jueves, 27 de diciembre de 2018

SE VA


SE VA
JM AIZPURUA
Se va el 18, pero no se apuren que llega el 19.
Cuando recordemos este 18, no olvidaremos los 180 votos congresuales que trajeron el desenmascaramiento de un fascista camuflado, que como “gran liberal” dejaba hacer, sobre todo a los corruptos que le compraban sus trajes. Pero el cisma socialdemócrata impidió la asunción de la otra España, y seguimos sin poder enseñar al ciudadano que otros paradigmas son posibles.
Porque a los nacionalistas, feministas, republicanos, trabajadores precarios, jóvenes sin futuro y pensionistas de miseria sobre todo sus viudas, no están en el Régimen del 78 por mucho que los falsos “constitucionalistas” nos hablen de la España incluyente. No señores; esta es la suya. Pasaron del Régimen 36 al Régimen 78 en oposición militante, hasta que con el tiempo lograron reinterpretarlo y hoy son talibanes de una Constitución que ni en espíritu ni en letra se parece al argumentario de la Transición.
Y aquí está la clave: los 180 deben dejar de defenderse y tragar, para dar paso a una interpretación constitucional, que integre a sus nichos electorales. Es necesaria una reforma o una nueva, eso está por ver, pero la actual ha sido ajada por el neoliberalismo facha y está inservible.
Cuando el borbonato se agita, clama entre los suyos; “Si a mi me tiran tú también te vas” y el siervo asustado clama a sus empleados “Si yo me voy, que os pague el sueldo coleta morada”, y los obreros se asustan, y la socialdemocracia se asusta, y los fachas patrióticos se aterran. Siempre es lo mismo.
Siglo XXI e Internet, pueden hacer que ya no sea lo mismo.
La inquietud, miedo, pavor, que gradualmente inducen desde la comunicación oficial facha, está indudablemente dirigida al público sensible, a un target irreductible con el que no es necesario contar, pero además es imposible hacerlo. Otro sector popular, transversal y progresista debe poder enarbolar un proyecto viable que sirva para desterrar de la historia el españolismo cañí, el diferente a la UE, al Imperio, al Franquismo, a la Monarquía, y a la exaltación de la esclavitud y los bandidos que la llevaron a cabo. Y eso dará miedo, siempre, a los que vivieron a cuenta de otros, a los actores de esos sistemas que permitieron la vulneración de los DDHH. Inevitable.
Ningún “ismo” será capaz de ello. Solo el consenso razonable, aquel que busca el centro (pero de la izquierda) social puede acceder con posibilidades a la consulta electoral que aparte al tridente facha y su proyecto neofascista del panorama presente. Y un proyecto de Constitución, debería estar ya circulando entre las gentes.
Hay millones de alternativas constitucionales, con opciones republicanas, territoriales, sociales, organizativas y políticas varias. Con muy pocas líneas se llega al ciudadano, sin que la casta togada tenga que intervenir para complicar las cosas y llamar jolgorio a las violaciones. Lo sencillo y claro no ofrece dudas y eso dará más mérito al voto ciudadano.
El nuevo año 2019 será un año electoral, pero no se han sembrado las bases para que sea de elecciones claras. Media España irá acojonada y la otra media encabronada. ¡Que paisanaje, vaya tropa!
Y no se preocupen por el resultado, que es preferible estar triste que estar tonto.

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