martes, 5 de diciembre de 2023

De las distintas servidumbres

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De las distintas servidumbres

(Artículos 530 y siguientes del Código Civil)

 

          Todo empezó en el año 2016, si la memoria no me falla. Recibo un día en mi despacho, entonces situado en la lagunera calle de La Carrera, una carta de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna, solicitando mi colaboración para una actividad a desarrollar a lo largo de la llamada “Noche en Blanco”, en concreto para poder colocar en mi balcón a un silbador gomero. que recibiría la señal que se iniciaría en la Torre de La Concepción y a su vez la trasladara calle abajo hacia el Ayuntamiento. Mi primera reacción fue un tanto de sorpresa porque no lograba a entender, ni la relación de los silbadores con el evento, ni el funcionamiento de tan peculiar lenguaje, pues al pedirme el balcón entendía que sería utilizado a modo de escenario por el que desfilarían diversas personas que mostrarían al público como es que en La Gomera se habla, desde tiempo atrás, también con el silbo. Fue entonces cuando conocí personalmente a Rogelio Botanz, pues, por aquello de la música y el Taller Canario de la Canción., luego Taller, ya me sonaba. Y así me explicó, en cuatro palabras, cómo sería la cosa y es que para poder enviar el mensaje silbado desde la Torre de La Concepción hasta la Plaza del Adelantado, había que salvar no sólo la distancia sino también las curvas de la calle Carrera, la que oficialmente se llama Obispo Rey Redondo,  y ello se lograba colocando a una serie de silbadores a lo largo del recorrido que irían escuchando la señal, iniciada en La Concepción y la irían repitiendo hasta el destino final. Luego, mi balcón, en realidad  serviría de base para ubicar a un repetidor. Lo mismito que hace hoy la telefonía móvil, pues sin las antenas repetidoras situadas estratégicamente a lo largo de la geografía, por mucho que llamaras a la parienta no recibiría la señal, de no existir esas antenas, esos repetidores. Entonces entendí la importancia de ceder el balcón, pasando así  a convertirme, casi sin quererlo, en una especie de base de antena, si no móvil, sí de comunicación silbada y eso, lo sabían ya los gomeros desde mucho antes de que Graham Bell inventara el teléfono.

          Esa cesión temporal en uso del balcón para el fin antes aludido, fuera por el éxito alcanzado, o por vaya Vd. a saber por qué razón, fue solicitada nuevamente al año siguiente, con igual colaboración de este letrado a la causa del silbo gomero. Creo que fue al tercer año cuando al recibir la llamada de Rogelio, recordándome la proximidad del nuevo evento, le comunico que he vendido el despacho, ese del  que tantos recuerdos guardo desde su compra en 1990, pero que estuviera tranquilo pues el adquirente ya era conocedor, pues así se lo hice saber antes de la firma ante notario de la compraventa, que tradicionalmente venía cediendo el balcón a la Asociación Cultural del Silbo Gomero y que por tanto debía respetar esa costumbre, esa “carga de la propiedad” y recuerdo cómo Rogelio de inmediato me dijo, entonces Quico ¿has trasmitido la propiedad estableciendo a favor de la Asociación “una Servidumbre de Paso para Silbo Gomero sobre el balcón del que fuera tu despacho”? Mejor descripción imposible, porque en el fondo así era. Y es que es verdad, aunque no conste formalmente en la escritura de compraventa, sí que se habló y se selló el acuerdo con el comprador, todo un caballero que ha respetado el pacto desde entonces, año tras año. Cierto es que, otro remedio no le queda, al ser  casualmente gomero o descendiente de gomeros.-

 

          El sábado día 2 de diciembre, de manos de La Asociación Cultural del Silbo Gomero, de la Concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de La Laguna y también con la presencia del querido Rogelio Botanz, recibí una placa de agradecimiento por haber colaborado a constituir otra forma de servidumbre de las previstas en el Código Civil, la que desde entonces tiene por objeto que se sitúe, al menos una vez al año, un silbador en un balcón que está frente a La Catedral. Desde esta página mi agradecimiento por el detalle y el cariño que me han regalado.

 

                                                                     quicopurriños

 

 

1 comentario:

  1. ¡Amigo Kiko, me has emocionado! qué bonito lo has escrito, casi como cronista oficial, que en medio de un lenguaje que parece técnico, destila cariño y admiración por esta joya, esta obra maestra de la creación Cultural de un pueblo que es el Silbo Gomero. ¡Muchas gracias!, Eskerrik asko!

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