lunes, 24 de diciembre de 2018

DISTINTOS


DISTINTOS
JM AIZPURUA
Las recientes riadas en Mallorca, concretamente en Sant Llorenç, nos han regalado un ejemplo humano del que si somos racionales deberemos sacar ejemplos y lecciones de vida.
En plena catástrofe con la riada de barro destrozándolo todo, el gran tenista Nadal, acudió en ayuda de sus paisanos y se fajo con la escoba para limpiar durante días y cedió sus instalaciones de tenis para albergar a los damnificados. Todo ello sin admitir una foto ni el uso publicitario de su labor. Hoy en día, un mes después de los hechos ha realizado una aportación de un millón de euros al municipio para reparar las consecuencias de la catástrofe.
También acudió al suceso otro muchacho de su edad, el gran rey Felipe, rodeado de séquito y que se negó a coger la escoba que le brindó un voluntario fajado con el barro. Se hizo las consiguientes fotos publicitarias y lanzó una de sus filípicas soseras, hecho lo cual salió para palacio. No dejó ni un duro.
Mérito contra herencia. ¿Puede ser la clave?
Y yo preferiría que el Jefe del Estado, fuera el Presidente de la Republica D. Rafael Nadal, en vez del Rey Felipe. Piensen un rato y verán como la monarquía es algo prescindible y verdadera ruleta rusa de herederos impresentables.
La Presidencia de Republica, es algo meritorio si consiguiéramos sacarla del poder de la partidocracia y someterla al escrutinio popular. Y si el candidato croa, pues a la calle y nueva elección, con la ventaja que con el rana se va toda su parentela y en la monarquía, como cerezas, se van acrecentando los ¿nobles? en la saga. No hay color. Pero como el Caudillo dijo que Borbones al poder; a jodernos toca.
El ejemplo meritorio de Rafa Nadal, será ignorado por la prensa mientras que las hazañas del monarca se repiten por doquier y toda la TV estuvo absorta con la lectura que su niña hizo en el aniversario constitucional, como si ello fuera una acción extraordinaria, mientras ignoraban verdaderos méritos de otros niños que han destacado en la vida normal, como el que salvó a su madre avisando a la ambulancia.
Y con ello salimos lastrados, convencidos de lo de “familia bien”, que da ventaja social sobre los de “familia mal”. Y buscamos el enchufe como método de empleo y progreso. Y compramos másteres. Y nuestro colegui del banco nos da créditos y el listo de la panda amigo de Montoro nos dice como pagar poco en la hacienda, y así vamos por la vereda de la corrupción, de fiesta en fiesta.
Los tontos siguen estudiando y trabajando bien, esperando que alguien de arriba repare en su existencia y en sus méritos. Vano intento.
Alguno me dirá que en todos sitios cuecen habas, puede ser, pero aquí: calderadas.
¿Les suena regeneración?
Pues quizás esa sea la única esperanza peninsular; un reset total y a comenzar por el principio, y este es claramente la república.
Con el mérito rechazado para dar paso a la herencia, con la herencia machista eliminando a las mujeres del trono donde debiera estar Elena y no Felipe, estamos practicando ejemplos inconstitucionales y antidemocráticos. Los DDHH no avalan estas conductas y no hay otra legitimidad en el trono que la franquista, pues ya el rey Alfonso abdicó y fue substituido por un presidente de república, y si hacemos caso a la reina que nos advirtió que sus hijos no los había hecho con el Borbón, nadie podrá hoy día sostener la tradición.
Salud y republica ciudadanos y ciudadanas de este país plurinacional.








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