“LOS SÚPER RICOS PAGAN UNA TASA MEDIA DE
IMPUESTOS DE ENTRE CERO Y 0,5 %”
Ghosh. / Jean Marc Ferré - ILO La
economista Jayati
La cumbre del G20, que se celebra los días 18 y 19 de noviembre bajo la presidencia brasileña en Río de Janeiro, está a punto de alcanzar un consenso sobre una atrevida propuesta de aplicar un impuesto sobre la riqueza o la renta de los llamados “súper ricos” del planeta, una de las prioridades para el Gobierno de Lula. De salir adelante, los Estados podrían disponer de entre 200.000 y 250.000 millones de dólares en ingresos adicionales a nivel mundial. En estos momentos, según destacó Lula en su discurso al inicio de la cumbre, 3.000 personas tienen una riqueza superior a 13 billones de dólares –más que del PIB agregado de América y América Latina– mientras que 733 millones de personas pasan hambre. Solo uno de los 19 países reunidos esta semana se opone la propuesta: Argentina, cuyo presidente, Javier Milei, llegó a Río tras participar en el banquete que dio Donald Trump en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach, para celebrar su victoria y en el que fue fotografiado con el anfitrión y con el hombre más rico del mundo, Elon Musk.
En esta
entrevista, mantenida el mes pasado en Washington, la economista Jayati Ghosh,
una de las impulsoras de la idea del impuesto para los súper ricos explica por
qué es necesario y cómo se diseñaría. Nacida en la India en 1955, Ghosh es
especialista en desarrollo de la escuela heterodoxa, que tras 35 años en la
Universidad de Jawaharlal Nehru en Delhi, se incorporó al iconoclasta
departamento de Ciencias Económicas de la Universidad de Amherst en
Massachusetts, junto a Bob Pollin e Isabella Weber.
¿Cómo se
definiría el término de súper rico?
Bueno, Gabriel
Zucman, de la escuela de Economía de París, que preparó el informe sobre el
impuesto para el G20 de Brasil, propuso aplicarlo a los billonaires, o
sea, a los milmillonarios. Pero solo hay 3.000 multimillonarios en todo el
mundo. Así que yo diría que sería para gente con 70 millones o 50 millones.
Estamos hablando de gente muy, muy, muy rica.
¿Cuántos
impuestos pagan los súper ricos?
Menos que
nosotros. Jeff Bezos, por ejemplo, no paga ni un centavo de impuesto sobre la
renta. Todos los súper ricos tienen asesores fiscales y contables que les
aconsejan que se endeuden para su consumo con el fin de pagar intereses
desgravables y registrar pérdidas. Que declaren ganancias de capital no
realizadas. Así que no pagan impuestos. Hay estudios rigurosos sobre el tema en
Estados Unidos, Canadá, Francia. Y, para los súper ricos, resulta que la tasa
media de impuestos es entre cero y 0,5 %. Compara eso con los impuestos que tú
y yo pagamos.
El impuesto
sobre los súper ricos sería gravado en cada país por su cuenta, ¿verdad?
Sí. Serían
impuestos totalmente nacionales. Tenemos que generar recursos fiscales propios.
Los gobiernos de todo el mundo los necesitan desesperadamente. Especialmente
los países en desarrollo como el mío, donde la desigualdad es obscena. Lo
necesitamos para la protección social, para el desarrollo, para el cambio
climático. Para todo. Y sabemos que la riqueza, el patrimonio, está distribuido
de forma extremadamente desigual, aún más que los ingresos.
Los billonarios
ya están incorporándose directamente al poder político.
Sí. La riqueza
conlleva poder. Una vez que eres rico, tienes demasiado poder para el bien
social y económico. Puedes influir en los gobiernos, comprar una plataforma
mediática porque te gusta la idea y luego cambiarla de la manera que quieras.
Puedes volar a la luna si te apetece. Eso es demasiado poder. Así que tenemos
que moderar ese exceso de poder que viene de un exceso de riqueza.
¿Cómo se
explica el aumento del patrimonio de los súper ricos?
Nada justifica
ese exceso de riqueza. No es resultado de la productividad, sino el resultado
de las instituciones que hemos creado. Y el motivo por el cual la situación va
a peor es que los súper ricos pueden influir en esas mismas instituciones para
cambiarlas a su gusto. Así que, por muchos motivos, un impuesto sobre la
riqueza es muy importante.
¿Hay mucho
apoyo a la propuesta?
Es enorme. Hubo
una encuesta del Club de Roma, del cual soy miembro. Hicimos un estudio con
Gallup y el 68 % de las personas encuestadas en 17 países de la OCDE apoya un
impuesto para los súper ricos. Sólo el 11 % cree que es una mala idea. En
India, el apoyo era el 80 % porque tenemos niveles de desigualdad de riqueza
francamente obscenos.
Entonces, ¿cuál
es la idea?
Cada súper rico
debería pagar un mínimo del 2 % de su riqueza como impuestos. Esto no significa
que sea un impuesto sobre el patrimonio. Se puede gravar sobre los ingresos por
dividendos, o sobre alguna otra ganancia de capital no realizada. Cómo lo
gravemos no importa. Quiero decir, hay diferentes formas de hacerlo, en
diferentes contextos. El FMI cree que es mejor gravar las rentas del capital
que la riqueza. Y no tengo ningún problema con eso. La cuestión clave es que el
súper rico debe pagar el 2 % de su patrimonio. El economista francés Gabriel Zucman lo ha planteado así en el informe
que elaboró para el Gobierno brasileño con vistas a su presidencia del G20. Es
parte de la agenda brasileña del G20.
¿Hay algún
precedente?
Sí. La idea es
igual que el tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15% que se aprobó en la
OCDE. Esto sirve para contrarrestar el truco empresarial de desplazar los
beneficios de las multinacionales a paraísos fiscales. Ya sabes, cuando, por
ejemplo, Google dice al Gobierno español: “Lo siento. Yo no genero ningún
beneficio en su país. Tengo que pagar regalías por la propiedad intelectual y
eso va a Irlanda. Es una lástima, pero no puedo pagar impuestos aquí”. E
Irlanda tiene un tipo impositivo muy bajo, de solo el 12,5 %. Es la famosa
táctica. Pero con el nuevo plan adoptado por la OCDE, el país en el que opera
esa empresa puede decirle: “Vale, pero si solo pagas el 12,5 % en Irlanda, te
vamos a gravar el 2,5 % restante aquí”.
¿Y se
aplicaría el mismo sistema a los individuos de elevado patrimonio que a las
empresas, correcto?
Sí. Es la misma
idea aplicada a los individuos. Es decir, el principio de este impuesto mínimo
ha sido aceptado por la OCDE para las empresas. Hay que hacerlo también para
las personas súper ricas.
¿Cómo sería
aplicado a individuos?
La idea es
esta: que cada país aplique un impuesto mínimo del 2 % sobre el patrimonio de
los súper ricos. Si ellos dicen que todo su dinero está en las Islas Caimán,
pues, el país en el que tiene residencia dice: “Pero usted no está pagando
ningún impuesto en las Islas Caimán, así que, según la nueva normativa, yo
puedo gravar un 2 % sobre su patrimonio”.
¿No habría
problemas de mudanza y fuga de capitales?
No, porque
Zucman tiene otra idea, que creo que es realmente buena. Es verdad que
normalmente haces eso y todos amenazan con trasladarse. Está sucediendo en
Inglaterra ahora mismo con el fin del régimen “non dom” (residentes
temporales). Entonces, Zucman propone un exit tax–impuesto de salida– en
función de cuánto tiempo has estado en el país y la cantidad de riqueza que has
acumulado mientras estabas en ese país. O sea, el súper rico tiene que pagar
incluso si se marcha del país.
¿Pero cómo se
aplicaría un impuesto de salida?
Pongamos el
caso de Gérard Depardieu. ¿Te acuerdas de que en 2012 se trasladó a Bélgica
porque pensaba que el tipo impositivo francés era demasiado alto? En la medida
en que todavía tiene algún negocio en Francia, ese impuesto de salida se le
aplicaría si quisiera volver a París, por ejemplo, para cenar. Antes de volver
a Bélgica, tendría que pagar.
¿Cómo va a
implementar esto el G20?
Ya sabes que
las cumbres del G20 son lugares donde se habla más que se toman decisiones. Y
eso está bien porque es mejor hablar que ir a la guerra. Pero no conduce
necesariamente a nada. Sin embargo, lo que ha sucedido a nivel mundial es que
ha habido dos grandes cambios. Uno fue en 2016, cuando conseguimos el
intercambio automático de información bancaria. 142 países firmaron. Toda la
información bancaria se intercambia automáticamente entre jurisdicciones
fiscales. Muchos paraísos fiscales se quedaron fuera; Estados Unidos se quedó
fuera. Pero ya es suficiente para empezar.
¿Cuál es el
otro cambio?
Hemos
conseguido, gracias a la Unión Africana, un acuerdo para crear una convención
tributaria de la ONU. Lo cual es un logro enorme. Sí. No significa que todos
los países tendrán que implementar los mismos impuestos. Sólo establecer los
principios sobre los que se pueden basar las leyes fiscales. Así que es una
especie de armonización. El traslado de beneficios y todo eso se volverá
realmente mucho más difícil. Estos son avances muy importantes.
¿Qué falta por
hacer?
Son grandes
avances y el impuesto para los súper ricos será otro. Pero los súper ricos no
suelen guardar el dinero con su propio nombre. Utilizan fideicomisos. Así que
necesitamos registros de activos que identifiquen a los beneficiarios finales
de todos los fideicomisos. Normalmente, el fideicomiso lo controla tu contable
o tu abogado. La UE ha introducido esa regulación, en la que tienes que
identificar al beneficiario final. El problema es que no comparten la
información con los demás. Así que, si un multimillonario en India tiene un
fideicomiso, la UE puede saber quién es el beneficiario efectivo. Pero el
gobierno indio no lo sabrá. Necesitamos compartir. Cada país debe hacer este
registro de activos y luego compartir esa información. Si la gente lo supiera,
lo exigiría. No hay suficiente ruido al respecto. Hay que comunicarlo mejor. Y
esto es el trabajo de medios como el tuyo
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