HÉROE DE LA
COMUNICACIÓN
Eduardo Sanguinetti
Nuestro Michael
Moore, denunciante permanente de las distintas administraciones de su país,
Jorge Lanata tiene una retórica sinuosa, difusa y de bajas calorías, como para
despertar los bajos instintos de ciertos funcionarios del gobierno y el amor
histérico de sus fans, percusionistas de cacerolas, quienes lo han convertido
en el justiciero de la autodenominada prensa libre conformada por los
monopólicos medios Clarín, La Nación y su repetidoras.
No debemos olvidar
que los periodistas-intelectuales, tal el caso de Lanata, desempeñan un papel
más que significativo en la creación de la imagen de la actualidad, sobre todo
en este período de la historia donde cierta “intelligentsia” se ha convertido,
en amplia medida, en una especie de ‘clero secular’ al servicio del poder y de
las instituciones privadas del poder.
Esta “intelligentsia”
se presenta ante la sociedad como disidente, iconoclasta, independiente,
haciendo pensar a la población que su posición es adversa al sistema imperante,
tal el caso de Jorge Lanata.
Un análisis apropiado
de los hechos que se suceden y del discurso emitido por este simpático
periodista, es el mecanismo del “disentimiento aparente”, estimulando la
controversia pero dentro del marco de ciertas presuposiciones.
Esta técnica de disidencia
aparente contribuye notoriamente a la fabricación del consenso y generalmente
tiene, como en este caso, un éxito espectacular, como quedó plasmado en una
emisión de hace un par de meses en su programa “Periodismo para Todos”, que se
emite por Canal 13 de Buenos Aires, donde se pudo visualizar el informe “Los
diálogos de Cristina con la prensa”.
Lanata leyó una lista
de “10 temas sobre los cuales no se le puede preguntar a Cristina”, ya tratados
por la prensa del mundo. Luego hizo su aparición un gran grupo de periodistas,
todos pertenecientes al cuerpo estable de los gerontes de la prensa argentina,
que desde hace décadas tienen su espacio de privilegio simplemente por adherir
al gobierno de turno, aún en dictadura. Estos comunicadores de fantasía reclamaron
una vía de comunicación con la presidenta, para quizás formularle sus
inquietudes domésticas y triviales a la Dra. Cristina Fernández. El conductor
de Periodismo para Todos consultó a sus colegas acerca de qué les gustaría
preguntar a la presidenta.
Entre los que
contestaron estaban algunos ex detractores del simpático Lanata, como Joaquín
Morales Solá, Fernando Bravo, Marcelo Longobardi, Eduardo Zunino, Pablo Sirvén
y Magdalena Ruiz Guiñazú. “¿Por qué para la Presidenta el que piensa distinto
es un enemigo?”, indagó Ruiz Guiñazú. “¿Qué piensa de este programa que estamos
haciendo?”, preguntó Fernando Bravo. En general, todas preguntas de estudiantes
de la carrera de Ciencias de la Comunicación.
Pienso que Jorge
Lanata forma parte de la “intelligentsia” al servicio de este sistema de las
corporaciones económico mediáticas, que controlan y manipulan la información,
creando una proto-ideología explícita para justificar lo que fue llamado por
Walter Lipmann “fabricación de consenso” o “la planificación y manipulación del
consenso” de Edward Bernays.
Dicho mecanismo es de
capital importancia, sobre todo en esta sociedad donde la memoria es muy débil
y aquellos que no experimentaron directamente los hechos que se sucedieron en
el acontecer político, terminan aceptando la versión oficial, lanzada en este
caso por el hoy aparente disidente, Jorge Lanata: héroe de la libertad de
expresión, para pocos…
Jorge Lanata, víctima
de sus repugnancias expresadas, tal cual lo demostró en su magnífica puesta en
escena en las elecciones presidenciales de la República Bolivariana de
Venezuela, donde manifestó su inclaudicable deseo de cumplimentar el rol que
jamás asumirá: ser víctima propiciatoria del espejo narcisístico que ya no
refleja su imagen de comunicador al servicio de la libertad de expresión,
soportándola incluso con estoicismo, asumiéndola y viviéndola en lo que es.
Pero no me engaño:
siempre se encuentran ventajas -en este presente prostituido- para prescindir
de la verdad.
Estuve leyendo algo en internet sobre este gordo y realmente esta muy cuidado por expertos, dice lo que quiere, no importan las fuentes.
ResponderEliminarHoy lo premiaron, por si fuera poco.
Sus investigaciones sobre el hambre, la corrupción son de muy vieja data, nada nuevo, un delincuente.
Buena la foto del Sargento Garcia al servicio de un periódico monopólico argentino.
Argentina país de abundancia habitado por inútiles.
Sus mejores hombres al exilio. Tipicamente hispano.
Muy buen artículo, demás decirlo de un gran argentino que merece todo el respeto.