sábado, 11 de marzo de 2023

DEL 'LATIN-LOVER' A LA 'SPANISH QUEEN'

 

DEL 'LATIN-LOVER' A LA 'SPANISH QUEEN'

ANÍBAL MALVAR

Una chica sostiene una pancarta en una manifestación centrada en el colectivo trans, a 28 de junio de 2021, en Madrid, (España). - EUROPA PRESS

Al final el facherío va a llevar razón. La ley del divorcio no nos obligó a divorciarnos, como ellos creían. La del aborto no dejó sin niños su piel de toro, como ellos clamaban. Pero ahora sí. Ahora parece ser que la ley trans está obligando a los hombres a cambiar su identidad de género. Se acabó el latin-lover. Ha llegado la spanish-queen con su caspa y su bigote, pero en tanguita y top. Nos lo cuenta La Razón con desparpajo en su portada de hoy: "Avalancha de hombres que piden el cambio de sexo con la ley trans".

 

El texto lo firma Ángel Nieto Lorasque, y es de una precisión periodística que abruma: "Apenas hace una hora que han abierto las puertas del registro civil de un municipio al sur de Madrid y ya han recibido dos solicitudes para cambio de sexo. «Esto es así todos los días desde que se aprobó la Ley Trans la semana pasada. Lo que nos ha llamado la atención es el 100% de las solicitudes que hemos recibido son de hombres que quieren registrarse como mujeres», indican a este diario los funcionarios del registro. Además, añaden que ninguno de los solicitantes ha preguntado sobre el cambio de nombre en el registro, «solo lo hacen por la identidad de género".

 

Supongo que el reportero oculta sus fuentes y el lugar de donde manan para proteger la identidad de los desvalidos funcionarios del registro civil, amenazados sin duda por un ejército trans fálicamente armado y con perversas intenciones. No puedo evitar hacer aquí el remedo, aunque con gran pudor y sonrojo, de un viejo chiste machirulo que se repetía en mi juventud cada vez que en mi Compostela abría algún antro donde dos hombres o dos mujeres pudieran besarse sin ser arrojados a la calle a hostias por un portero o por un hooligan espontáneo: "Yo no voy allí --decían mis amigos machos-- porque tendría que estar tomando la copa con el culo pegado a la pared todo el tiempo".

 

El viejo macho siempre se ha sentido amenazado a cada paso que dio la libertad sexual en este país y en todos. Esa imagen del violador gay indiscriminado es un gran y repugnante epítome de ese temor. A La Razón le ha faltado recoger las declaraciones de otro funcionario anónimo del registro civil diciendo que, desde la llegada de la ley trans, no osa levantarse de la silla por sus virginales miedos. El esperpento ha vuelto y Valle ya no está para contarlo.

 

Me está tardando el anuncio de Javier Ortega-Smith señalando que se apunta a la campaña en una rueda de prensa a la que iría vestido de tutú y con un cinturón pistolero de color rosa.

 

 

El que fue secretario general del Sindicato Unificado de Policía durante 20 años, José Manuel Sánchez Fornet, ahora Prometeo de twitter desencadenado, nos contaba ayer en la red: "Tengo un compañero del sindicato de toda la vida que mañana va al registro a inscribirse como mujer. Y que va a solicitar los beneficios inherentes al asunto [...]: nos vamos a divertir"

 

De eso se trata: de divertirse. Del lawfare vamos a pasar al machofare, que intentará tumbar una ley por sus cojones inundando de solicitudes de cambio de sexo los registros civiles. Al margen de los aspectos discutibles --y tanto-- que pueda tener la ley, el infantilismo de la rabieta machirula nos confirma que el latin-lover casposo y el landismo ya tienen su versión 4.0.

 

Y darán la batalla. Este viernes, en El Mundo, el inefable súbcubo literario llamado Federico Jiménez Losantos nos dejaba claro el nivel del debate, tanto de esta ley trans como la del solo sí es sí, regando su prosa de especulaciones y mentiras: "[Andarán] sueltos o a punto de salir de la cárcel 800 violadores, pederastas y agresores sexuales, pronto 4.000 y todos gracias al Gobierno". Ni uno de esos datos es contrastable, pero el lector facha se los creerá a pies juntillas.

 

"La misma izquierda sectaria que negó el voto femenino en las Cortes de la II República ha destrozado, paso a paso, el feminismo", añade, mintiendo otra vez. Fue la II República la que otorgó el derecho al sufragio femenino a pesar de la oposición violenta de la derecha.

 

Ítem más. ¿Hasta cuándo se permitirá este tipo de asertos en nuestra prensa?: "[Irene Montero] es una ignorante, ministra sólo porque sucedió a Tania Sánchez como pareja de Pablo Iglesias". No sé cuantas veces reclamó la Universidad de Harvard el talento de FJL, a no ser para estudiarlo como extraño fenómeno homínido. A la ignorante Irene Montero, número uno de su promoción, sí la reclamaron desde Harvard.

 

Yo no sé sí estas leyes son más montaraces que monteriles, pero observando las reacciones de esta banda no puedo dudar de su urgente necesidad.

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