JM AIZPURUA
“El pleno de la
Sala de lo Civil del alto tribunal español ha establecido en una sentencia que
haber nacido en el Sáhara Occidental antes de 1975 no da derecho a obtener la
nacionalidad española de origen, pues no se puede considerar que fuera territorio
nacional durante la etapa en la que fue administrado desde Madrid”.
Todo era mentira;
España, sus regiones, aquellos moros y negros que se sentaban en Las Cortes en
las mismas poltronas que hoy, los libros de geografía, las enseñanzas de
maestros y jesuitas, el D.N.I., TODO; era mentira. El “territorio nacional” no era territorio
nacional. No sigan con sus ruidos, caceroleros de los 500 años.
¿Y cuál es el
territorio nacional?
Desde que los reyes
castellanos se remangaron y arrebataron los territorios moros a los vecinos de
ocho siglos de arraigo; ya nada fue “nacional”, tan solo colonial y tres siglos
después el suflé se fue desintegrando por los ultramares, naciendo preciosos
Estados que tras Bolibar enseñaron el camino.
Hoy quedan los
rescoldos Ceuta y Melilla, y el gran sacrificado, Canarias, como muestras de
una falsa nacionalidad, igual que la que Marchena y los suyos han negado al
Sahara.
Pero ¿Y Euzkadi,
Galicia y Cataluña; son nacionales? ¿De qué nación, de la Castellana?
No finjan más y
acepten que hay un gran problema territorial nunca resuelto, y que el Estado
siglo XXI, necesita algo más que papeles constitucionales y Marchenas, necesita
el reconocimiento democrático de su Plurinacionalidad, y el consenso
constituyente de los que libremente quieran unirse a un proyecto aún por
determinar. Agur Borbón.`
Fue mentira ayer y
sigue siendo mentira hoy: España no ha existido como nación, ha sido la finca
de la casta, que con métodos genocidas han ido construyendo, mal y neciamente, “territorio”
con unos administradores que perdían los territorios, pero ganaban sus botines.
Este es un gran
momento histórico, con Cataluña en puertas de su independencia, para ofrecer
una nueva imagen de Estado moderno para el siglo XXI, sin pretensión de
continuidad.
Podríamos empezar
por una República, Social y Plurinacional, en la que libremente se incluirían
las naciones Castellana, Catalana, Vasco-Navarra y Gallega. ¿Federadas o
confederadas?; vaya usted a saber. ¿Y Revilla? Ese si será un problema, pero
quizás con un tren lo arreglen.
Nuestra Canarias,
si son bravos y vuelan solos como Estado Libre Asociado, el mundo estará a sus
pies, pero si siguen arrugados, murmurando sus miserias, seguirán con una menos
en todo.
En esta etapa,
caparon a vascos y catalanes en sus industrias, a beneficio alemán, y camareros
todos fuimos por la senda de la Constitución. 2020 y ya las grietas hacen temer
por el edificio, ficticio como siempre, y ya en manos de vampiros de poco nivel
incapaces de reflotar el barco.
Los señoritos de la
casta ya tienen sus valores a salvo, pero la ciudadanía ya no tiene futuro. Le
queda el recurso de alzar su voz y exigir que, de una vez por todas, se aplique
la verdad, y nuestros nietos no tengan que decir: TODO ERA MENTIRA.
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