Paremos la demolición de la sanidad pública canaria
MANIFIESTO
30 DE OCTUBRE
Estamos
asistiendo en los últimos años a la mayor sucesión de agresiones nunca antes
vista contra la sanidad pública canaria.
A la inicial descapitalización, con una menor inversión cada año en las
actividades asistenciales, retrasando la construcción de nuevas
infraestructuras sanitarias y potenciando
la sanidad privada; se añade
ahora una fase más brutal que
tiene como claro objetivo la demolición total y definitiva de nuestro servicio
público fundamental.
Incluso, desactivan los escasos
quirófanos y camas disponibles, pero además, cierran el acceso a las listas de
espera para que estas aparenten no continuar creciendo; restringen la calidad y cantidad de los alimentos y
hasta escamotean al paciente el material sanitario. Y según ya avisa el
Gobierno, los recortes y restricciones continuarán el próximo año. En definitiva, niegan el derecho
constitucional a la salud y a la asistencia a muchos ciudadanos canarios que al
tiempo que ven incrementado su sufrimiento, se les empuja a arriesgar incluso
su vida por el agravamiento de sus dolencias.
Así, crecen las listas de espera, se cronifican las enfermedades, se
hace interminable la tardanza para las pruebas diagnósticas y crecen los
fracasos asistenciales. Eso sí, las actividades que no son realizadas en los
hospitales públicos son traspasadas con el consiguiente importe en euros a la sanidad privada para continuar enriqueciéndola
con dinero hurtado al sector público. Ahora el Gobierno canario del PSOE y el
PP, vuelve a la carga para privatizar servicios hospitalarios como la
Lavandería y Mantenimiento a pesar que los mismos
vienen funcionando con inmejorable eficacia
Además de los centenares de
trabajadores ya despedidos o suspendidos de contrato, cuestión que incide en un sensible descenso de la calidad
en las prestaciones al paciente, el
colectivo laboral de la sanidad pública sufre un acelerado proceso de
esclavización con el aumento de las jornadas laborales, la penalización
económica por enfermar, las reiteradas rebajas salariales, la pérdida de días
de descanso, etc. Y ahora, otra vez, el gobierno de Paulino Rivero prepara ya
para el próximo año más y nuevos embates
contra los trabajadores volviendo a aumentar la jornada laboral y el endurecimiento de las
condiciones laborales. En definitiva,
que los trabajadores del servicio público sanitario encuentran cada día mayores dificultades para
cumplir con su tarea de promocionar la salud y derrotar a la enfermedad.
Por tanto, los ciudadanos canarios y con
ellos los trabajadores de la sanidad pública canaria estamos pinzados, de un lado, por el gobierno del PP, quien
aparte de mantener la discriminación inversora
que el Estado impone a Canarias, continua en su obcecada operación de
desguace de los servicios públicos en general y especialmente de la sanidad,
pero también y con igual intensidad en la mutilación de derechos laborales y
sociales que nos retrotraen a un siglo atrás.
Por el otro, la pinza del Gobierno canario (CC y PSOE), que pese a su discurso contario
a la política del gobierno español, aplican a la sociedad y a los trabajadores
canarios idéntica política de agresiones sociales y laborales.
Todo ello, por culpa, no de una crisis
como quieren hacernos creer, sino por la salvaje campaña recaudatoria de ambos
gobiernos para enriquecer y satisfacer la avaricia de los bancos y mercados
financieros que pretenden cobrarnos hasta el aire que respiramos bajo el
pretexto del pago de los intereses de
deuda pública que quieren sea
incalculable e indefinida.
Para hacer corregir al Gobierno, no
existe otra opción que la movilización y la protesta de los usuarios y los trabajadores de la
sanidad pública
Canarias, Octubre de 2012
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