UNIVERSIDADES...CONTAMINADAS
L. Soriano
La estrategia es de Gramsci, no la inventó Guerra aunque de ello
presuma en la semiintimidad.
El comunista italiano, admirador de Maquiavelo, introduce y
alumbra al "Príncipe moderno", un ente no una persona, el
"partido revolucionario". Para llegar al socialismo socavando a la
burguesía – decía-, sólo hay un camino, la creación del "Intelectual Orgánico",
que domine a la sociedad civil. Dejando atrás el ataque frontal que promovía
Lenin y Stalin, y que costo muchas vidas, mucho desprestigio y elevado coste
económico y social, pero necesario en aquella sociedad "primordial"
de principios del 1900.
¿A que les suena? Seguro que sí. A mi me aterra. Ni en las más
negras predicciones, seguramente "crispadoras", se podría adivinar
hace 20 años que en tan corto espacio de tiempo, estos "Intelectuales
orgánicos", también llamados "experimentadores sociales",
habrían tomado al asalto todas y cada una de las cumbres de la enseñanza,
formación y lo que nos trae a colación, las Universidades.
En un plan trazado a conciencia, el abordaje y desalojo de los
"tibios", ha concluido en todos los estamentos oficiales e
Instituciones del país, pero con mayor "violencia" y virulencia, en
las Universidades.
Resulta que lo más reaccionario y retrógrado de la sociedad
Civil está encaramado a las cúpulas de poder docente , adoctrinando e
intoxicando, orientando y dirigiendo de una manera totalmente partidista a los
"formandos", hacia una sociedad civil dominada por sus teorías,
conceptos, filias y fobias. Muchas de esas teorías, casi todas, caracterizadas
por unos estrepitosos fracasos, jamás reconocidos y puestos en pié una y otra
vez a ver si encajan.
Gramsci, se olvidaba, o no tenía muy presente por la época en
que vivía, de los medios de comunicación aún en pañales. Hoy en día, la
combinación de la contaminación "intelectual", y la mediática
intoxicadora, el letal para la sociedad. Y lo que es peor, establece divisiones
peligrosísimas, al negarle la legitimidad, el pan y la sal, a quien no comulgue
con las fracasadas teorías, únicamente vigentes en las mentes de los que
quieren rescribir la historia por no soportar los hechos tozudos.
La estrategia de apartar, dividir, demoler y laminar, a la
fuerza opositora capaz de disputarle el poder y provocar una alternancia, es
una locura que puede llevar a situaciones extremas, sobre todo cuando se
combina con una crisis económica asoladora. Y aquí y ahora, está pasando.
Cuando se está dispuesto a pactar y gobernar- con quién sea-
incluso con quienes dicen y presumen de no ser Españoles-, o como sea- con
terroristas armados de igual a igual con una negociación política-, por unas
cuotas de poder capidisminuidas y absolutamente entregadas a la satisfacción de
quienes los sostienen, se entra en una dinámica destructiva y diabólica. Y los
nacionalistas afilando sus cuchillos de comer.
Cuando los reaccionarios rectores de la Universidades españolas,
y de ahí abajo casi todos, justifican cuando no aprueban- ya que no condenan-
las agresiones a quienes se acercan a dar su opinión, o a establecer coloquio
siempre constructivo, o les impiden violentamente manifestar sus opiniones siempre
enriquecedoras como todo contraste dentro de una línea de respeto a la
legalidad democrática, es que se ha llegado a la muerte social. Pensamiento
único, Pravda, Gramma, líder carismático, legitimidad moral, verdades
indiscutibles, Guía de la Ortodoxia. Y el Gran Hermano Orwelliano.
Estamos más cerca de lo que parece, y sólo nos queda movilizar a
los defensores de la pluralidad, liberar a las Instituciones, fumigar los
estamentos, desinfectar las rectorías, y auditar a los emisores de índices y
datos babeantes con el poder y desorientadores de la realidad. Descontaminar,
tarea nada fácil, pero imprescindible.
A reflexionar
Reflexiones L. Soriano
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