TROTAR O NADAR, ¿QUIÉN ESTÁ DE VACACIONES?
JOSÉ MARÍA CALLEJA
Eso de mandar a
Fátima Báñez como comandanta de la delegación negociadora del PP con
Ciudadanos, no deja de ser un imposible. Después de que esta hoy biministra
-Trabajo y Sanidad- en bifunciones, se encomendara a la virgen del Rocío como
gran conseguidora para acabar con el paro; después de sus múltiples
declaraciones en las que clausuraba la crisis y anunciaba la resurrección del
empleo; empleo de calidad, decía ella, a pesar de los miles de españoles que
tienen el privilegio de trabajar y que cobran menos de 600 euros al mes, no
tienen vacaciones, se han tenido que hacer autónomos y suspiran por las
propinas; después de todo eso, el premio es enviarla a negociar con, pongamos,
Garicano, a traineras de ella en capacidad y formación, y que pide un contrato
único, indefinido y con derecho a indemnización creciente en caso de despido.
La reforma laboral
es uno de los escollos para llegar a un acuerdo, según nos cuentan los
negociadores. Ciudadanos hace compatible una posición en el acuerdo con el PSOE
de la legislatura express, con la que parece su contraria en el pacto de ahora
con el PP. El gobierno de Rajoy ha triturado de manera contumaz los derechos
laborales y pasará a la historia por su reforma estructural: ha consolidado la
precariedad en salarios y condiciones laborales y ha decretado el estado de
penuria laboral. Como no parece que en cuestiones laborales se vayan a poner de
acuerdo, han decidido aparcar el debate.
Maillo, otra de las
patas de la comisión del PP, le dijo a Aimar Bretos en la SER que negar a Rajoy
, era negar al rey, sin que le saliera una cana por la frase. Insiste el
vicesecretario de manera machacona en lo “insostenible” de la posición de
Sánchez, esa consigna que por tierra política, mar mediático y aire reiterativo
difunde el PP.
Mientras Mariano
sigue sin llamar a Sánchez, el debate de la canícula esta en la longitud del
pantalón corto y si nadar es estar de vacaciones y andar no. Si Rajoy lleva
pantalón corto, un poco largo, y bracea como un trotón legionario en
excedencia, en compañía del marido de Pastor, es que no está de vacaciones:
está pensando en España; aunque se sepa de memoria todas las competiciones de
los Juegos Olímpicos, incluida el tiro con arco.
Si Sánchez se da un
baño con su mujer y marca paquete abdominal en Ibiza, es que esta de vacaciones
y no le importa España. Nótese que la longitud de los pantalones cortos de
ambos es pareja, pero el sol actúa contra Sánchez, como hubiera actuado el Norte
de haber elegido Asturias.
Porque es por
España por lo que Rajoy y sus corifeos le piden a Sánchez que les deje
gobernar. No es por el PP, tampoco por Mariano, menos aún por seguir en el
machito. ¡Es por España!
En esta sinécdoque,
los del PP son clavados a lo que queda de Convergencia, que cuando se
denunciaba a la parte, Pujol, por corrupción, respondían con el todo: atacan a
Catalunya. La mezcla de la Patria y la pasta. Un clásico.
No apoyar a Sánchez
en la legislatura express era un derecho de Rajoy. No apoyar a Rajoy ahora es
un ataque a España, como dice Levy todo el rato.
La presidenta del
Congreso, Ana Pastor, en funciones de palafrenera de Mariano, ha acatado la
orden de quien la puso en el cargo y ha fijado una fecha de investidura que
permita al PP seguir echando la culpa a Sánchez de todos los males del país,
incluido lo que debería ser entendido como un delito: votar el día de Navidad.
Pero Mariano, ¿qué hacemos entonces con el discurso de Nochebuena del rey? ¿Lo
prohibimos por ser jornada de reflexión? Hombre, estas trampas hay que
pensarlas un poco más, que acaban salpicando a la Corona.
Ese prodigio de
sutileza que es García Albiol, ya le ha dicho a Sánchez: a ver si tienes c…
para decirles a los españoles que voten el 25 de diciembre. Como si no hubiera
sido posible poner otra fecha hace una semana, por ejemplo el 20, que sería
solo reincidencia.
A pesar de tanto
achique de espacios, los socialistas no parecen dispuestos a salir del no a
Mariano, mientras siguen las informaciones que ensanchan el piélago de la
corrupción en el PP. Esos 200.000 euros por una misa de los kikos en Valencia
cuando el viaje del Papa; esos de Aquamed, que cobraban como el arqueólogo de
Indiana Jones, más bien como Harrinson Ford actor; esos cuarenta millones en el
altillo de Correa…
Falta ahora el
calendario judicial de los casos de corrupción del PP, pero es igual, el
aparato sigue echando la culpa al PSOE del imposible voto en Navidad.
No digamos ya la
aportación decisiva al pensamiento occidental, y a la comisión negociadora
bipolar, de Andrea Levy; impagable en sus dramatizaciones, émula de Cospedal en
sus puestas en escena, no se si asesorada por el mismo experto en performances
que la castellanomanchega. Levy ha sido fijada por la prensa turiferaria como
“supervisora” del proceso. ¡Una pértiga!
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