PODEMOS: MORIR MATANDO,
MATAR MURIENDO.
MARÍA JOSÉ BELDA
Nos encontramos con la noticia de que Podemos se va al grupo mixto en el Congreso de los Diputados. Por si no quedaba claro que había utilizado a SUMAR como un caballo de troya ante la evidente pérdida de votantes el 28M, ahora, tras cuatro meses de las elecciones estatales en los cuales ha estado reivindicando de manera continua un ministerio para Irene Montero, aún sin tener claro si la investidura iba a materializarse, sin tener los votos del resto de los grupos políticos que representan a España para configurar gobierno, como todas sabemos ellas ya estaban voz en grito solicitando lo único que les importaba tener, la herramienta para seguir destruyendo el movimiento feminista de este país.
Del verbo destruir
hace tiempo que va la cosa. Y es que en la izquierda española tenemos a los que
trabajan para matar cualquier opción que no sea la de ellos, y aquí hablo en masculino porque es una
práctica patriarcal. Estos señores que aprovechan ese “pensamiento crítico”, y
lo pongo entre comillas, porque creo que está sobrevalorado dentro de la
izquierda como identidad de supremacía intelectual masculina y que realmente se
utiliza para estar y posicionar a una parte de la población en contra de todo.
Esa parte de la población que se considera superior y por ello anarca, que
decide no ir a votar porque “esto de la política es muy sucio y no vamos a
cambiar nada con esta gente”, “es que son todos iguales”. Es el mensaje que se
traslada, se fortalece y arraiga en un alto porcentaje de votos que pueden ser
decisorios. En definitiva, se hace un llamamiento a que siga gobernando la
derecha: ellos y ellas sí van a ir a votar y tienen clara la importancia del
resultado de las urnas. Abiertamente estoy acusando a Podemos de trabajar para
que la derecha gobierne en este país.
Si analizamos cómo cala en la gente el mensaje de “todas
aquellas personas que están en política son iguales y están trabajando para los
lobbies o las oligarquías económicas” nos damos cuenta de que es un mensaje de
llamamiento a no votar, a que no voten precisamente las personas que desean que
este sistema político global dé un giro y ponga en el centro la vida y el
respeto a nuestro planeta. Precisamente se hace llamamiento a no votar a
quienes trabajan en la defensa del territorio, de las desigualdades y son
conocedoras de la necesidad urgente de cambio en la forma de gestionar recursos
y aplicar políticas sociales,
económicas, territoriales que velen por el bien común. Estos mensajes afectan
directamente a aquellas personas que tienen pensamiento de izquierda y o bien
dejan de votar, o como hemos podido observar, han destinado su voto a la ultraderecha.
Creo firmemente que el principal
incitador a que desaparezca la izquierda de este país es Pablo Iglesias.
Quien se ha considerado a sí mismo más allá de un líder: un Mesías dueño de la
verdad absoluta. Un ente superior que cuando la política se hace desde una
perspectiva que él no controla fácticamente, aunque sean políticas para el beneficio de la mayor parte de la
población, y que no es que lo diga yo, sino que hay evidencias de cómo ha
mejorado la situación de los y las españolas en este país en los últimos años,
este señor interpreta que se está yendo en contra de él. Si bien el Mesías se
ha rodeado explícitamente de mujeres a las que utiliza, mujeres que se están
dejando utilizar, para que la imagen que se transmite, cree contradicción con
lo que se espera de un machista, sí que lo es. Pablo Iglesias utiliza a las mujeres
de su partido de la misma manera que se utiliza a las esposas en El Cuento de la Criada de Margaret
Atwood: cómplices, consentidoras y hacedoras, trabajadoras por y para el
sistema patriarcal. Está claro que este señor es un artista de la manipulación,
una vez que consiguió destruir y quebrar el movimiento feminista en España
ahora va a quebrar la unión de la izquierda en este país.
Pablo Iglesias, morirá matando y siendo un hombre blanco lleno
de privilegios. Pasará a la historia como el destructor del bipartidismo en
España aunque realmente sea el causante
de la fragmentación del feminismo y de la izquierda de este país. Actúa
precisamente como ha criticado, vamos que hace lo contrario de lo que dice. Además proyecta sus
acciones en las demás y con esos manejos
de cualquier psicópata narcisista de a pie, mantiene su liderazgo, en un
partido del que ya no es parte. Un partido que aún se alimenta de quienes
soñaron que era posible y le dieron crédito sin límites. Hay que reconocer que
queda algo de militancia en Podemos y entender las dificultades que existen en
la aceptación de que te están engañando: renunciar a Podemos es igual que salir de una relación
tóxica de pareja en la cual has invertido tu tiempo, ilusiones, dinero, salud,
parte de tu vida; es salir de un engaño difícil de asumir.
Por ello es importante entender que el mensaje que transmiten desde este partido
político de “atacamos a Sumar porque nos
estamos defendiendo” es exactamente el mismo que tiene un asesino, un agresor
machista. La violencia ejercida por parte del Mesías Pablo Iglesias y de sus
discípulas sobre Yolanda Díaz es atroz,
un ejemplo de la normalización del machismo en su máxima expresión. Te asesino
y después me suicido, pero tú, no vas a quedar con vida sin mí. Es un vamos a
morir matando o vamos a matar muriendo.
Es tremendamente espeluznante y vomitivo lo que se está haciendo
sin escrúpulos delante de millones de espectadores y espectadoras, de verdad, me pregunto si en este país fallan
las políticas de prevención de la violencia machista. Por lo que aquí denuncio
podemos concluir que falla el sistema, ese mismo que observa la situación que
estoy explicando sin ver el trasfondo de violencia política machista que
conlleva. Recién estamos saliendo del 25N, fecha en que las protestas se han
automatizado y de forma mecánica salimos con los mismos gritos y
reivindicaciones para sentir que hacemos algo para cambiar esta sociedad. Sin
embargo, a la semana siguiente la realidad pone en evidencia que las acciones sirven tan solo para desahogar y se plasma en
nuevos asesinatos, cada uno de ellos conlleva una crueldad inmensa, sin
límites.
La principal violencia
que hay que erradicar es la institucional
porque toda violencia amparada hacia nosotras por los gobiernos es parte
principal de las causas de que sigamos siendo objeto de agresiones. Si “Papá
Estado" lo permite, lo ejecuta, lo evidencia de múltiples formas como
puede ser, permitiendo la brecha salarial, no dotando en recursos humanos y
materiales las áreas destinadas a la atención a prevención y víctimas de
violencias machista, esto se revierte un doble mal trato a las mujeres directa
e indirectamente. Y hay que evidenciar que la revictimización es una de las
consecuencias psicoemocionales que genera un daño irreversible en muchos casos
para la mujer, que si bien ha podido sobrevivir a la relación de maltrato,
habrá que analizar y obtener datos de en qué situación queda, económica, social
y psicoemocionalmente tras pasar por el sistema que presuntamente nos protege.
Concluyo denunciando que Podemos, con su Mesías en la (No)
cabeza, es parte de estas violencias ejercidas hacia las mujeres. Tenemos el
ejemplo en la actualidad política. Esa crueldad es la de morir matando, matar
muriendo amparada políticamente e institucionalmente en este país, justo lo que
está ejecutando Podemos con Sumar, Pablo Iglesias con Yolanda Díaz.
María José Belda Díaz // 637 405 185
Exportavoz del grupo “Sí Podemos Canarias” y exconsejera no adscrita en el Cabildo de
Tenerife.
Cofundadora de Podemos Tenerife.
Psicóloga, Activista, Feminista.
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