GENERACIÓN LITERARIA Y...
TAMBIÉN MUSICAL
La sede de la SGAE en Madrid será
escenario mañana del concierto homenaje del grupo Retablo a la "Generación
21" de nuevos novelistas canarios diseñada por el editor Anghel Morales.
Este último critica "el nulo apoyo institucional recibido de unos
políticos que piensan que la gente de la cultura somos mendigos".
JOSÉ D. MÉNDEZ, S/C de Tfe.
"Recibimos la propuesta en septiembre del año pasado cuando
presentamos G-21 en el Ateneo de Madrid. Entonces creí que era una broma y no
le di importancia, pero la idea ha ido creciendo y ahora se hace
realidad". Lo asegura el editor Anghel Morales, promotor y coordinador de
la denominada Generación 21 de nueva narrativa canaria, que recibirá un
concierto homenaje mañana en la sede madrileña de la SGAE. El grupo Retablo ha
musicalizado cada uno de los doce textos que abrieron la colección en el
volumen inicial y mostrará ese trabajo en el Palacio de Longoria.
"Si Generación 21 surgió como un libro para llamar la atención sobre
el gran trabajo que vienen realizando los narradores canarios tocando todos los
géneros, ahora reconozco que me quedé corto, porque, al amparo de este proyecto
han ido creciendo otras propuestas, otros autores y otras colecciones",
apunta Morales.
El director de Ediciones Aguere añade: "Quiero pensar que este musical
de Retablo, basado en los textos de estos doce escritores, formará parte
también de ese gran movimiento que aúna voces para seguir reclamando la
vigencia del amor a la literatura, en general, y de las letras canarias en
particular".
"Después del primer libro con los doce relatos hemos publicado ya
otros siete y creo que podremos culminar entre cuarenta y cincuenta novelas que
demuestren el nivel de esta Generación del siglo XXI", explica Morales.
"Todo surgió de una conversación con el director de Retablo, el
canario Pablo Bethencourt, que es sobrino del poeta gomero Antonio Bethencourt
-recuerda Morales-. Ha sido un proceso complicado poder extraer la parte
literaria fundamental del cuento, el mensaje del autor, y adaptarla a una
partitura completamente original".
El grupo Retablo fue fundado en 1994. Lo componen, además del mencionado
Pablo Bethencourt (piano y composición), Mayte Domínguez (narradora), Margarita
Barreto (mezzo-soprano) y Beatriz Cumba (flauta).
El editor de "G-21" valora: "Nunca se ha hecho un musical de
este nivel. Se ha musicalizado parte de la obra de poetas o novelistas, pero
resulta novedoso, original y pionero un trabajo así, con una aspiración
colectiva, sobre los escritores de las islas".
En este sentido, Retablo ofrecerá mañana al público un conjunto de temas,
arreglos o fantasías originales para piano, flauta o voz, basados en los textos
de los autores canarios Víctor Álamo de la Rosa, Víctor Conde, José Luis
Correa, David Galloway, Santiago Gil, Cristo Hernández, Javier Hernández
Velázquez, Álvaro Marcos Arvelo, Pablo Martín Carbajal, Nicolás Melini, Alexis
Ravelo y Anelio Rodríguez Concepción. A ello hay que añadir dos poemas de
Manuel Padorno y Sabas Martín. Asimismo, durante el acto se proyectarán
fotografías representativas de "G-21" y obras de los pintores María
Rey, Elsa Victorios, Andrés Delgado y Luis Alberto Hernández.
El espectáculo, según su alma máter, Anghel Morales, llegará antes de fin
de año al Auditorio de Tenerife "por la iniciativa personal del presidente
del Cabildo, Ricardo Melchior, y también se ha interesado en llevarlo al teatro
Leal el Ayuntamiento de La Laguna".
Morales es muy crítico con las instituciones: "Considero que estamos
ante el mejor momento de la literatura canaria en toda su historia, pero la
posición de la clase política y de las instituciones ha sido una vez más, salvo
excepciones, ignorar esta iniciativa. No hay hoy en día ningún territorio de
habla hispana con la efervescencia narrativa de Canarias, pero ese momento
dulce solo lo reconocen, por desgracia, los que vienen de fuera del
Archipiélago".
"Los analistas y especialistas literarios deben interesarse, aunque
sea solo por curiosidad, por el fenómeno y esta realidad fructífera reflejarse
en el sistema educativo de las islas", señala Anghel.
"Los organismos oficiales -añade- han optado por no implicarse en
ningún asunto cultural y este no iba a ser una excepción. En la época de la
Inquisición se quemaban los libros y ahora se eliminan los textos impidiendo
que se publiquen. Me apena ver que mucha gente ha tenido que abandonar el
sector para poder simplemente sobrevivir".
Morales reflexiona con crudeza: "No solo en cuanto a la literatura
sino en la música, la danza, el teatro o cualquier otro espectáculo a la gente
de la cultura nos tratan como si fuésemos mendigos y no como
trabajadores".
REPRODUCCION
DEL PERIODICO EL DIA
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