/2798350/02/11/Sebastian-pacto-subir-la-luz-un-98-a-cambio-de-salvar-el-carbon-nacional.html
http://www.omal.info/www/todoextendido.php3?id_mot=84
http://es.wikipedia.org/wiki/Borja_Prado
http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/index.php/monarquia/un-rey-golpe-a-golpe-capitulos-del-libro/6235-qun-rey-golpe-a-golpeq-cap-14-2-manuel-prado-el-amiguisimo-
http://www.colectivoburbuja.org/cb/comisionista-emerito-debate-directo-16-1-2016/

Fuente: https://alexcorrons.blogspot.com/2017/01/el-comisionista-emerito-juan-ca...

La opinión del autor no coincide necesariamente con la de TerceraInformación

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