VUELVE EL GODO
Primero fue Pedro Muñoz y sus
ganas de que a los canarios “se nos lleve el moro” por mantenidos. Luego fue
Jaime Mateu y el rasque que nos echó por malgastar el dinero de los españoles
con subvenciones al transporte. Después vino Carlos Taboada y su negativa a
desconectar la señal en el archipiélago durante las retransmisiones de toros.
Ahora Taboada nos encasqueta de presentadora del Telecanarias a Cristina
Almandós, la editora que tuvo que salir escopeteada del telediario por
manipular relegando la información de la Diada de Cataluña. El godo está de
moda, el godo está de vuelta (¿o nunca se fue?), y viene a decirnos que a los
canarios se nos acabó tanta machangada de trato diferenciado y tanta bobería.
Pareciera que a la señora
Almandós había que mandarla lejos donde no molestara, y adónde mejor que a TVE
en Canarias, a las colonias. Allí no hay problema con darle un buen puestito
nada más llegar, que presente ella el Telecanarias, como premio a los servicios
prestados a la patria. Lo preguntaré sin tapujos: ¿qué pinta una locutora de
acento castellano presentando el Telecanarias? El único fin que se me ocurre
para semejante esperpento es el de continuar la misión evangelizadora, esa
misión españolizadora que da sentido a la existencia del godo. Porque no nos
engañemos: imponer a una periodista de acento castellano (variedad prestigiada)
en un puesto tan notorio, en un país en el que la cultura y el habla propia
están tan profundamente desprestigiadas, es una clara declaración de
intenciones, de superioridad, es pura ideología. No ha lugar.
Dice Marcial Morera en su libro
En defensa del habla canaria: “El extraordinario papel que juegan hoy los
medios de comunicación de masas -prensa, radio y televisión- en la conformación
de la opinión pública y el prestigio de que disfrutan en la sociedad hacen de
los periodistas uno de los grupos profesionales que más responsabilidad tienen
en el uso y la evolución del idioma”. “Las circunstancias actuales demandan
[...] que los periodistas canarios se comprometan en el rescate y la
regeneración del patrimonio lingüístico de nuestra región“.
Carlos Taboada y Cristina
Almandós hacen en TVE en Canarias todo lo contrario: autoritariamente perpetúan
las desiguales relaciones de fuerza, promueven la castellanización artificial
del español, fomentan la homogeneización, el empobrecimiento, el desprestigio
de la cultura y la expresión canarias, que consideran inferiores, que se
empeñan en relegar al folklorismo barato. Ante las continuas agresiones que
recibe nuestra cultura, ante el deterioro alarmante de nuestra expresión y los
ataques continuos que recibe, los medios de comunicación en Canarias han de
aplicar una rigurosa política de discriminación positiva en favor del habla
isleña, confiando la redacción, presentación y locución exclusivamente a
profesionales que se expresen con naturalidad y corrección en la variedad
canaria. Es un primer paso para irle parando las patas a tanto godo redivivo.
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