MAZÓN ESTÁ
DISPONIBLE ANTE LA
RIADA DE CONTRATOS
Libertad es, especialmente en este tiempo, decidir cuál es la realidad que
más te gusta
Fallo del sistema / J.R. Mora
Se ve que lo peor del temporal ha pasado porque Carlos Mazón adjudica ya sus primeros contratos a dedo. Gracias a dios, la empresa adjudicataria de la que fue responsable su actual jefe de gabinete recibirá 290.000 euros en lo que parece ser el comienzo de una enorme riada ante la que todos los teléfonos móviles estarán disponibles. Ahora sí, no quedará un email sin leer y un ejército de salvadores se desplegará por las zonas afectadas con todo el material necesario: pliegos de condiciones a medida, comisiones, contratos troceados o por vía de urgencia. Lo que haga falta por las buenas gentes de Valencia. Por si aún queda algún despistado, la relación entre adjudicatarios y adjudicadores confirmará quién está al mando de la Comunidad Valenciana.
Con
su gobierno remodelado, los editoriales afines tratando de salvar al soldado
herido y los contratos a punto de desbordarse, el foco está en Bruselas a ver
si le endosan el marrón a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera,
con argumentos de una elaboración exquisita: si tanto te gusta lo del cambio
climático, pues a apechugar, Teresita. Dimitir en España es un acto de
debilidad, pero, sobre todo, es un acto de desconocimiento del ecosistema de
poder. Mazón tardó unos días en entenderlo. En unos primeros momentos, el
presidente valenciano no sólo se mostró incompetente a la hora de gestionar la
DANA, también a la hora de gestionar su propia emergencia. Pensó que las
mentiras que tapasen su nula gestión debían tenerlo a él mismo como
protagonista. Mientras, en su relación con el Gobierno central, tiraba de
sinceridad: “Muy agradecido al presidente Sánchez por haber estado ayudando
desde el primer minuto”. Un error de principiante porque cada mentira
demostrada sobre su actuación el día de la emergencia ponía a su partido en una
situación más y más complicada a la hora de aplicar el protocolo habitual de
expandir el barro contra sus rivales políticos.
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Por
suerte Mazón despertó de su letargo y comenzó a mentir en la dirección
correcta: contra la AEMET, contra el Gobierno central y contra el hombre del
tiempo. El máximo responsable de la catástrofe comienza a respirar tranquilo en
una nueva demostración de que a España le cabe todo. Y todo es absolutamente
todo, incluyendo que alguien a quien vimos agradecer públicamente por
televisión la inmediata respuesta del Gobierno de España haya recalculado ruta
y denuncie ahora que el Gobierno de España estuvo desaparecido. En ese todo
cabe también que quien reconoció, tras sucesivas mentiras, no haberse enterado
de nada después de quedar aislado en el reservado de un restaurante, diga
ahora, con el argumentario actualizado y aprobado por Génova, que estuvo al pie
del cañón desde el minuto uno. Cuando pasen un par de semanas, buena parte de
la población asegurará que Mazón llegó al Centro de Coordinación de Emergencias
aquel maldito martes manchado de barro y gritando dónde está la UME.
Lo
que nuestros ojos vieron, las mentiras sucesivas que nuestros oídos escucharon
y el organigrama del poder autonómico en España que sitúa a Mazón al mando de
la gestión no serán impedimento para que la derecha haga lo que suele hacer en
casos de incompetencia demostrada ante tragedias. 11M, Prestige, Yak 42, Metro
de Valencia… Los ejemplos son tantos que nadie en el PP necesita una reunión de
urgencia para saber cómo implementar el protocolo de actuación. En la derecha,
todos listos y en sus posiciones –políticos, jueces o directores de medios–
saben que toca crear una realidad alternativa en la que sus votantes puedan
vivir sin sentir vergüenza por el tándem eurovisivo-taurino al que votaron como
responsable de la vida de los valencianos. Toca desplegar a todos los efectivos
disponibles ante esta emergencia para que, en estas próximas navidades,
sentados a la mesa en familia, sus votantes puedan decir con orgullo: “Teresa
Ribera a prisión”. Porque libertad no es sólo ir a los toros, llamar pucherazo
a que gobierne quien decida las urnas o elegir colegio privado para tu hijo y
que lo paguemos entre todos. Libertad es, especialmente en este tiempo, decidir
cuál es la realidad que más te gusta. Y, si España es potencia mundial en la
materia, Valencia es hoy su capital.
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