JM AIZPURUA
No crean que: “ya
está el vasco con sus cosas”. No. El día 1, yo, como la sopa de calabaza “soup
joumou” en solidaridad con mi familia haitiana que, como todos los haitianos, hacen
lo mismo desde que se libraron de la colonización francesa, y recuerdan con
ello que ya nunca volverán a ser esclavos.
Los amos blancos no
les dejaban comer “joumou” que era un manjar de blanco, aunque lo cocinara una
negra. Crueldad pura y dura. Y hoy la siguen sufriendo, aunque ya no son esclavos,
pero tampoco tienen la Libertad con la que soñó Toussaint contra Napoleón
cuando con su victoria en 1804 formó el primer Estado negro que nunca perdió el
rencor del hombre blanco, y hoy lo sigue pagando.
Y aquí en las
islas, cada uno come lo que puede, pero no olvidemos que muchos comen menos de
lo que desean y algunos lo hacen de caridad. Pero tenemos Libertad, y
Constitución, y hasta un Rey, un poco soso, pero rey al fin y al cabo. ¿De qué
nos quejamos?
Pues de que tras más
de 5 siglos de colonización castellana nuestro destino sigue siendo la
emigración o si dejan sitio aquí; de Kelly o de camareros.
Para estar así;
mejor estábamos libres y asociados a la UE que sería más generosa y rumbosa que
estos godos madrileños que ni nos ponen puertos, ni aeropuertos para competir
por el turismo, y nuestras carreteras son las de ellos hace cien años. ¡Que no
hay curro en nuestra tierra!
Y ahora nos dice el
nuevo Estatuto que tenemos agua para hacer más bulto y ser más grandes. ¿Nos
darán mas € para alimentar a los peces? No lo creo; estos no dan ni la hora,
que por si acaso es una menos.
Oigan; y aún así
nos gusta, queremos esta tierra canaria.
Y hay que trabajar
más por ella para dejar un hueco mejor a los que vienen; si mal lo tiene España
peor lo tendremos nosotros si no nos espabilamos. Oírnos todos y luego seguir
el mejor camino; esa será la mejor fórmula. Gritando fuerte para que nos oigan
en la Península y entiendan que somos distintos, isleños, ultraperiféricos,
macaronésicos, con necesidades más parecidas a Cabo Verde o Madeira que a
Burgos. No es “nacionalismo”: es geografía.
El
bobo-sucursalismo no nos sirve para nada; es una fórmula errada y quizás
herrada. El españolismo de un canario debe partir del amor a su tierra,
canariedad, que le debe impedir secundar el colonialismo actual, españolista y unionista,
inválido para el resurgir de su gente. Con los que defienden el camino
independiente para Canarias, deben hacer un consenso de camino juntos hasta que
llegue el momento de la separación que aún está muy lejos. Obsesionados y tapando
el camino de los que aman demasiado a su patria, malogran el porvenir de las
islas.
Y los que hartos de
falacias se han refugiado en su independentismo, deben abrirse a los vascos,
catalanes y gallegos, para juntos romper el guion godo, históricamente
perdedor, para que las nuevas ideas de un Estado plurinacional y más justo con
Canarias penetren al fin en las mentes de los líderes sociales peninsulares.
A mí, la soup
joumou del día 1 me sabe a todas estas cosas.
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